lunes, diciembre 17, 2018

Las neuronas sí se regeneran: 5 hábitos que le pueden ayudar

Las neuronas sí se regeneran: 5 hábitos que le pueden ayudar

La neurogénesis no es un mito: cómo y a qué edades se produce

regenerar neuronas
Durante décadas, fue una verdad asumida por todos: el ser humano nace con un número finito de neuronas que se van degradando y jamás son sustituidas. Fin. La vida regalaba a cada uno un paquete cerrado de estas células, que debían ser cuidadas con responsabilidad.
Pero ninguna verdad es absoluta: la ciencia se ha ocupado de probar que la generación de neuronas es también una realidad en otras edades y momentos del ciclo vital, no solo durante la etapa embrionaria. Es el proceso conocido como neurogénesis adulta; el cerebro fabrica nuevas neuronas que completan a las que cada uno ha desarrollado por la fusión del espermatozoide y el óvulo de los padres. Y las pone a funcionar.
Pero el cambio de paradigma no se circunscribe al hecho de que esta nueva verdad esté ya probada. Algunos estudios apuntan a que estos procesos deneurogénesis adulta se pueden propiciar, que se pueden precipitar y reforzar, asumiendo una serie de prácticas relacionadas con los hábitos y las rutinas.
Si bien existen opiniones encontradas sobre cuándo, por qué y con qué intensidad se desatan estos procesos de producción, docenas de investigaciones han comprobado que mediante la dieta, el ejercicio e, incluso, la práctica del sexo, es posible fomentar la neurogénesis y echar una mano al sacrificado cerebro. Siempre hacendoso. Siempre en marcha. Y crucial para vivir más y mejor.

1.400 nuevas cada día

Así cuantifica la producción un equipo de expertos en el Instituto Médico Karonlinska, en Suecia, tras analizar la concentración de carbono 14 en el ADN de las neuronas presentes en el hipocampo de personas fallecidas. Con su estudio, publicado por la revista Cell, constataron que “las neuronas se generan también durante la edad adulta y que puede contribuir al buen funcionamiento del cerebro”.
Pero van más allá. Los autores avanzan que estas nuevas neuronas pueden tener un valor fundamental para futuras investigaciones relacionadas con el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.
“Conocer esta realidad genera una expectativa. Se abre la puerta a desarrollar diferentes tratamientos que promuevan esta generación”, afirma Pablo Irimia, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra y vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que añade: “Ahondando en estas investigaciones se podría, de algún modo, ofrecer expectativas en algunas enfermedades”.
Afirma asimismo que estos procesos de neurogénesis adulta tienen un papel limitado, incapaz de corregir lesiones cerebrales serias, y que van mermando su efecto con la edad, pero que “nos dan pistas de que existe la posibilidad de inducir la aparición de neuronas a través de fármacos y tratamientos concretos”.
El catedrático de Biología Celular de la Universidad de Valencia José Manuel García Verdugo, no obstante, circunscribe estos puntos intensos de neurogénesis adulta a los primeros años de vida: “Posiblemente, estos procesos se den únicamente hasta los 7 años, siendo especialmente activos en el primer año de vida”.
Durante esa primera etapa, al patrón genético heredado de los padres se le suman otras neuronas que establecen nuevas redes y circuitos sinápticos, responsables de la asunción de nuevas habilidades. Por eso, García Verdugo habla más de trabajar por la plasticidad sináptica, “por fortalecer la capacidad exclusiva de las neuronas para cambiar y conectar distintos sentidos mediante el aprendizaje”, explica.
Al final, se trata de cuidarlas. El alcohol y las drogas matan a las neuronas y varían la plasticidad sináptica. También el tabaco, la contaminación o cualquier elemento que afecte negativamente al sistema nervioso. Y la falta de ejercicio mental o la soledad. “Las neuronas no mueren por exceso de actividad, sino por justamente lo contrario, por inactividad”, confirma el experto García Verdugo.
Pero numerosos estudios se han ocupado de establecer pautas y mecanismos para promover la neurogénesis adulta. Muchos investigadores han tratado de determinar cuáles son los procesos para alentar la creación de nuevas neuronas. Y los han transformado en consejos, en buenas prácticas para ayudar al cerebro en su silenciosa tarea. ¿Cómo? Aparentemente, es más sencillo de lo que cabía esperar.

5 hábitos que promueven la creación de neuronas

Sandrine Thuret, neurocientífica del King’s College de Londres, es una de las principales investigadoras de la neurogénesis del mundo. Ella sostiene con contundencia que el hipocampo continúa generando neuronas fundamentales para los procesos de aprendizaje y memoria durante toda la vida.
Thuret apunta además, con sus estudios, a que estos procesos pueden reforzarse adoptando unos hábitos de vida saludables. Y sus conclusiones se cruzan con las de otros muchos análisis que profundizan en estas pautas:
1. Ejercicio aeróbico. Científicos de la Universidad de Jyväskylä, en Finlandia, descubrieron que es una de las técnicas más adecuadas para aumentar la neurogénesis. La carrera o los ejercicios de resistencia se revelan como una práctica adecuada, aunque basta con “caminar a buen ritmo durante 30 minutos, cinco días a la semana”, como punto de partida, según el vocal de la SEN Pablo Irimia.
2. Alimentación. Apostar por la dieta mediterránea y por planes hipocalóricosparece ser, de nuevo, una decisión más que acertada. Aunque otros estudios dan un paso más, hablando de los flavonoides como alimentos que propician la neurogénesis adulta. Té verde, uvas rojas y, en definitiva, los alimentos ricos en antioxidantes, deben ser incluidos en la dieta habitual “por sus efectos positivos para evitar la degeneración celular”, apunta Irimia.
3. Sexo. El estudio publicado por la Us National Library of Medicine comprobó que el hipocampo produce neuronas nuevas cuando el cuerpo queda expuesto a la práctica del sexo de forma continuada, mejorando así la función cognitiva. Pero avisan: “La experiencia sexual repetida puede estimular la neurogénesis adulta siempre que esta persista en el tiempo”. Le toca a cada uno fijar el calendario.
4. Estrés y ansiedad bajo control. Es, también, factor determinante para el correcto funcionamiento del cerebro, para el mantenimiento de la plasticidad neuronal y para el fomento de procesos de neurogénesis más relevantes. Así, científicos de la Universidad de Oregon apuntan a que la meditación, entendida como un ejercicio que controla y elimina la tensión, es una práctica desencadenante de la generación de nuevas neuronas en la edad adulta. En conclusión: unos minutos al día para dejar la mente en blanco ayudarán al cerebro tanto en el corto como en el medio y largo plazo.
5. Mente siempre activa. Se trata, quizá, del consejo más relevante: “El aprendizaje genera conexiones entre las diferentes zonas del cerebro, y por eso es clave para que este se pueda anteponer a su deterioro”, explica el neurólogo Irimia, que añade: “No se trata únicamente de leer mucho, sino también de mantener una interacción social habitual y estimular al cerebro constantemente”.
El cerebro es cada día un poco menos insondable. De ello se ocupan los cientos de científicos que se afanan por desentrañar sus secretos y por intentar entenderlo para cuidarlo mejor. ¿El siguiente misterio por desvelar, el siguiente mito por derribar? Quién sabe. Pero lo que es seguro es que todavía queda mucho por conocer. Y que nuestros cerebros deberán estar listos para comprender todo aquello que todavía hoy ellos mismos esconden.

viernes, octubre 19, 2018

“Mi marido me descubrió un bulto en el pecho… y así me salvó la vida”

Día mundial del cáncer de mama: “Mi marido me descubrió un bulto en el pecho… y así me salvó la vida”

Catiana celebra la supervivencia. Este tipo de tumor afecta a más de 100.000 mujeres en España y cada año se suman 27.000 nuevos casos

Dia mundial contra el cancer de mama
GETTY
A Catiana Martínez, presidenta de la Asociación AMIGA de Murcia y miembro de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), la vida le dio un vuelco por una caricia de su marido, quien mejor conocía su cuerpo. Tenían un bebé de 15 meses en plena lactancia en aquel momento, que curiosamente no mamaba bien de un pecho y lo rechazaba. El mismo lado que su marido acarició y preguntó si aquel bulto que ella no había notado era normal. No lo era. “Fue él quien me descubrió el nódulo. Yo no me había dado cuenta; me lo palpé. Me entró pánico y vértigo: “Eso no estaba ahí antes. Un nódulo tarda muchos años en formarse”, cuenta Catiana, que cada Día Mundial del Cáncer de Mama, que se conmemora este jueves 19 de octubre, celebra la supervivencia.
“Desde que vimos el bulto hasta que recibí el diagnóstico pasaron tres meses, porque al principio mi médico de familia lo achacaba a la lactancia: quizá sería una inflamación de un conducto. Al comentarle los antecedentes de dos tías paternas masectomizadas me envió a un programa de detección… me hicieron varias pruebas… , pero como era un antecedente por vía paterna y no materna, no parecía grave. Tampoco le dieron importancia. Pero resultó ser un cáncer de mama en estadio III de IV: faltaba uno para metástasis. Cuando lo hablo con mi marido decimos que gracias a que él se dio cuenta me salvó la vida”.
Elevada tasa de supervivencia
Este tipo de tumor afecta a más de 100.000 mujeres en España y cada año se suman 27.000 nuevos casos, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Es decir, una de cada ocho mujeres lo desarrollará a lo largo de su vida. Por eso se recomienda a las mujeres, que aprendan a autoexplorarse, acudan a revisiones periódicas en caso de antecedentes familiares y se realicen una mamografía anual a partir de los 45 años.
¿Qué se busca en un autoexamen de pecho? Puede ser una alteración en la piel de la mama (como grietas, rojeces o asperezas) y cambios en el color de la areola, aumento del número de pequeñas venas visibles en el pecho, asimetrías evidentes en el tamaño de las mamas, pezón retraído hacia dentro, o algún pequeño bulto del tamaño de un guisante, inmóvil al tocarlo, que no tiene por qué doler. Con un diagnóstico precoz, la tasa de supervivencia asciende a un 82,2% en nuestro país y al 85% pasados cinco años, por encima de la media europea.
“Yo llevaba solo dos años casada, tenía mi trabajo, un niño pequeño… lo último que se te pasa por la cabeza es que vas a pasar un cáncer de mama con 31 años. Por eso fui sola a hacerme las pruebas, porque ni me lo planteaba como una posibilidad. Me hicieron de todo: mamografía, ecografía, punción… salí de allí llorando porque intuía que algo no iba bien, aunque todavía no me habían dado los resultados. Recomiendo siempre que las mujeres acudan acompañadas en las pruebas: el apoyo emocional es clave en esos primeros momentos en los que tienes tanta angustia”, señala la presidenta de AMIGA Murcia.
La última resonancia precipitó la cita con el cirujano: no sería posible una cirugía conservadora, sino que habría que extirpar inmediatamente toda la mama y después dar quimio. En aquel momento, año 2005, no se hacía una reconstrucción inmediata en Murcia, así que la operación para tener de nuevo el pecho retirado tendría que esperar un año.
Durante ese tiempo, Catiana tuvo que aprender a sobrellevar los cambios que sufría su cuerpo y conseguir que su hijo aceptase los biberones. “Lo más impactante fue la caída de cabello. Cada mañana me levantaba angustiada de la almohada por si veía ahí los mechones y cuando me lavaba la cabeza me quedaba con el pelo entre las manos. Fue mi madre quien empezó a buscar información en peluquerías para saber cuánto costaría una peluca fija de pelo natural: 900 euros. No la compramos enseguida porque al principio tienes la esperanza de que a ti no se te vaya a caer. Pero sucede, acaba sucediendo, es traumático y es también temporal. Puedes llevar un pañuelo o una peluca, lo que te haga sentir mejor. Yo no quería que mi hijo me extrañara y por eso compré una fija, por si me enganchaba del pelo y se me caía en la calle. Ni mi hijo ni mi marido me vieron sin ella y hasta que no supe que me estaba volviendo a crecer no me quité la peluca”.

Cómo explicar el cáncer a un niño

Uno de los miedos que comparten todas las madres diagnosticadas con cualquier cáncer, pero en este caso cáncer de mama, es el miedo a no estar. Como madre, pareja e hija se tiene miedo a no poder ser fuerte ante los demás, y esto hace que sea un cáncer con un componente de género importante. “Lo que más me pesaba era el “qué va a pasar con mi hijo”. Sientes, incluso, un poco de vergüenza porque eres débil y te puedes morir. Piensas que el niño se puede criar en un ambiente de miedo, de enfermedad, de inseguridad o uno en el que su madre no va a estar y eso atormenta mucho”, recuerda Catiana.
En su caso, durante el tratamiento -y la segunda supervivencia, porque el cáncer regresó inesperadamente un año después y se alojó en la cicatriz de su pecho extirpado y fue necesaria una nueva intervención, vaciamiento de la axila, quimio y radio- aprendió a normalizar la tristeza. Si su hijo Javier veía que lloraba y le preguntaba qué sucedía, la respuesta era sincera: “Mamá está triste”. Todo el proceso posterior de reconstrucción, prótesis… su hijo también lo vivió y recomienda apoyarse en literatura infantil adaptada a cada edad para hacer comprensible la enfermedad.
Según Angélica García, experta en Psicooncología de cáncer de mama por la Unidad de Psicooncología del Instituto Catalán de Oncología (Barcelona), lo recomendable es ayudar a los niños a anticipar ciertos cambios que surgirán en el sistema familia o a nivel físico en la madre. “En función de la edad del niño, él mismo irá demandando más detalles e información. Contestar a sus preocupaciones desde la información que el niño pueda integrar y tolerar es importante, reforzando aspectos de esperanza y seguridad en el niño”. En su experiencia clínica, la afectación psicológica depende de varios factores, y uno de los más importantes es cómo se está afrontando la noticia y el proceso de enfermedad en la familia. El apoyo de grupos de mujeres supervivientes y terapia contribuyen a mejorar las secuelas físicas y psicológicas.
En el caso de Catiana, después de la enfermedad, inesperadamente, la familia aumentó. Cuando recibió el primer diagnóstico, la pareja precisamente estaba planeando tener un segundo hijo, algo que se vio truncado durante el proceso de recuperación.
Habían descartado casi volver a ser padres… hasta que el ginecólogo preguntó, como si fuera lo más normal del mundo: “¿Te planteas volver a ser madre?”. La pregunta le pilló desprevenida. “Ah, pero ¿es posible?”. “A nivel físico y médico… no veo por qué no”. Consultó a su cirujano, a su oncólogo… y todos ellos coincidieron en señalar que no existía ningún riesgo para su salud ni la del bebé si volvía a quedarse embarazada.
Antiguamente, la creencia extendida era que las hormonas del embarazo reactivaban las células tumorales y ponían en grave peligro a la madre embarazada. Pero recientes investigaciones han desmitificado este punto y, previa consulta con los médicos, es perfectamente posible y seguro volver a ser madre después de un cáncer de mama. Ni siquiera las pacientes afectadas por los estrógenos positivos (ER-positivos) tendrían un riesgo de recaer o fallecer por ser madres.
“Sé que el testimonio de mi maternidad después del cáncer de mama es esperanzador para otras mujeres recién diagnosticadas a las que aún no les había dado tiempo a ser madres. Puedo decir que no solo es posible ser madre, sino que incluso se puede lactar. Mi hija Mara tuvo lactancia exclusiva durante los primeros meses. A todo se acostumbra uno, incluso a dar de mamar con un solo pecho”.

jueves, agosto 30, 2018

5 curiosidades sobre el semen que quizás no sabías

5 curiosidades sobre el semen que quizás no sabías (incluyendo que se llegó a pensar que transportaba adultos pequeñitos)

EspermatozoidesDerechos de autor de la imagenISTOCK/GETTY IMAGES
Aunque sea difícil de creerlo, todavía hay mucho por descubrir acerca del semen y los espermatozoides.
Pero también es cierto que mucho se ha avanzado desde el inicio de su estudio, hace unos pocos siglos, cuando la sola idea de interesarse en el tema era considerada indecente.
Pero tú, ¿qué tanto sabes acerca de este líquido viscoso fundamental para nuestra reproducción?
En BBC Mundo, te contamos cinco aspectos que quizás halles curiosos sobre los espermatozoides y la sustancia que los contiene: el semen.

1. Se pensaba que transportaba adultos miniatura

En su fascinante reportaje "The Long, Winding Tale of Sperm Science… and why it's finally headed in the right direction" ("La larga y sinuosa historia de la ciencia del semen y por qué finalmente se enrumbó hacia la dirección correcta"), Laura Poppick se adentra en el siglo XVII y XVIII para conocer las primeras teorías sobre el semen.
En el artículo, publicado en la página web del Instituto Smithsonian de Estados Unidos, Poppick dice que fue gracias al entonces revolucionario microscopio que los biólogos pudieron ver el semen "en toda su gloria".
Un folleto con el nombre de Anton van LeeuwenhoekDerechos de autor de la imagenISTOCK/GETTY IMAGES
Image captionAnton van Leeuwenhoek es considerado el padre de la microbiología.
"Estos primeros científicos del semen se encontraron a sí mismos con la tarea de responder las preguntas más básicas, por ejemplo: ¿Los espermatozoides son animales vivos? ¿Son parásitos? Y ¿cada espermatozoide contiene un pequeño humano adulto preformado acurrucado en su interior?", señala la escritora.
De acuerdo con la investigación de Poppick, el primer científico que se concentró en estudiar el semen fue el holandés Anton van Leeuwenhoek, quien pasó a la historia como el padre de la microbiología por su trabajo pionero en ese campo.
Van Leeuwenhoek desarrolló el primer microscopio compuesto y lo usó para analizar piojos y muestras de agua de lagos, a mediados de la década de 1670. Sin embargo, sus amigos lo urgieron a enfocar su instrumento a algo más.
"Pero preocupado porque escribir sobre el semen y el coito podría ser indecente, no avanzó. Finalmente, en 1677, cedió. Al examinar su propia eyaculación, quedó inmediatamente impactado por los pequeños 'animálculos' que encontró retorciéndose adentro", indica la autora.
No quiso compartir lo que descubrió con sus colegas. Pero decidió informarle a la Royal Society de Londres (la institución científica más importante de Inglaterra) sobre sus hallazgos.
Un recipienteDerechos de autor de la imagenISTOCK/GETTY IMAGES
Image captionEn la producción de esperma influyen varios factores.
"Si su Señoría cree que estas observaciones pueden molestar o escandalizar a los eruditos, le ruego encarecidamente a su Señoría que los considere privados y que los publique o los destruya como su Señoría lo considere oportuno", escribió el científico.
El presidente de ese órgano los publicó y de esa manera nació un nuevo campo de estudio de la biología.
Antes de eso, había muchas teorías sobre la reproducción.
Como indica el biólogo Bob Montgomerie, de la Universidad de Queen en Canadá -quien es citado por Poppick- se llegó a pensar que "el vapor emitido por la eyaculación masculina de alguna manera estimulaba a las mujeres a hacer bebés, mientras que otros creían que los hombres en realidad fabricaban los bebés y los transfería a las hembras para su incubación".
Tras los hallazgos de van Leeuwenhoek, "pasaron aproximadamente 200 años antes de que los científicos se pusieran de acuerdo sobre cómo se formaban los seres humanos".
Algunos creían que cada espermatozoide tenía un diminuto ser humano completamente preformado.

2. La ropa interior afecta su calidad

Si lo que quieres es mejorar la calidad de tus espermatozoides, piensa en usar más bóxers.
Y es que un estudio de la Escuela de Salud Pública de Universidad de Harvard publicado el 8 de agosto parece confirmar que el uso de calzoncillos más holgados podría ser una forma sencilla para que los hombres mejoren su conteo de espermatozoides y las hormonas que los controlan.
ClazoncillosDerechos de autor de la imagenISTOCK
Image captionUna opción más suelta puede ayudar a que los testículos se mantengan a una temperatura más fresca.
En el estudio, participaron 656 hombres y los que vestían bóxerscortos tenían una concentración de esperma 25% mayor que los hombres con ropa interior ajustada.
Se cree que esto se debe a las temperaturas frías alrededor de los testículos.
Y los expertos dicen que este simple cambio de estilo de vida podría mejorar la fertilidad de los hombres.
La producción de espermase ve afectada por temperaturas superiores a 34 °C, que es la razón por la cual los testículos cuelgan del cuerpo.
Algunos estilos de calzoncillos, los más ajustados, acercan el escroto al cuerpo, lo que provoca que los testículos se calienten, mientras que otros, como los bóxers, son más sueltos y fríos.
En el estudio más grande de este tipo hasta la fecha, los investigadores encontraron que los hombres que asistían a una clínica de fertilidad con calzoncillos holgados tenían una concentración de espermatozoides 17% más alta, y que estos eran 33% más ágiles (capacidad para nadar) que los de los hombres que vestían ropa interior ajustada.

3. Lo que comes influye en su calidad

Los frutos secos pueden ayudar a tener un semen sano, de acuerdo con un estudio de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragano, en España.
Los hombres que comieron alrededor de dos puñados de almendras, avellanas y nueces mixtas a diariodurante 14 semanas mejoraron su conteo de espermatozoides y tuvieron más "nadadores" viables, dijeron los investigadores.
Frutos frescosDerechos de autor de la imagenISTOCK
Image captionIntroducir frutos frescos en la dieta trae beneficios a hombres y mujeres.
El estudio, que se publicó en julio, se produjo en medio de lo que fuentes científicas han llamado una disminución en el recuento de espermatozoides en todo el mundo occidental, debido, en parte, a la contaminación, el tabaquismo y la dieta.
Los investigadores dijeron que había una creciente evidencia de que una dieta saludable podría aumentar las probabilidades de concebir.
Los científicos dividieron aleatoriamente a 119 hombres sanos entre las edades de 18 y 35 años en dos grupos:
  • A un grupo se le añadió 60 gramos de frutos secos diarios a su dieta normal
  • Al otro no se le hizo ningún cambio a lo que suelen comer
Aquellos en el grupo que comieron nueces mejoraron los espermatozoides:
  • El conteo en un 14%
  • La vitalidad en un 4%
  • La movilidad en un 6%
  • La morfología (forma y tamaño) en 1%
Todos estos son los parámetros que la Organización Mundial de la Salud enumera como mediciones de la calidad del esperma y están asociados con la fertilidad masculina.
Frutos frescosDerechos de autor de la imagenISTOCK
Los expertos dijeron que el estudio respaldaba otros que mostraban una dieta rica en ácidos grasos omega-3, antioxidantes y el ácido fólico de vitamina B que mejoraba la fertilidad.
"La evidencia se está acumulando en la literatura de que los cambios en el estilo de vida saludables, como seguir un patrón dietético saludable, podrían ayudar a la concepción", dijo el doctor Albert Salas-Huetos, quien dirigió el estudio.

4. No siempre transporta la misma cantidad de espermatozoides

La cantidad de espermatozoides que producen los hombres varía ampliamente.
"En general, se dice que los hombres pueden producir entre 2 mililitros y 5 mililitros de semen cada vez que eyaculan,", explican el biólogo Mike Leahy y Hilary MacQueen, profesora del departamento de Vida, Salud y Ciencias Químicas de la Universidad Abierta de Inglaterra.
Un espermatozoideDerechos de autor de la imagenISTOCK
Image captionEn una pareja con problemas para concebir, se recomienda que tanto el hombre como la mujer reciban chequeos.
"Y cada mililitro puede contener de 20 millones a 300 millones de espermatozoides", agregan en el artículo "The science of sperm" ("La ciencia del esperma"), disponible en la página web de la Universidad Abierta.
Según los investigadores,eso significa que un hombre fértil "puede producir entre 40 millones y 1.800 millones de espermatozoides en total, aunque la mayoría produce entre 40 y 60 millones de espermatozoides por mililitro, dando un total promedio de 80 a 300 millones de espermatozoides por eyaculación".

5. No naces produciéndolo

Los hombres no nacen con la capacidad de producir semen.
Esta capacidad se desarrolla cuando comienza la pubertad, cuando el semen empieza a fabricarse en unos pequeños vasos dentro de los testículos que se conocen como túbulos seminíferos.
Un bebéDerechos de autor de la imagenISTOCK
Image captionLos hombres no nacen con células espermáticas listas.
Cuando se producen los espermatozoides, estos empiezan a madurar en el epidídimo, un tubo estrecho y alargado situado en la parte posterior del testículo, y el conducto deferente. Desde allí pasan a la uretra.
"Todo el proceso de producción y maduración dentro del cuerpo masculino lleva hasta 74 días, pero el promedio habitual es de alrededor de nueve semanas", indican los investigadores de la Universidad Abierta.

QUE HACRE SI TIENS SINTOMAS, ERES SOSPECHOSO O CONTATO

Aislarse, hacerse la prueba y avisar. Una guía detallada de qué hacer si hay sospecha de COVID-19 Los casos confirmados y las atenciones hos...