domingo, marzo 31, 2013

Pintar, bailar, crear para envejecer mejor


Pintar, bailar, crear para envejecer mejor

Quienes favorecen el arte han argumentado por mucho tiempo que la creatividad puede ayudar a las personas de la tercera edad.
Y un grupo de científicos comenzó a investigar ahora cuán cierto es esto.
Shula Strassfeld contiene la emoción mientras recuerda haber bailado con su padre de 92 años, que está en silla de ruedas y sufre de demencia.
"Fui a visitarlo para su cumpleaños y bailamos. Puse música y comencé a rotar su silla de ruedas. ¡Que mirada tenía! Eso no tiene precio".
"Aunque al día siguiente no recordaba lo que había pasado, su alma sí; su cuerpo sí. Algo en él cambió con esa experiencia. Estaba más alerta, más activo. Cuánto me gustaría poder hacer eso todos los días", dice.
Strassfeld, de 66 años, es bailarina profesional, profesora de danza y miembro de Dance Exchange, una compañía basada en Washington, que ha colaborado con neurocientíficos y organizaciones independientes del área de la salud para explorar los beneficios de la música y el movimiento en personas de la tercera edad.
Dice que hay una gran evidencia anecdótica de estos beneficios.
Ahora, científicos señalan que el intento de Strassfeld de conectar con su padre a través del baile, puede tener méritos.

El baile estimula el cerebro

Adultos mayores bailando
Muchos señalan que el arte y la música activan muchas funciones del cerebro.
Los investigadores señalan que la danza puede beneficiar a las personas con demencia, por su capacidad de estimular muchas funciones del cerebro.
"Con la danza coreográfica, uno no sólo ejercita el cuerpo, si no que también escucha música y se mueve al unísono", dice Thomas Prohaska, decano del College of Health and Human Services de la Universidad George Mason, en Fairfax, Virginia.
Un nuevo informe sobre las artes y el envejecimiento de la National Academies de Estados Unidos advierte que el número de estadounidenses afectados de Alzheimer más que se duplicará para el año 2050, pasando de 5,1 millones a 13,2 millones.
El costo directo del cuidado de éstos pasará de US$ 729 mil millones a US$1,1 billones en el mismo período.
El informe explora de qué manera las artes pueden contribuir a combatir los síntomas de enfermedades crónicas como éstas, y recomienda que se realicen más investigaciones al respecto.
"La mayoría de los estudios que han tratado de demostrar este impacto, no han llenado los estándares de la investigación científica", señala Lis Nielsen, directora de la división de Conducta e Investigación Social del Instituto Nacional sobre Envejecimiento (National Institute on Aging ANI),de EE.UU.
"Además de eso, hay muy pocos estudios basados en un análisis costo-beneficio. Para dirigir fondos a programas de artes de este tipo y promover su adopción en la sociedad en general, tenemos que demostrar que hay beneficios probados para la salud", dice.
Es por eso que Instituto Nacional sobre el Envejecimiento está financiando investigaciones sobre cómo el arte puede ayudar a la gente a envejecer de forma más saludable.
"Por un lado, queremos saber algunas cosas básicas, como por ejemplo de qué manera el arte ayuda a mejorar la función cognitiva, la percepción y otras capacidades organismo", destacó.
"Por el otro, estamos interesados en cómo desarrollar programas que tengan un impacto en la salud de la gente. Si identificamos que un programa específico tiene beneficios, la prioridad es cómo hacerlo accesible a mucha gente".

Papel importante

"La evidencia anecdótica y las pruebas limitadas que se han hecho, muestran claramente que el arte es un recurso muy importante al que no le hemos dado la atención debida."
Thomas Prohaska, investigador de la Universidad George Mason de EE.UU.
Investigaciones sobre el tema son ahora una prioridad para el gobierno de EE.UU.
Cerca de 40 millones de estadounidenses, el 13% de la población, tiene más de 65 años y 5,5 millones ha sobrepadado los 85 años. Y muchos de ellos sufren de enfermedades crónicas.
"El sistema de salud realmente tiene que focalizarse más en la prevención entre adultos mayores, para mejorar su salud y ayudarlos a mantenerla", señala Prohaska.
"Yo creo que el arte tiene un papel importante. Cuán determinante, aún no sabemos".
Aunque no hay evidencia definitiva de sus beneficios, ya muchos programas de salud incluyen terapias basadas en el arte y la música.
El Centro de Artes y Bienestar (Iona's Wellness and Arts Center), en Washington, incorpora el arte en todas las áreas de servicios para personas de tercera edad.
El centro tiene un residente de 93 años que es artista, cura exhibiciones en las instalaciones y colabora con uno de los más viejos museos de arte del país, la Collection Phillips (Phillips Collection).
Según Gay Hanna, directora ejecutiva del Centro Nacional para la Vejez Creativa, estas actividades son parte de un enfoque holistico del envejecimiento.
"El arte es intrínsicamente parte de nosotros", dice. "Somos seres estéticos y es cómo procesamos el mundo".
Y en la medida en que hay más necesidad de soluciones efectivas desde el punto de vista del costo, Hanna sostiene que el arte comenzará a tener un papel más importante.
"La evidencia anecdótica y las pruebas limitadas que se han hecho, muestran claramente que el arte es un recurso muy importante al que no le hemos dado la atención debida", sostiene Prohaska.
"Veinte años atrás, el área de actividad física y envejecimiento estaba en pañales y ahora todo el mundo reconoce el impacto potencial que tiene en las enfermedades crónicas. Resulta que el arte tiene un impacto beneficioso también".
"Esperemos que no tome 20 años para llegar a esa conclusión".

Contexto

sábado, marzo 30, 2013

A diez años de su brote, Hong Kong todavía siente el legado del virus del SRAS


A diez años de su brote, Hong Kong todavía siente el legado del virus del SRAS

Amoy Gardens
Bañada con la luz del atardecer, Amoy Gardens parece una colmena en plena activad.
La gente entra y sale sin cesar de los puestos de fideos, cadenas de comida rápida y otras tiendas, antes de dirigirse a sus casas en el laberinto de apartamentos de este complejo residencial de 19 torres.
Pero hace diez años, estos bloques de apartamentos densamente poblados de Hong Kong, hogar de 19.000 personas, eran un escalofriante pueblo fantasma.
En cuestión de una semana, 200 residentes contrajeron una enfermedad respiratoria mortal, ahora conocida como Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), sin que nadie supiera cómo se estaba propagando.
Se señaló a las ratas y cucarachas como posibles culpables.
"Los taxistas se negaban a venir", recuerda del mortal brote de 2003 Yip Hing Kwok, antiguo residente y ahora consejero local.
La alarma se convirtió en pánico el 31 de marzo cuando los habitantes del bloque E, donde estaba la mayor concentración de casos, se despertaron con la sorpresa de que no podían salir del edificio después de que la policía y el personal médico ataviados de trajes protectores aplicaran una orden de emergencia de cuarentena.
A la policía se le ordenó perseguir a los que ya habían salido y a los residentes los trasladaron más tarde a dos campamentos vacacionales.
"Intentamos mejorar la limpieza del complejo, pero los casos seguían aumentando", cuenta Yip, quien no vive en aquel bloque maldito. "La situación era insostenible".

Papel estelar

Amoy Gardens
El conjunto residencial Amoy Gardens fue el mayor afectado por el brote del virus SRAS.
En 2003, Amoy Gardens tuvo un indeseado papel estelar en la historia del SRAS que infectó a 8.096 personas en todo el mundo y mató a 744. La enfermedad, de la misma familia de los virus de la gripe común, surgió en el sur de China a fines de 2002.
Fue un doctor quien portó el virus a Hong Kong. Una estadía de una noche en el hotel Metropole resultó en otros siete huéspedes infectados. Estos, a su vez, se montaron en aviones y esparcieron el SRAS por todo el mundo.
Mientras la enfermedad parecía propagarse con rapidez, el número de muertes era relativamente bajo, especialmente comparado con el medio millón de gente que murió ese mismo año por la influenza.
Pero estos factores no se supieron hasta que la enfermedad fue controlada ese verano. En marzo y principios de abril de 2003, mientras la epidemia parecía haber entrado en una espiral fuera de control, Hong Kong era una ciudad sumida en el miedo.
Las mascarillas de cirujanos se convirtieron en un producto de moda y los centros comerciales, restaurantes y transporte público -normalmente abarrotados- estaban vacíos. Los residentes extranjeros se fueron, las escuelas cerraron y aquellos que podían, trabajaron desde casa.
Entonces, trabajando como reportera en la ciudad, recuerdo una llamada de un contacto que me instaba a dirigirme al aeropuerto, pues Hong Kong estaba a punto de ser declarado un puerto infeccioso y sellado al mundo exterior.
Claro que Hong Kong no fue el único lugar donde se sufrió la epidemia.
Singapur, Taipei, Pekín y Toronto fueron duramente golpeadas. Se mantuvo en la oscuridad a los ciudadanos chinos, mientras que los líderes de ese país rechazaban en un principio aceptar la extensión y severidad de la enfermedad.
Pero es quizás en Hong Kong, la ciudad que sufrió el mayor número de víctimas, donde su legado se siente con más intensidad.

Elogio y crítica

Hong Kong, 2003
Con el brote del virus SRAS en 2003, las mascarillas se convirtieron en una prenda esencial.
Hong Kong ganó elogios por su transparencia de información sobre la propagación de la enfermedad, en claro contraste con la forma en que China manejó el tema.
Como el resto de la ciudad, durante el brote yo estaba pegada a las diarias conferencias de prensa de las 4.30pm que detallaban las últimas cifras de nuevos casos y muertes.
Sin embargo, el gobierno fue criticado por cómo manejó la situación al principio del brote. Particularmente en Amoy Gardens, donde murieron 42 personas y 329 fueron infectadas.
Hong Kong se tomó la lección a pecho, tanto en la forma en que maneja las nuevas enfermedades como en el mantenimiento de la higiene.
Diez años después del brote, en los bloques de oficinas y apartamentos todavía se alardea sobre cuántas veces se satanizaron los botones de los ascensores, los pasamanos, las manijas de las puertas y casi cualquier superficie pública.
Hoy en día las mascarillas son de rigor si tienes gripe, y estornudar o toser en público es motivo de miradas desaprobatorias.
Las guarderías, como a la que asiste mi hija, exigen a los padres que cada mañana lleven un registro en un cuaderno especial de la temperatura corporal. Si se nos olvida, una nota de amonestación nos lo recuerda.
La amenaza de un nuevo brote se toma con extrema seriedad y las medidas para evitarlo pueden parecer excesivas en cualquier otra parte.
En 2009, la ciudad puso en cuarentena de siete días a 286 huéspedes de un hotel del centro de la ciudad después de que se confirmara que un viajero mexicano tenía gripe A.
Y la ciudad monitorea de cerca el posible surgimiento de un nuevo tipo de SRAS, tras rumores -más tarde desmentidos- de un caso en febrero.

¿Recuperado?

Amoy Gardens, Hong Kong
Hoy en día el bloque E, donde se reportaron la mayoría de los casos, es un ejemplo de higiene.
Amoy Gardens, como el resto de Hong Kong, se ha recuperado del brote de SRAS y de la crisis económica que surgió con el estilo típico de ritmo rápido de esta ciudad.
Desde entonces, el complejo de apartamentos y el espacio de tiendas ha sido objeto de remodelaciones valoradas en US$7,7 millones, que incluyen cambios en el drenaje y sistema de cloacas, que fue el mayor responsable de que se propagara con rapidez la enfermedad.
Los apartamentos de dos habitaciones que tras el brote eran casi imposibles de vender, ahora están valorados en US$500.000, gracias al reciente boom inmobiliario.
En un tour por el infame bloque E, Yip señala con orgullo los purificadores de aire en el vestíbulo de mármol, donde una encargada de limpieza está atenta de limpiar con detergente y un trapo gris cualquier germen dejado por los visitantes.
Pero los recuerdos son difíciles de borrar.
Yip dice que muchos residentes, cansados del estigma de su dirección, dejaron las residencias tras el brote, y que aquellos que se quedaron le han pedido que desvíe la atención de los medios, atraídos por el décimo aniversario.
En la oficina del comité de residentes, Yip repasa una carpeta con viejos recortes de periódico y se detiene en una foto de un joven haciendo cuarentena que se asoma por una ventana donde un policía armado cerca su casa. Una foto que entonces cuenta que le afectó particularmente.
"Me sentí muy inútil", me confiesa. "Queremos olvidar nuestra imagen triste".

Contexto

miércoles, marzo 27, 2013

Estudio cuestiona vínculo entre televisión y mal comportamiento infantil


Estudio cuestiona vínculo entre televisión y mal comportamiento infantil

Niños mirando la televisión
El estudio sugiere que es muy poco el impacto de la TV en el comportamiento de los niños.
Expertos señalan que pasar horas mirando la televisión o con juegos de computadora al día no afecta el desarrollo social de los niños.
Un equipo del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido (MRC, por sus siglas en inglés), que estudió a más de 11.000 estudiantes en educación primaria, informó que es incorrecto relacionar el mal comportamiento con la televisión.
A pesar de que los especialistas descubrieron una pequeña correlación entre las dos, aseguran que otras influencias, como el estilo de educar de los padres, es probablemente la mejor explicación.
No obstante aclararon que todavía aconsejan "limitar el tiempo frente a la pantalla".
Esta advertencia cautelar se debe a que, según los expertos, pasar mucho tiempo al día mirando la televisión podría reducir cuánto tiempo el niño utiliza en otras actividades importantes como jugar con amigos o hacer tareas.
Un estudio publicado hace diez años había sugerido que mirar TV durante la primera infancia puede causar problemas de atención a la edad de siete años.
En Estados Unidos, las directrices de pediatría recomiendan que los niños no deben ver más de dos horas al día de TV y que esos programas deben ser educativos y no violentos.

A las tres horas

Pelea en un colegio de Inglaterra
El estudio sugiere que el vínculo entre TV y comportamiento infantil es complejo.
Para el estudio del MRC, publicado en la revistaArchives of Diseases in Childhood, la doctora Alison Parkes y sus colegas le pidieron a madres de todos los estratos sociales, culturales y económicos que dieran detalles sobre los hábitos televisivos de sus hijos y sus comportamientos.
Casi dos tercios de los 11.014 niños de cinco años (65%) que formaron parte del estudio miraron la TV entre una y tres horas al día, el 15% más de tres horas y menos del 2% no miró televisión.
Estar al frente de la pantalla durante más de tres horas al día a esa edad predijo un pequeño aumento en problemas de conducta al cumplir los siete años.
De acuerdo con la información proporcionada por las madres, después del séptimo cumpleaños, estos niños y niñas eran un poco más propensos de involucrarse en peleas, decir mentiras y atemorizar a sus compañeros.
El tiempo que dedicaba a los videojuegos no generó esta relación.
Y no hubo asociación entre la TV o cualquier tiempo de pantalla con otros asuntos como la hiperactividad o problemas de interacción con amigos.

Entretenimiento electrónico

Parkes, quien es jefa de la unidad de ciencias de la salud pública y social del MRC, dijo que era incorrecto culpar a la TV de los problemas sociales.
"Descubrimos que no había ningún efecto con el tiempo frente a la pantalla para la mayoría de los problemas sociales y de comportamiento que estudiamos, y que sólo había un efecto muy pequeño en problemas de conducta como peleas e intimidación".
"Nuestro trabajo sugiere que limitar la cantidad de tiempo que el niño pasa frente al televisor es, en si mismo, improbable que mejore los cambios psicosociales".
La especialista agregó que las intervenciones enfocadas en la dinámica familiar y el niño podían hacer más la diferencia y eso podría depender mucho de lo que mira el niño y si lo hace bajo la supervisión de sus padres.
Por su parte, Sonia Livingstone, profesora de psicología social de la London School of Economics, dijo que el estudio ofrecía una buena oportunidad para preguntarnos "por qué algunos niños pasan tanto tiempo mirando la televisión".
La profesora Annette Karmiloff-Smith, de la Universidad de Londres, señaló que en vez de enfocarse en los posibles efectos adversos de la TV y los videojuegos, sería bueno estudiar los posibles impactos positivos que estos podrían tener en los niños.
Mientras que Hugh Perry, miembro del cuerpo de salud mental y neurociencia del MRC, considera que "estamos viviendo en un mundo que está cada vez más dominado por el entretenimiento electrónico, y los padres están preocupados por el impacto que esto podría tener en el bienestar y la salud mental de sus hijos".
"Este estudio sugiere que la relación entre la TV y el videojuego con la salud es compleja y está influenciada por muchos otros factores sociales y ambientales".

Contexto

Lo que comieron en la última cena...



abc.es
En la Última Cena de Jesús con sus discípulos pan y vino se transustanciaron en cuerpo y sangre de Cristo, instituyéndose así laEucaristía, sacramento fundamental de la Iglesia Católica. Pero sobre aquella mesa hubo aquel jueves más alimentos, todos parte de la tradición hebrea.
La reunión, que supuso el comienzo de la Pasión y Muerte de Cristo, se celebró, según los Evangelios sinópticos -los de Mateo, Marcos y Lucas-, al atardecer del «primer día de los ácimos», esto es, el primero de la semana en que debía comerse pan hecho sin levadura en la masa o ácimo. En el Pésaj o Pascua judía, que es la fiesta más importante de la tradición hebrea, este pueblo recuerda su salida y liberación de Egipto, y el pan que se emplea en ella es ácimo porque en la huida los israelitas no tuvieron tiempo de hacerlo con levadura.
De hecho, la hostia que emplea la Iglesia Católica en la celebración de la Eucaristía es pan ácimo de harina de trigo, y tiene origen en la «matzá» que emplean los judíos en la celebración del Pésaj.
Junto con el pan, en aquella mesa hubo vino, «producto de la vid», en palabras de Cristo (Mateo 26:29), que pasó a ser su propia sangre, «la de la Alianza, que va a ser derramada por todos, para perdón de los pecados» (Mateo 26:28). Sin lugar a dudas, la del vino era una imagen de mucha importancia entonces: «Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento mío que no da fruto lo corta; y todo el que da fruto lo poda, para que dé más todavía», dijo Jesucristo a sus discípulos (Juan 15:1 y 2).
Otro de los alimentos presentes fue el cordero pascual. De hecho, la Cena de Pascua de ese «primer día de los ácimos» consistía en comer este animal recién sacrificado de acuerdo con los ritos propios de esta festividad judía. No se debe olvidar que, tal y como refleja la Santa Biblia, en la Palestina de entonces el pastoreo y consumo de cordero estaba muy extendido. Además, este animal se ha convertido en uno de los símbolos más populares del cristianismo. Después de la Cena, Jesucristo, «Cordero de Dios», iba a ser igualmente inmolado para salvación de la humanidad entera.
Con todo, uno de los testimonios que acerca de los alimentos presentes en la Última Cena aporta más detalles es el de Catalina de Emmerich, monja agustina que a comienzos del siglo XIX experimentó una serie de visiones sobre la Pasión y Muerte de Jesús. La editorial Voz de Papel recoge en «La amarga Pasión de Cristo», la descripción que de estas visiones realizó en 1823 el poeta alemánClemente Brentano.
Lo que comieron Jesucristo y sus discípulos en la Última Cena
CATOLICIDAD
«Cordero de Dios»
«En medio de la mesa estaba la fuente con el cordero pascual. […] El borde de la fuente tenía ajos todo alrededor. A su lado había un plato con el asado de Pascua y al lado un plato de hierbas verdes, apretadas, puestas de pie como si estuvieran plantadas, y otro con manojitos de hierbas amargas que parecían hierbas aromáticas; luego, delante de Jesús, había una fuente con hierba verdeamarillenta, y otra con una salsa parduzca. Los comensales usaban como platos unos panecillos redondos, y utilizaban cuchillos de hueso», confesó la religiosa al poeta. Emmerich, beatificada por Juan Pablo II en 2004, también afirmó haber visto a Jesús mojando en la salsa un trozo de pan envuelto en lechuga.
Sobre la mesa en la que se celebró la Última Cena también pudo haber sal, un importante conservante de alimentos en aquellos tiempos. Una creencia popular dice que el traidor Judas Iscariote derramó sal durante la Cena, y aunque tan sólo se trata de eso, de una creencia popular, lo cierto es que algunas importantes obras de arte, como el conocido cuadro de Leonardo da Vinci, la recogen. En cualquier caso, este producto es también uno de los símbolos de la fe cristiana: en el Sermón de la Montaña Cristo dijo a sus discípulos que eran «la sal de la tierra» (Mateo 5:13).

martes, marzo 26, 2013

Los objetivos del milenio NO son un sueño utópico


Los objetivos del milenio NO son un sueño utópico

Publicado por:  - 25 de March de 2013, 4:00 pm
Por Jane Rachel  Leer
objetivos-milenio
Estamos un año más cerca de 2015 —año en que vence el plazo establecido por los 193 estados miembros de las Naciones Unidas y al menos 23 organizaciones internacionales para alcanzar los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). ¿Qué logros hemos alcanzado a favor de los miembros más jóvenes y vulnerables de nuestra sociedad hasta ahora? Y mientras la comunidad internacional prepara el marco de los ODM post 2015 ¿se incluirá el tema del desarrollo infantil temprano?
El cuarto ODM “reducir la tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años en dos tercios” es el único ODM dedicado específicamente al período de la infancia. Desde 1990 la mortalidad infantil se ha reducido en un 35% a nivel global, pero la probabilidad de que los niños de la región en desarrollo en su conjunto mueran antes de cumplir cinco años sigue siendo el doble comparada con la de aquellos niños provenientes del 20% de los hogares más adinerados. La lucha contra la mortalidad infantil es un primer paso esencial y se requiere de mayores inversiones para garantizar embarazos y partos saludables y combatir las causas prevenibles de mortalidad infantil, como son la malnutrición y la diarrea.
Sin embargo, hasta ahora los programas integrales de atención y educación de la primera infancia (AEPI) se han visto ampliamente desatendidos, ya que los esfuerzos internacionales se han concentrado en la matriculación universal en la escuela primaria (segundo ODM) y en la eliminación de la disparidad ente géneros en la enseñanza primaria y secundaria (tercer ODM). Ambos objetivos son necesarios. Sin embargo, se lograrán solo si la inversión en los primeros cinco años de vida permite que los niños vulnerables superen los obstáculos con los que nacen, tales como el hambre, el estrés y la falta de una buena interacción con sus padres, con las personas encargadas de su cuidado y con sus maestros. Hoy en día, menos del 50% de los niños del mundo reciben cuidados y educación preescolar.  
Sin embargo, resulta prometedor revisar la preparación inicial de los ODM post 2015, particularmente en lo que concierne a las propuestas educativas. Hasta ahora, el abrumador consenso de la comunidad internacional se inclina hacia el compromiso con el aprendizaje y la construcción de destrezas, dado que el significativo incremento en el acceso a las escuelas no ha ido de la mano con el mejoramiento de la calidad de la educación o la equidad dentro del aula. No obstante, como parte integral del compromiso con el aprendizaje, se ha reconocido que la cimentación de bases débiles durante los primeros años constituye una de las barreras más importantes tanto para el aprendizaje que vendrá a lo largo de toda la vida como para los logros académicos.
La Oficina del Secretario General de Naciones Unidas, la agencia que encabeza el debate sobre la educación post 2015, propone reducir el número de niños menores de 5 años que sufren de malnutrición en un 50% y aumentar la participación en programas de desarrollo infantil temprano de calidad dirigidos a niños marginados. La UNESCO ha definido la educación preescolar como un área temática principal. La Estrategia de Educación 2020 del Grupo del Banco Mundial describe el desarrollo infantil temprano —la salud prenatal, la calidad en las interacciones con los padres y la educación inicial— como un pilar central en su Estrategia de Aprendizaje para Todos. El Pacto Mundial sobre el Aprendizaje dirigido por la Institución Brookings propone que los programas de desarrollo infantil temprano de alta calidad sean una estrategia fundamental para combatir la desigualdad.
Aquí en el BID, el desarrollo infantil temprano es considerado una prioridad para nuestra Estrategia del Sector Social. De hecho, una próxima publicacióndel BID a cargo de María Caridad Araujo, Florencia López Boo y Juan Manuel Puyana recopila información detallada sobre los 42 programas de desarrollo infantil en 19 países de América latina y el Caribe, la misma que evidencia la tremenda heterogeneidad que existe en la región, en particular en el tema de cobertura. Esto debe ser tomado en cuenta al reflexionar sobre los ODM. La Organización de Estados Iberoamericanos  incluye la atención integral de la primera infancia dentro de los once objetivos educativos regionales post 2015 listados en su publicación “Metas Educativas 2021” .
Por supuesto que los ODM no son la panacea para el desarrollo global. El éxito que puedan tener dependerá de cómo se establezcan los objetivos, de cómo se midan los avances, de cómo deban rendir cuentas los donantes y los países prestatarios y, especialmente en el caso de la educación infantil, de cómo se defina la calidad. De todas maneras, los ODM seguirán estableciendo las prioridades para el futuro previsible. Por ello es esencial que el desarrollo infantil temprano se convierta en un elemento importante en el marco post 2015.
Las plataformas disponibles en línea de las Naciones Unidas y el Instituto de Desarrollo de Ultramar permiten que todos podamos participar y contribuir para asegurar que en esta ocasión se dé prioridad a los esfuerzos relacionados con el desarrollo infantil temprano integral, ya no como un elemento secundario en la agenda educativa, sino más bien como una herramienta esencial  para detener el ciclo de la pobreza.
Jane Rachel Leer tiene un B.A. de la Universidad de California, Berkeley, en Estudios de Desarrollo. Actualmente Jane trabaja como consultora en la oficina del BID en Managua, Nicaragua, donde apoya a proyectos de la primera infancia.

QUE HACRE SI TIENS SINTOMAS, ERES SOSPECHOSO O CONTATO

Aislarse, hacerse la prueba y avisar. Una guía detallada de qué hacer si hay sospecha de COVID-19 Los casos confirmados y las atenciones hos...