martes, noviembre 26, 2013

Cómo hacer que los niños traguen píldoras

Cómo hacer que los niños traguen píldoras

Niño tomando una píldora
Si los niños son propensos a tragarse un botón, una moneda o alguna parte de un juguete, ¿por qué ponen tanta resistencia cuando se trata de un medicamento en píldora?
Dar una pastilla a un niño es una escena que con frecuencia incluye forcejeos, llanto y frustración. Los trucos son diversos, desde moler el medicamento y dárselo mezclado con miel, mermelada o algo dulce, hasta sobornar al hijo con alguna recompensa.
Sin embargo, un reciente estudio hecho en Holanda y publicado en Archives of Disease in Childhood, sugiere que todas esas artimañas, que durante años han puesto en práctica tanto padres como doctores, sencillamente no son necesarias.
En la investigación se analizó la aceptabilidad del placebo en varias presentaciones: píldora, jarabe o polvo.
A los padres se les pidió que en casa le dieran a sus hijos, con edades comprendidas entre 1 y 4 años, estos medicamentos y casi todos –el 98%– se tragaron la pastilla sin problemas.
¿Qué tan sorprendente es esto? A no ser que haya un problema físico, todos somos capaces de tragar comida y tomar bebidas sin problemas.
La doctora Diana Van Reit-Nales, jefa del estudio y miembro del Comité de Evaluación de Medicina de Holanda, considera que la habilidad de tragar una píldora es algo importante que hay que aprender, para que no siempre se tenga que recurrir a medicamentos en forma líquida.

"Simples pasos"

Una cosa es decirlo y otra lograrlo. Padres como Diane Loban saben demasiado bien el tipo de resistencia que ponen los niños cuando se trata de tomar un medicamento.
"Cuando están enfermos, lograr que mis hijos ingieran líquidos puede ser una hazaña. Ellos pueden llorar y sentirse miserables cuando les toca tomar antibióticos, especialmente los que son sabor a banana".
"He visto por lo que tienen que pasar los heroicos padres para que sus hijos se tomen una píldora, y esa mirada de traición en la cara del niño cuando logran meterle alguna medicina en la boca "
Katherine Dahlsgaard, psicóloga
Sin embargo, la opción de una tableta tampoco parece funcionar para Loban, quien cuenta que ahora sus hijos tienen 9 y 12 años y "todavía no están interesados en tragarse una pastilla que no se pueda chupar".
La psicóloga Katherine Dahlsgaard cree que seguir unos "simples pasos" puede ayudar a persuadir al paciente reacio. "He visto por lo que tienen que pasar los heroicos padres para que sus hijos se tomen una píldora, y esa mirada de traición en la cara del niño cuando logran meterle alguna medicina en la boca".
En su clínica en el Hospital de Niños de Filadelfia, utiliza terapia conductivo-conductual para ayudar a niños con problemas de ansiedad, entre otros. Algunas veces recibe llamadas de emergencia cuando un padre necesita cambiar de medicación simplemente porque el pequeño no la puede tragar.
Su solución es ingeniosa, aunque sencilla. "Utilizo una técnica llamada 'forma', en el cual se practica con pequeñas piezas de caramelo, como los que se usan para decorar las magdalenas o helados".
"La mayoría de las veces, cuando las colocan al fondo de la lengua, ni siquiera los saborean. Y poco a poco vamos avanzando con caramelos cada vez más grandes".

Seguridad en sí mismos

A Dahlsgaard le gusta que sus pacientes vayan fortaleciendo su confianza, tienen que lograr tragar cinco caramelos de forma consecutiva antes de pasar al siguiente tamaño. También les pone tareas.
Persona tomando pastilla
Expertos recomienda que el niño practique con caramelos pequeños y poco a poco aumente el tamaño.
"Los niños siempre se comportan mejor cuando están en mi consulta, para complacer al médico. Soy muy consciente de esto, que hacen cosas en mi despacho que no harán en casa, así que deben trabajar en cualquier habilidad que hayan aprendido ese día".
Si tienen una regresión, entonces dan un paso atrás con un tamaño más pequeño de caramelo. La doctora asegura que esta terapia normalmente funciona en una única sesión de una hora.
Esta no es la única técnica. Dahlsgaard también recomienda a los padres que se familiaricen con una técnica desarrollada por el Hospital de Niños Alberta, en Canadá.
Al niño se le fomenta que mueva la cabeza –de izquierda a derecha o de arriba hacia abajo– hasta que encuentren una posición que funcione mejor para ellos a la hora de tragar.
La teoría es que al inclinar la cabeza 45 grados hacia un lado, el diámetro del esófago aumenta un poco, y tarda un poco más en cerrarse cuando tragamos, lo que facilita el procedimiento.

Minipíldora

Una opción nueva que está saliendo es la "minipíldora", de 2, 3 o 4 mm , formulada especialmente para niños. Pero según Stephen Tomlin, farmaceuta consultor de los servicios de niños en el Hospital de Niños Evelina, en Londres, todavía está en una fase de desarrollo.
"Crear tabletas para niños es un mercado bastante limitado, por lo que resultan ser muy caras".
"Lo que sabemos de los reportes de los padres es que a muchos niños les gusta tomar las pastillas y que lo hacen solos. Además les evita el estresante momento de que no quieran tomarse un jarabe que no les gusta"
Diana Van Reit-Nales, autora del estudio
La importancia del estudio de Holanda radica en que es la primera vez que se analiza la aceptabilidad de los niños para que traguen píldoras en casa, especialmente cuando los participantes no estaban enfermos.
La doctora Van Reit-Nales espera que su investigación ayude a los padres a darse cuenta de que es posible que un niño menor de 5 años sí pueda tragarse una pastilla exitosamente.
"Lo que sabemos de los reportes de los padres es que a muchos niños les gusta tomar las pastillas y que lo hacen solos. Además, les evita el estresante momento de que no quieran tomarse un jarabe que no les gusta".
Por su parte Tomlin considera que no importa la edad que tenga el niño.
"Por lo menos hay que darles la opción de escoger entre un medicamento líquido y una en píldora. Mucho de los líquidos, como los antibióticos saben terrible, mientras que las pastillas no tienen sabor".

viernes, noviembre 22, 2013

Avances y desigualdades en el Perú

Avances y desigualdades en el Perú

Categoría: Anesvad
Comunidad periférica en Iquitos
Aquí estoy, nuevamente en el aeropuerto de Lima, ahora con destino Piura. Detrás queda ya el largo y agotador viaje Bilbao-Lima, así como el atribulado “doble” viaje de Lima a Iquitos. En el primer intento, salí a las 05:30 de la mañana y, cuando estábamos a poco menos de 10 minutos de aterrizar, nos informaron de que no iba a ser posible a causa de la niebla. Desde ahí, nos hicieron regresar a mi "nueva casa" (el aeropuerto Jorge Chávez de Lima) en donde pasé las siguientes 8 horas hasta mi segundo -y esta vez exitoso- intento para llegar a la amazonia peruana.
Datos crudos: casi 4 días de viaje, 88 horas -más o menos hasta ahora- de las cuales cerca de un cuarto pasaron volando, casi otro cuarto en el aeropuerto y el resto para visitar zonas de intervención del proyecto, reuniones, comer, dormir e intentar conectarme en internet.
Lo bueno es que uno siempre aprende, y sin duda que la visita a Iquitos me ha hecho reflexionar sobre algunos temas y cuestionar algunas certezas vinculadas a la necesidad o no de seguir trabajando en países que ya han avanzado hacia niveles de desarrollo considerables.
Perú ha avanzado mucho hacia el cumplimiento de los ODMs (marcados para 2015). Actualmente se encuentra dentro del rango de países de desarrollo medio alto, motivo por el que empieza a ser excluído de las convocatorias públicas de ayuda al desarrollo y razón determinante para que algunos de los actores de la cooperación hayan decidido irse del país.
Sin embargo, nada como una visita a las zonas periféricas y no turísticas de la mayoría de las ciudades peruanas –escenario que se repite en el continente desde el atlántico, pasando por la amazonia, escalando los andes y llegando al pacifico-  para que se nos olviden los promedios nacionales y nos caiga encima la desigualdad real y la inequidad existente.
Ya había estado en contextos similares, pero a medida que caminábamos por los barrios periféricos o nos deslizábamos por el rio no podía parar de pensar en el nivel de militancia e implicación de las organizaciones de la sociedad civil, en la increíble capacidad de adaptación del ser humano,  ni de sorprenderme con la dimensión y profundidad de la pobreza (in)visible.
Artículo escrito desde Perú por Pedro Landim, del equipo de proyectos del área de Bolivia y Perú

miércoles, noviembre 20, 2013

¿Qué debe saber un niño a los 4 años?


¿Qué debe saber un niño a los 4 años? De la cultura de la competencia a la cultura de la afectividad

Atención, se abre en una ventana nueva. Decrease sizeIncrease sizeRevert styles to default PDFImprimirCorreo electrónico
Una madre que llamaremos Micaela, preocupada por los aprendizajes que asegurarán que su hijo tenga las mejores opciones de éxito en la vida consulta a través del panel escolar a las otras madres si han averiguado o saben ¿qué debe saber un niño de 4 años? (magicalchildhood 31/08/2010).  Parafrasearé todos sus comentarios.
Una mamá contestó publicando una larga lista de todas las cosas que su hijo ya había ido aprendiendo: contar hasta 100, conocer los planetas, escribir su nombre y apellido, y así sucesivamente. Otras madres publicaron links con listas de lo que cada edad debe saber; y así sucesivamente.
Micaela se sorprendió con las respuestas que describían una cultura muy competitiva que convertía a los niños preescolares en trofeos académicos. De modo que decide publicar su propia lista de lo que un niño de 4 años debería saber. Reseñaré lo que escribió.
Nuestro hijo debe saber que es amado por completo y sin condiciones, todo el tiempo. Debe saber que está a salvo y cómo hacer para mantenerse a salvo en público y en compañía de los demás, en las situaciones más diversas. Debe saber que puede confiar en sus instintos sobre la gente y que nunca tiene que hacer algo con lo que no se sienta bien, no importa quién se lo esté pidiendo. Debe saber cuáles son sus derechos personales y que su familia la respalda. El niño debe saber reír, actuar y usar su imaginación. Debe saber que está bien pintar el cielo de naranja y dibujar a los gatos con 6 patas si es que él lo ve así. Debe conocer sus propios intereses y ser alentado a procurarlos.
Debiéramos darle menos importancia a aprender los números porque lo aprenderán de  modo casual llegado el momento; mientras tanto no pasa nada si se le deja sumergirse en  barcos con cohetes, dibujos de  dinosaurios o jugar en el barro.
El niño debe saber que el mundo es mágico y que él es maravilloso, brillante, creativo,  compasivo y que es tan digno pasar el día fuera de la escuela haciendo cadenas de margarita, pasteles de barro y casas de hadas que asistir a la escuela.
Pero lo más importante es lo que los padres necesitan saber: que cada niño aprende a  caminar, hablar, leer y hacer álgebra a su propio ritmo y que apurarlo no tendrá ningún impacto sobre lo bien que caminará, hablará, leerá o hará álgebra en el futuro. Que el mayor predictor del alto rendimiento académico y altas puntuaciones en las pruebas de logros al final de la secundaria es la lectura de  los niños y no la disponibilidad de tarjetas,  juguetes o computadoras, siempre que mamá o papá se tomen el tiempo cada día para sentarse a leer con sus hijos.
Ser el niño más listo o realizado en clase nunca ha tenido algo que ver con ser el más feliz. Estamos tan atrapados en el intento de dar a nuestros hijos  "ventajas " que los estamos obligando a vivir una vida multitareas estresante como la de los adultos, cuando una de las mayores ventajas que podemos dar a nuestros hijos es un infancia simple y   despreocupada.
Es deseable que nuestros hijos estén rodeados de libros, la naturaleza, materiales de arte y tener la libertad para explorarlos. La mayoría de nosotros podría deshacerse del 90% de los juguetes de nuestros hijos y no los echarían de menos,  aunque es importante  conservar algunos: los juguetes de construcción como legos y bloques,  juguetes creativos con todo tipo de materiales de arte, instrumentos musicales y muchos libros. Además, deben tener la libertad de explorar con frijoles secos, amasar el pan, hacer garabatos con pintura, muñecos con plastilina, jugar con grama y barro.
Nuestros hijos necesitan padres que se sienten y los escuchen, con quienes hacer manualidades, que se tomen el tiempo para leerles historias y hasta actuar a veces como   tontos con ellos. Ellos tienen derecho a saber que son una prioridad para  nosotros y que de verdad amamos estar con ellos.
Ud. como padre o madre ¿qué espera que aprenda su hijo de 4años?

martes, noviembre 19, 2013

Lo que las madres deben aprender de los canguros

Lo que las madres deben aprender de los canguros

Bebé en incubadora
A no ser que haya problemas respiratorios, los expertos recomiendan menos cuidados intensivos y más cuidados "canguro".
Las madres de bebés prematuros que los mantienen bajo un tratamiento de "canguro"-es decir, cerca de ellas, piel con piel- podrían disminuir considerablemente su riesgo de muerte y discapacidad.
Así lo cree la profesora Joy Lawn, quien ha propuesto que son los "cuidados canguro" y no los costosos cuidados intensivos, la clave para estos pequeños.
Al año, unos 15 millones de bebés nacen de 37 semanas o menos de gestación. Cerca de un millón de ellos muere.
De los que sobreviven, poco menos del 3% queda con discapacidad moderada o severa y 4,4% con impedimentos leves.
"La percepción es que se necesitan cuidados intensivos para los bebés prematuros", explica Lawn, quien es profesora de la London School of Hygiene and Tropical Medicine (LSHTM).
"Pero el 85% de los bebés prematuros nacen con seis semanas como máximo de adelanto. Ellos necesitan ayuda para alimentarse, control de temperatura y están más susceptibles a las infecciones", explica la académica.
"Sólo antes de la semana 32 es que sus pulmones están inmaduros y necesitan ayuda con un respirador. A menos que haya problemas para respirar, los cuidados canguro resultan de hecho mejores, ya que promueven el amamantamiento y reducen las infecciones".

ONU coincide

En el marco del Día Mundial del Nacimiento Prematuro, que se celebrará el domingo 17 de noviembre, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, comentó: "Tres cuartos del millón de bebés que mueren cada año por complicaciones asociadas a haber nacido prematuros podrían haberse salvado con intervenciones efectivas, incluso sin contar con instalaciones de cuidados intensivos".
Duncan Wilbur, de la fundación Bliss de Reino Unido, para ayudar a familias con niños prematuros, asegura que el cuidado canguro tiene trascendencia a nivel global.
Madre con cuidados canguro
Los cuidados canguro ayudan a regularizar la respiración y frecuencia cardíaca del bebé.
"Mientras el cuidado canguro salva vidas en países de África, también puede tener una importancia vital para los bebés que llegan antes de lo esperado en todo el mundo".
"Acá en Reino Unido la tecnología es extremadamente avanzada, pero algo tan simple como darle a un bebé un cuidado canguro, piel con piel, puede ayudar a que su respiración y frecuencia cardíaca sea más regular, puede aliviar la incomodidad de un bebé durante ciertos procedimientos médicos y, lo más importante, puede beneficiar a la lactancia materna y la unión entre el bebé y los padres".

Riesgos del embarazo

Estudios que serán publicados este fin de semana en la revista Pediatric Research muestran que los bebés varones son 14% más propensos a nacer prematuramente. Estos tienen, a su vez, mayor probabilidad de morir o presentar discapacidades que las niñas.
Las discapacidades más comunes incluyen trastornos de aprendizaje y parálisis cerebral.
"Una explicación parcial para el mayor número de nacimientos prematuros de niños es que las mujeres embarazadas de varones son más propensas a tener problemas de placentas, preeclampsia y presión alta, todos trastornos asociados a nacimientos prematuros", explica Lawn.
"Los bebés varones tienen una mayor probabilidad de infecciones, ictericia, complicaciones en el parto y condiciones congénitas, pero el mayor riesgo para los bebés varones se debe a los nacimientos prematuros".
"Para dos bebés nacidos prematuros en el mismo nivel, el niño tendrá mayor riesgo de muerte y discapacidad en comparación con la niña".
"Incluso en el útero, las niñas maduran más rápidamente que los niños, lo que les da ventaja, ya que tienen los pulmones y otros órganos más desarrollados".

Contexto

domingo, noviembre 17, 2013

Los siete alimentos que no deberían estar en su despensa

Los siete alimentos que no deberían estar en su despensa

Comida poco saludable. Foto de archivo
Un anuncio de la Agencia de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) asegurando que las grasas trans ya no serán consideradas seguras generó grandes titulares en los medios de comunicación y, para muchos, la sensación de que la medida solucionará muchos de los problemas de salud de los estadounidenses.
Sin embargo, el entusiasmo desmedido de algunos deberá ser redimensionado, porque más allá de las grasas trans otros peligros permanecen escondidos en los alimentos.
La realidad es que desde hace años se han estado tomado medidas para reducir el consumo de grasas trans. Desde 1999 se propuso que los fabricantes indicaran el contenido de grasas trans en las etiquetas y en 2006 esta norma entró en vigor.
Como resultado, "desde 2005 los fabricantes de comida han reducido voluntariamente las cantidades de grasas trans en sus productos alimenticios en más de 73%", según se asegura en un comunicado de la Asociación de Productores de Alimentos (GMA por sus siglas en inglés).
La misma FDA reveló que el consumo de grasas trans entre los estadounidenses se redujo de 4.6g por día en 2003 a alrededor de 1g por día en 2012. Y que sólo el 12% de los alimentos empaquetados contienen un aceite parcialmente hidrógenado.
No obstante, hay algunos alimentos que aún contienen grasas trans y que -en caso de que se apruebe la nueva disposición- sus fabricantes deberán modificar la forma que los producen. Algo que potencialmente, podría aumentar sus costos.
"Va a ser un proceso más complicado para el fabricante, pues usaban algo que antes era bien barato y accesible", explica a BBC Mundo el médico internista, Jorge Loredo, especialista en medicina bariátrica.

La lista

Margarina
Algunos alimentos se pueden sustituir por productos naturales o con menos grasa.
En la lista de los alimentos "señalados" están:

1. Galletas saladas, dulces, pasteles congelados y otros alimentos horneados

Estos productos generalmente contienen grasas trans -a las que se le agregan átomos de hidrógeno para hacerlo sólido- con la intención de hacerlas más ligeras y menos "aceitosas". Sin embargo, los expertos aseguran que no son absolutamente necesarios.
"No sería necesario sustituirlas, ya que las grasas 'buenas' juegan el mismo papel. Sólo que son más caras, cuando menos para la industria de los alimentos, pero tienen menos riesgos y son más saludables", explica a BBC Mundo, el químico en alimentos Fidel Belmares.

2. Palomitas de maíz para el microondas

Las grasas trans o sólidas se utilizan en estos productos a efectos de su conservación. Para sustituirlos, los médicos sugieren recurrir a la manera tradicional de preparación (con aceite líquido en casa).
"Mientras más líquida la grasa, menos manipulada, más natural. El aceite de oliva se puede usar y no es un trans", explica Loredo.

3. Pizzas y productos congelados

Algunos productos congelados contienen grasas trans para prolongar su duración en el mercado. Los expertos sugieren iniciar la práctica de comprar los productos frescos y congelarlos en casa.
En caso contrario, Loredo asegura que ya existen alimentos congelados que no las contienen.
"Hay compañías que venden papas fritas o snacks que ponen en su empaque que no han usado ningún tipo de trans en el alimento", explica.

4. Mantecas vegetales y margarinas en barra

Cambiar el aceite vegetal líquido en sólido requiere un cambio químico. Por ello, se recomienda que los consumidores usen mantequilla en lugar de margarina porque, según explica Loredo, aunque de origen animal es mejor metabolizada por el cuerpo.
"La margarina y otros tipos de grasa sólida definitivamente no se deben usar. Se puede sustituir con aceite de oliva", dice.

5. Cremas para café

A pesar de que también existen versiones de este producto sin grasa trans, los médicos insisten en que se pueden usar sustitutos menos dañiños.
"Se puede cambiar por leche natural, descremada o leche de soya", dice Loredo.

6. Productos de masa refrigerada (bollos y rollos de canela)

En estos productos, el uso de las grasas trans tiene dos usos principales -la conservación y la suavidad de la masa, por ello, se cree que los fabricantes podrían utilizar otros tipos de aceite (canola, maiz, etc) en su producción, aún a pesar de que representaría una modificación en los costos.
Sin embargo, algunos expertos creen que hay un nuevo peligro: el que los fabricantes busquen nuevos aditivos -no necesariamente más seguros- que prolongen la vida de los productos en refrigeración de forma parecida a como lo hacen las grasas trans.

7. Glaseados listos para usar

Los glaseados "listos para usar" son utilizados usualmente en repostería y contienen grasas trans que los mantienen sólidos y estables por más tiempo a temperatura ambiente.
A pesar de que las empresas están buscando sustitutos que mantengan la consistencia, numerosos expertos aseguran que la mejor opción es hacer el glaseado en casa "desde cero" -utilizando azúcar, mantequilla, leche y vainilla naturales.

Otros peligros

Etiqueta transfat
Las etiquetas señalan la cantidad de grasas trans que contienen los alimentos.
Gracias a las etiquetas en vigor desde 2006, es posible saber la cantidad de grasas trans que contienen los alimentos empaquetados.
Sin embargo, los científicos piden estar atentos a los productos en los que las grasas trans no están especificadas, como los que se venden a granel, la pastelería y las papas fritas en los restaurantes.
"A menos que no estés en la cocina no se puede saber. Lo que se tiene que hacer es elegir las opciones menos fritas y más naturales del menú. Evitar la margarina y pedir aceite de oliva para el pan", recomienda Loredo.
Sin embargo, los expertos insisten en advertir que la solución al problema de salud y obesidad de la población no radica sólo en el veto.
Habría que hacer modificaciones importantes en los hábitos de consumo -como leer las etiquetas, no reutilizar los aceites y medir las cantidades.
"Lo que se requiere es modificar los hábitos alimenticios, pues si hay un exceso de consumo de alimentos, las otras biomoléculas -como los carbohidratos y las proteínas- se convierten en grasas y pueden ser peores que las trans", explica Belmares.
"Si la alimentación es moderada, sí es una buena iniciativa. Pero si siguen los excesos, de muy poco servirá", asegura. "Si se consumen más alimentos de los que se requieren, la consecuencia es mala salud y mala calidad de vida".

eficacia de la consejería nutricional a madres y cuidadoras en el estado nutricional de niños menores de 5 años

Revisión Sistemática sobre la eficacia de la consejería nutricional a madres y cuidadoras en el estado nutricional de niños menores de 5 años



Por Anibal Velasquez

La familia y la madre en particular tienen una importante influencia en el estado nutricional de los niños de zonas pobres, en consecuencia, la persona responsable por el cuidado del niño debe tener el tiempo, los conocimientos y las destrezas adecuadas relacionadas con la adecuada distribución de los alimentos dentro de la familia, el suministro de ciertos alimentos a niños menores de dos años y medidas de higiene y cuidado del niño enfermo.  Por esta razón las consejerías nutricionales han demostrado importantes efectos sobre el aumento de las coberturas de lactancia materna exclusiva, aunque menos para mejorar la alimentación complementaria.


Objetivo

El objetivo de la revisión sistemática fue actualizar la situación actual de la evidencia sobre el impacto de las consejerías en la reducción de la desnutrición de niños menores de dos años en países en desarrollo y en poblaciones de escasos recursos.

Métodos

La búsqueda se realizó en las bases de datos Medline y Cochrane Library que fueron indizados al 05 de noviembre del 2010. Se utilizaron criterios de elegibilidad (madres  y/o cuidadoras de niños de 0 a 24 meses expuestas a consejerías y que midieron su efecto en el estado nutricional. Luego se evaluó la calidad de los artículos que cumplían con estos criterios y finalmente se realizó un meta-análisis de los resultados de aquellos estudios seleccionados que tuvieron la información disponible.
    
Resultados

En Medline se encontró 544 referencias de los cuales se seleccionaron 31 artículos para su revisión del texto completo. Se evaluó la calidad de la investigación de estos artículos de los cuales quedaron 6 artículos que sirvieron para el meta-análisis y conclusiones de esta revisión. Estas investigaciones fueron publicadas entre 1992 y el 2008, cuatro de los estudios son experimentos con grupo control y asignación aleatoria, y dos de ellos, además fueron simple ciego.

El meta-análisis de la eficacia de las consejerías en los puntajes Z de peso para la edad y puntajes Z de peso para la talla muestra que las consejerías nutricionales incrementan el peso correspondiente a cada edad y a cada talla más que en los niños de los grupos control. La ganancia de peso en los puntajes Z de peso para la talla es de 0.3961 (IC 95%: 0.1301; 0.6621) y la ganancia de peso en los puntajes de Z de peso para la edad es de 0.4814 (IC 95%: 0.2143; 0.7485).  Tres de los estudios seleccionados mostraron impacto de las consejerías nutricionales en la ganancia de la talla de los niños.











Kramer y col. (2002)(M. S. Kramer, et al., 2002) muestran que en su investigación hubo mayor ganancia de peso para la edad en el grupo experimental  que en el control, desde el primer mes de nacido hasta los 9 meses de edad la ganancia de peso oscila entre 58 y 106 gramos[1]. La diferencia fue mayor en los niños de 3 meses (106 g de diferencia). G. S. Guldan, et al.(2000) reportaron que los niños que participaron del programa de consejería nutricional tuvieron mayor crecimiento en peso que el grupo control a los 12 meses de edad (diferencia de puntaje Z de peso para la edad = 0.76). En un modelo de regresión para explicar el puntaje Z del peso para la edad, las variables independientes que explicaron el 26% de la variación de este puntaje fueron la edad del niño y la interacción entre la intervención y la edad del niño. Brown y col. (Brown, 1992) concluyeron que los niños de 4 a 16 meses de edad del grupo experimental pesaron 0.5 Kg más que el grupo control después de 5 meses de intervención. (Bhandari, et al., 2001) probaron que los niños de niños de 26 a 38 semanas que recibieron suplementos alimentarios y consejería ganaron  250 g más de peso que el grupo que solo recibió visitas domiciliarias y 100 gramos más de peso cuando se comparó con el grupo sin ninguna intervención (control). Santos y col. (Santos, et al., 2001) reportaron que el efecto de la consejería en el peso fue mayor cuando los niños tuvieron de 12 a 18 meses de edad después de 180 días de intervención. El aumento de peso a los 180 días después de la primera consulta inicial fue significativamente mayor en el grupo que recibió la consejería (350 g más). El grupo de intervención  mejora en términos de puntaje Z, en el peso para la edad y peso para la talla los 12 a 18 meses de edad. Las diferencias entre el grupo experimental y control fueron 0.31 para el puntaje Z de peso para la edad y de 0.28 para el puntaje Z de peso para la talla. Zaman y col.(Zaman, et al., 2008) probaron que a los 180 días después del reclutamiento, el puntaje de Z del el peso para la edad fue significativamente mayor en el grupo de intervención (diferencia entre el grupo experimental y control = 0.546), y la diferencia del puntaje de Z del peso para la talla entre el grupo experimental y control fue 0.508.

Evidencias sobre el impacto de la consejería nutricional en la talla de niños menores de 24 meses de edad

Kramer y col. (2002) probaron que las consejerías en lactancia materna incrementaron la talla en más de 0.31 – 0.50 cm en niños de 3 a 9 meses de edad. Guldan y col.(2000) mostraron que los niños que recibieron consejería nutricional tuvieron mayor talla que el grupo control a los 12 meses de edad, mostraron una diferencia positiva en el puntaje Z de talla para la edad (0.64 de diferencia entre el grupo experimental y el control) y que el 9% de la variación de este puntaje es explicado por la edad del niño, el ingreso económico del hogar, y la interacción entre la intervención con consejerías y la educación de la madre.  Bandhari y col.  (2001) demostraron que los niños de 4 a 12 meses que reciben suplementos alimentarios y consejería ganaron 0,4 cm más de talla que el grupo que recibió solo visitas. Santos y col. (2001) no encontraron diferencias significativas en la ganancia de la talla de los niños expuestos a las consejerías nutricionales. Zaman y col. (Zaman, et al., 2008) encontraron diferencias en el puntaje Z de talla para la edad solo en el grupo de 6 a 9 meses de edad y luego de 180 días de intervención.

Evidencias sobre el impacto de programas en reducir la desnutrición infantil

Guldan y col. (G. S. Guldan, et al., 2000) mostraron que las consejerías nutricionales por educadores comunitarios reducen la desnutrición crónica y global. Con la intervención durante un año se redujo la desnutrición crónica total  (puntaje Z de talla para la edad ≤ -2) en 3% comparado con el grupo control y la desnutrición global (puntaje Z de peso para la edad  ≤ -2) se redujo en 3% también. Brown y col. (1992) reportaron que con las consejerías nutricionales realizadas por consejeros comunitarios durante seis meses tuvieron un impacto neto de reducción de la desnutrición global severa en 21% (diferencia de las diferencias de la medición basal y el grupo control).

Marco conceptual explicativo del impacto de las consejerías nutricionales en el crecimiento infantil

El impacto de las consejerías en la nutrición infantil se explica porque la desnutrición infantil en gran medida depende del cuidado que el niño recibe en el hogar (Reyes H, 2004). Se ha sostenido que las madres tienen un rol fundamental en este cuidado y que sus prácticas, creencias y tiempo dedicado al niño afecta la salud y nutrición de sus hijos (Reyes H, 2004). Es importante reconocer que sin modificar las condiciones económicas del hogar o de suministrar alimentos se puede mejorar la nutrición infantil. Esto se puede lograr mediante consejerías nutricionales dirigidas a las madres para mejorar los conocimientos, modificar las creencias y prácticas que ponen en riesgo la salud del niño, y proponer recomendaciones de soluciones prácticas para sostener la lactancia materna y mejorar la alimentación complementaria de los niños. Estas recomendaciones deberán ser realizadas tomando en consideración las limitaciones de tiempo y recursos de la madre, la falta de acceso y disponibilidad de alimentos, los valores culturales y el nivel educativo de la madre (Borooah, 2002; Charmarbagwala R, 2004; Reyes H, 2004; Smith L, 2000).

Así mismo, se reconoce que los programas de asistencia o seguridad alimentaria por sí solos tienen limitados efectos sobre la desnutrición si es que no se complementa con consejerías nutricionales (Bhandari, et al., 2001; Simondon, 1996). Bhandari y col.(2001) probaron que la suplementación de alimentos con consejería durante seis meses mejoraba el peso y la talla de niños mayores de 12 meses de edad.

En la Fig. 1 se muestra un marco conceptual explicativo del impacto de las consejerías en el crecimiento infantil. Las consejerías nutricionales están dirigidas principalmente a reforzar la práctica de lactancia materna precoz y exclusiva durante los primeros seis meses de edad y luego mejorar la alimentación complementaria a partir de los 6 meses de edad.

La baja prevalencia de lactancia materna y la inadecuada alimentación complementaria son causa de la mortalidad infantil y obviamente de la desnutrición infantil(Hill, 2005; WHO, 1998), por consiguiente la lactancia materna reduce la morbilidad y mortalidad infantil y permite ganancia de peso y talla (Hill, 2005). Esto se sustenta en otros estudios que han probado el impacto de la lactancia materna en la reducción de la mortalidad y morbilidad de niños causadas por diarreas (Barros, 1995; Haider, et al., 1996; Morrow, et al., 1999); y el impacto de la lactancia materna en la ganancia de peso(Ashworth, 2001)Asimismo, existe una fuerte asociación entre la alimentación complementaria y una reducción de la mortalidad en los niños entre los 6 y los 11 meses de edad. A medida que un bebé crece y empieza a ser más activo, la leche materna sola no es suficiente para satisfacer por completo sus requerimientos nutricionales. A partir de los seis meses se deben introducir mezclas convenientemente preparadas de alimentos semi-sólidos para complementar el consumo de leche materna y así suplir los requerimientos de nutrientes esenciales y energía(Brown K, 1998). El consumo de cantidades suficientes de alimentos complementarios generalmente se traduce en un crecimiento adecuado del niño(Brown K, 1998). Sin embargo, muchas veces los alimentos complementarios no se ajustan a las necesidades de densidad de energía y concentración o calidad de micronutrientes, además de que en ocasiones se los prepara, almacena y suministra de manera que aumentan el riesgo de enfermedad del niño (Caulfield LE, 1999).

Por esta razón, las consejerías están centradas en modificar comportamientos para la alimentación de niños menores de 6 meses y de niños de 6 a 24 meses. No es sencillo modificar comportamientos en estos dos momentos críticos para el estado nutricional. En el caso de la lactancia materna, si la madre no recibe al niño a las pocas horas de nacido para la lactancia materna es muy probable que se reduzca la calidad y cantidad de leche materna (Hill, 2005). Mantener la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses dependerá de las costumbres y el tiempo que la madre pueda disponer para efectuar esta práctica, así como de la forma cómo enfrenta las interrupciones de la lactancia que se producen por lesiones en las mamas o por enfermedad del niño(Hill, 2005). A su vez, la alimentación complementaria adecuada depende del acceso y disponibilidad de alimentos, de los conocimientos, creencias, costumbres de las madres y la familia, así como del nivel educativo de la madre y el tiempo que la madre dispone para atender a sus hijos(Hill, 2005).

En la revisión de Hill (Hill, 2005) se han identificado los comportamientos que requieren ser tomados en cuenta para implementar programas de consejería que pretendan mejorar la alimentación complementaria (Ver Cuadro 1). Básicamente refiere que la persona responsable por el cuidado del niño debe tener el tiempo, los conocimientos y las destrezas adecuadas para la alimentación del niño vinculadas. Además debe saber procesar y manipular los alimentos de manera higiénica y segura. En el ámbito más general del hogar y la comunidad, los principales factores que pueden influir en su capacidad para proveer un buen cuidado son: i) educación, conocimiento y creencias; ii) carga laboral y limitaciones de tiempo; iii) salud y estado alimenticio; iv) salud mental, nivel de tensión y confianza en sí mismo; v) autonomía y control de recursos y asignaciones dentro del hogar; vi) apoyo social por parte de miembros de la familia y de la comunidad (Brown K, 1998)

Las intervenciones que modifican comportamientos tendrán que considerar también otros factores moderadores como son la higiene de los alimentos y el nivel educativo y hábitos culturales de las madres. Esrey y Feachem (Esrey SA, 1989) estudiaron la importancia de la higiene de los alimentos en la prevención de las muertes infantiles. Una buena higiene de los alimentos es esencial para romper el ciclo de desnutrición-infección y para promover un buen crecimiento. Es posible que los alimentos crudos alberguen patógenos, como también es posible que se introduzcan durante el procesamiento, preparación, suministro o almacenamiento después de cocinarlas. Entre las fuentes de contaminación figuran el agua contaminada, envases y utensilios de cocina sucios, manos contaminadas, ambiente contaminado (suelo, polvo, agua de riego y aguas negras, excretas humanas y animales, abono), animales domésticos, moscas y plagas (Brown K, 1998). Existen barreras efectivas contra la contaminación de los alimentos como son las técnicas simples de procesamiento y manipulación; tal es el caso del lavado de manos antes de preparar los alimentos, el consumo de alimentos recién preparados, y evitar el uso de biberones y chupones. Sin embargo, en las comunidades de bajos ingresos tienen limitaciones para una adecuada manipulación de los alimentos, como por ejemplo la carencia de jabón, agua limpia, falta de combustible necesario para el hervir el agua y cocinar bien los alimentos, ausencia de instalaciones para el almacenamiento seguro, y la escasez de tiempo y conocimientos(WHO, 1996b).

Cuadro 1. Comportamientos de alimentación apropiados para los niños menores de 24 meses


Comportamientos de alimentación apropiados

■ Adaptación del método de alimentación a las capacidades psicomotoras del niño
— capacidad para manejar la cuchara
— capacidad de mascar o masticar
— uso de pequeños bocadillos que pueda agarrar con la mano
■ Actividad del alimentador, a saber:
— estimular al niño para que coma
— ofrecerle alimentos adicionales
— instarlo a que repita
■ Capacidad de respuesta del alimentador, a saber:
— relación afectiva entre el niño y el alimentador
— coordinación de la alimentación
— estilo de interacción positivo o de confrontación
■ Ambiente en el que ocurre la alimentación, a saber:
— organización, frecuencia y regularidad de los momentos dedicados a la alimentación
— si el niño esta supervisado y protegido mientras come
— distracción durante los momentos dedicados a la alimentación
Fuente: Brown, Dewey y Allen, 1998 (Reportado en Hill, 2005)



A su vez, los resultados de las intervenciones que modifican el comportamiento están condicionados por el nivel educativo de la madre (G. Guldan, 1993). Esto se debe a que las madres mejor educadas pueden ser capaces de hacer un mejor uso de la información disponible para mejorar la calidad de los alimentos de los niños, hacer uso más eficiente de los servicios de salud (Borooah, 2002; Reyes H, 2004; Smith L, 2000). También se ha reportado que la escolaridad primaria o la alfabetización funcional son suficientes  para mejorar las prácticas de alimentación(Charmarbagwala R, 2004) por lo que las intervenciones con consejerías pueden ser efectivas en áreas de escasos recursos y de bajo nivel educativo.


Estado nutricional
 < 6 meses de edad
Fig. 1. Marco conceptual explicativo del efecto de las consejerías en la nutrición infantil

Estado nutricional del niño de 6 a 24 meses de edad
Rol de la madre
Nivel educativo, conocimientos, prácticas, creencias y tiempo dedicado al cuidado del niño
Lactancia materna
Lactancia materna y alimentación complementaria adecuada
Menor morbilidad por enfermedades transmisibles
Prácticas de higiene, control de niño sano y manejo del niño enfermo 
Acceso y disponibilidad de alimentos

Consejería para mejorar prácticas
Consejería para proponer soluciones adaptadas al contexto socio-económico y educativo de la madre
 
















Estas circunstancias generan la necesidad de no solo informar a las madres sino de hacer un proceso intensivo y personalizado de atención de la madre y el niño menor de 2 años, que incluya consejerías nutricionales con visitas y demostraciones para mejorar las prácticas de lactancia materna, alimentación complementaria, higiene y cuidado del niño sano y enfermo.  Dado que estas prácticas dependen del entorno familiar y de la comunidad es necesario que las consejerías incluyan propuestas de solución para mejorar las prácticas y hacer que las recomendaciones se implementen de forma efectiva.

En consecuencia, es importante conocer cuáles son las estrategias para brindar las consejerías nutricionales que han demostrado impacto en el crecimiento infantil. A continuación se analiza las estrategias de consejerías nutricionales probadas en las investigaciones seleccionadas en esta revisión.

Estrategias y técnicas de consejería nutricional con impacto en el crecimiento de niños menores de 24 meses de edad

Las investigaciones seleccionadas han probado diversas estrategias y técnicas para desarrollar las consejerías. Según lo mostrado en la Tabla 4 se pueden clasificar dos estrategias para implementar consejerías: i) consejerías realizadas por los servicios de salud (M. S. Kramer, et al., 2002; Santos, et al., 2001); ii) consejerías realizadas en los hogares(Bhandari, et al., 2001; Brown, 1992; G. S. Guldan, et al., 2000); y iii) estrategias mixtas con consejerías en los servicios de salud y por consejeras madres (Zaman, et al., 2008).

Las técnicas de consejería empleadas en las visitas domiciliarias fueron capacitaciones, demostraciones, toma de decisiones negociadas, uso de cartillas dirigida a las madres, cuidadoras y familia.

Tabla 4. Características de las estrategias y técnicas de las consejerías nutricionales realizadas en los estudios seleccionados de la revisión sistemática “Impacto de las consejerías nutricionales en el crecimiento de niños menores de 24 meses”, 2010

Estudio
Población objetivo
Objetivo de la consejería
Lugar y responsable de la consejería
Metodología, guía, protocolo de la consejería
Intensidad de la consejería
Kramer y col. (2002)


Recién nacidos y seguimiento hasta los 12 meses de edad
Lactancia precoz, lactancia materna, prolongación de la lactancia materna y reducir las infecciones en los niños
Hospitales que atienden partos

Profesionales de la salud
Iniciativa de Hospitales Amigos de los Niños de la OMS/UNICEF
Curso a los jefes de obstetricia y pediatría. Programa de entrenamiento durante un año en cada servicio del hospital para  los médicos y enfermeras
Consultas en el servicio a las madres a los 1, 2, 3, 6, 9 y 12 meses de edad del niño
Guldan y col. (2000)



Recién nacidos y seguimiento por un año
Reducir la desnutrición en áreas rurales y incrementar la prevalencia de la lactancia materna y mejorar la alimentación complementaria.

Los hogares de madres con niños recién nacidos (visitas domiciliarias)
A cargo de educadores nutricionales de la comunidad
Guía de alimentación y tabla de crecimiento
A lo largo del año de la   intervención, se llevaron a cabo tres sesiones de capacitación para los educadores comunitarios sobre alimentación infantil con base en las guías de la UNICEF, la OMS y la UNESCO en China.
Visitas domiciliarias mensuales
Brown y col (1992)

Niños de 4 a 28 meses de edad
Desarrollar mensajes factibles para alimentación complementaria y lactancia materna
Visitas domiciliarias a cargo de trabajadores comunitarios
capacitados en alimentación complementaria
Demostraciones de recetas de cocina
Se realizaron capacitaciones a los trabajadores comunitarios
La consejería fue orientada a la familia, con la participación del niño, madre, padre y abuela.
Enfoque de enseñanza familiar
Seguimiento mensual
Bhandari y col. (2001)

Niños mayores de 4 meses de   edad
Evaluar el impacto del suplemento alimenticio con consejería nutricional
Visitas domiciliarias a cargo de nutricionistas entrenados
30 a 45 minutos de consejería nutricional mensual por los nutricionistas capacitados.
Con base en la disponibilidad alimentaria en los hogares se realizó un plan de alimentación para el niño y se realizaron soluciones para los problemas detectados utilizando una guía de orientación nutricional adaptada culturalmente.
Técnica de consejería: proceso de toma de decisiones negociadas con el médico para introducir cambios específicos y aplicables en la alimentación del niño Visitas domiciliarias
Visitas para consejerías 2 veces por mes

Mediciones y seguimiento a los 6, 9 y 12 meses de edad

Santos y col.  (2001)
Niños menores de   18 meses
Mejorar alimentación del niño menor de 18 meses
Centros de salud a cargo de los médicos
Capacitaciones para los médicos en consejería nutricional.
Las consejerías con base en los módulos adaptados de la consejería de la madre y el manejo del niño enfermo de AIEPI.
Se utilizó una tarjeta con las recomendaciones resumidas que fue utilizada para ayudar al   médico en el proceso de consejería. Esta tarjeta se entregó a las madres para que les sirva de recuerdo.
Las visitas domiciliarias se realizaron 8, 45 y 180 días después de la consulta clínica inicial.
Zaman y col. (2008)

Niños de 6 a 24 meses de edad
Mejorar alimentación del niño menor de 24 meses
Las consejerías fueron realizadas por trabajadores de salud y las visitas domiciliarias estuvieron a cargo de otras madres
En cada centro de salud, madres visitadoras de salud fueron entrenadas en consejería nutricional para la alimentación del lactante con el módulo de consejería de la OMS/UNICEF del curso de capacitación de AIEPI y también en el desarrollo de habilidades de comunicación y asesoramiento. Se utilizó la tarjeta de consejería nutricional de AIEPI adaptada
Visitas a los hogares a los 15, 45 y 180 días después de que fueron reclutados.


Los mensajes de la consejería han sido diseñadas ad-hoc (Bhandari, et al., 2001; Brown, 1992), otras han utilizado el módulo de AIEPI de la OMS/UNICEF (Santos, et al., 2001; Zaman, et al., 2008), uno utilizó las guías de la Iniciativa de Hospitales Amigos de los Niños de la OMS/UNICEF y otro utilizó las guías de UNICEF/OMS/UNESCO(G. S. Guldan, et al., 2000).

La intensidad de exposición a las consejerías fue diferente en los estudios, desde visitas dos veces por mes(Bhandari, et al., 2001), mensuales(Brown, 1992; G. S. Guldan, et al., 2000), según edad: 1, 2, 3, 6, 9 y 12 meses de edad del niño (M. S. Kramer, et al., 2002); y 3 visitas durante 180 días (Santos, et al., 2001; Zaman, et al., 2008).

Los resultados del estudio de Kramer y col. (M. S. Kramer, et al., 2002) sobre la eficacia de las consejerías realizadas en Hospitales Amigos de los Niños para incrementar la cobertura de la lactancia materna exclusiva coinciden con otros estudios  que probaron que mediante el cambio de prácticas hospitalarias se puede incrementar la lactancia materna. El estudio de Zaman y col. (Zaman, et al., 2008) que mostró un efecto de la consejería realizada por pares en el incremento de la lactancia materna también fue probado en otras investigaciones reportadas por Hill (Hill, 2005), en estos estudios las madres que recibían alguna ayuda o ayuda de personas no profesionales tenían menos probabilidades de suspender la lactancia materna exclusiva que aquellas que no recibían ninguna ayuda. Hill (Hill, 2005) en su revisión considera que las estrategias comunitarias y la Iniciativa de Hospitales Amigos de los Niños tienen efecto en la lactancia materna porque proporcionan a la madre apoyo accesible, oportuno y acorde con sus necesidades.

Hill (2005) en su revisión reportó que las intervenciones que modifican el comportamiento de los padres, para mejorar la alimentación complementaria, a través de la consejería y un mayor apoyo familiar han logrado un éxito apenas moderado en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, en esta revisión se ha probado que la consejería nutricional tiene impacto en mejorar la alimentación complementaria y el crecimiento infantil en países en desarrollo como Brasil (Santos y col. 2001), Pakistán(Zaman, et al., 2008), India(Bhandari, et al., 2001), Bangladesh (Brown, 1992) y China (G. S. Guldan, et al., 2000)

En conclusión, el aumento de la cobertura de la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y el aumento de la ingesta de alimentos de calidad a partir de los 6 meses de edad, con la prolongación de la lactancia materna hasta los 2 años, tiene como resultado un aumento sustancial en el aumento de peso entre 6 y 24 meses de edad. En este sentido, las consejerías tienen un impacto positivo tanto en mejorar los conocimientos de las madres, modificar comportamientos y las prácticas de alimentación de los niños menores de 24 meses, así como en mejorar el crecimiento de los niños.

Las estrategias de consejería a través de los servicios de salud o por acción de personas de la comunidad o pares de madres con hijos son efectivas para mejorar las prácticas de alimentación y mejorar el crecimiento de los niños. Las técnicas que utilizan visitas domiciliarias con técnicas demostrativas de recetas de cocina y de toma de decisiones negociadas con planes de alimentación específicos parecen ser más efectivas para mejorar la alimentación y el crecimiento de los niños.

Los mensajes de las consejerías basados en guías de la OMS y UNICEF son útiles para estos programas adaptándolas a los patrones culturales y nivel educativo de las madres. Las consejerías que incluyen temas para mejorar la higiene y el cuidado de los niños enfermos, además de la alimentación infantil, son más efectivas porque reducen la morbilidad de los niños.

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