viernes, julio 27, 2018

El placer de la soledad


El placer de la soledad

Nuestra agenda, incluso en vacaciones, ha de incluir un tiempo para estar con nosotros mismos, sin móviles y sin televisión

El placer de la soledad
Somos animales sociales, ya lo decía Aristóteles. Necesitamos a los otros para vivir y para darle sentido a lo que hacemos. Pero también necesitamos estar con nosotros mismos, sin interrupciones, sin móviles o redes sociales y sin nada que implique ruido externo. No hablamos de la soledad profunda, que nos aterra, sino de un tiempo para reflexionar, que nos ayuda a ser más exigentes, más creativos y más felices. Casi nada. Veamos por qué es beneficiosa y cómo conseguirlo.
Primero, saber convivir con la soledad nos hace más libres. Cuando nos angustia estar a solas, nos agarramos como un clavo ardiendo a relaciones que pueden ser nocivas o a planes que en el fondo no nos gustan, pero que nos alivian. En la medida que sabemos convivir a solas con nosotros (que no estamos hablando de ir de ermitaños, que es otra cosa), podemos ser más exigentes con los que nos rodean y por supuesto, nos ayuda a conocernos más a nosotros mismos.
Segundo, la ciencia ha comprobado que la soledad nos permite valorar más lo que tenemos. Allá por los 90 Reed Larson, profesor de desarrollo humano de la Universidad de Illinois, llevó a cabo un estudio con adolescentes en el que se les pedía que llevaran un buscapersonas. Durante unos días tenían que decir con quién estaban, qué hacían y cómo se sentían. El estudio demostró que cuando estaban solos se encontraban más tristes pero, curiosamente, después de dicho tiempo cuando volvían a estar en compañía sus indicadores de felicidad aumentaban más comparativamente. De algún modo, podemos decir que la soledad actúa como una brújula, que nos hace valorar más lo que tenemos o, como resume Larson, “actúa como una medicina amarga".
Y por último, nos ayuda a desarrollar más nuestro talento. Los grandes científicos no hubieran llegado a sus conclusiones si no hubieran tenido espacios para desarrollar su trabajo a solas. Incluso, los líderes más admirados necesitan asumir la soledad en la toma de determinadas decisiones que no siempre se entienden, pero que son necesarias, según el análisis publicado en Harvard Business Review. Si no dedicamos tiempo al trabajo en solitario, será difícil que todo nuestro potencial se desarrolle, porque la presión de grupo no siempre ejerce un impacto positivo en nosotros.
En definitiva, si cierta soledad es buena, necesitamos poner un paréntesis al entorno y aprender a estar con nosotros mismos. Por ello, deberíamos hacernos una pregunta sencilla: ¿cuánto tiempo pasamos al día sin que el mundo o las obligaciones nos distraigan? Nuestra agenda incluso de vacaciones ha de incluir un tiempo para estar con nosotros mismos, sin móviles, sin televisión. El objetivo es no crear una soledad guiada por redes sociales o por la tele, sino un tiempo que nos permita reflexionar, disfrutar de nuestras aficiones, hacer deporte o simplemente, no hacer nada. Y aunque no se entienda por quienes nos rodean o estemos en medio de un jaleo inmenso, necesitamos defenderlo con la pareja, la familia o los amigos. Solo así seremos capaces de conocernos mejor, de descansar y de disfrutar más de las personas que están a nuestro lado

domingo, julio 22, 2018

Así nacen los hábitos compulsivos

Así nacen los hábitos compulsivos

trastorno-compulsivos
Mordisquearse una uña de vez en cuando puede considerarse una práctica bastante común (el 25% de la población mundial lo hace) pero cuando se convierte en un hábito compulsivo ya conforma un problema puesto que el daño puede alcanzar niveles importante para nuestra salud. Pero, ¿cómo surgen estos hábitos obsesivo-compulsivos que afectan a muchísimas personas en el mundo?

Desde morderse las uñas a rascarse la piel, tocarse el pelo, frotarse los ojos... los hábitos compulsivos pueden afectar a nuestra relación con los demás. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) acaba de arrojar luz al respecto en su estudio publicado en la revista American Journal of Psychiatry.

Según los expertos, un fallo en el “encendido” del sistema de control del cerebro podría sentar las bases de las compulsiones en el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), dejando fuera las teorías sobre que estos trastornos están causados por preocupaciones u obsesiones por parte de los sujetos, sino por una condición provocada cuando el sistema de hábitos del cerebro se vuelve loco.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores escanearon los cerebros de 37 pacientes con TOC y 33 personas sin este trastorno. Sometieron a los voluntarios a una prueba repetitiva de respuesta conductual, descubriendo que los pacientes con TOC eran menos capaces de detener sus hábitos mientras se observó una actividad cerebral excesiva en el núcleo caudado, una región que debe “encenderse” correctamente para que podamos controlar nuestros hábitos ya que participa en la modulación del movimiento.

Así, los científicos creen que las compulsiones pueden estar causadas por un mal funcionamiento en el sistema de hábito del cerebro y que estos hallazgos no son específicos para personas con trastorno obsesivo-compulsivo, sino para cualquier hábito de carácter repetitivo.

“No es sólo el TOC, hay una serie de comportamientos humanos que ahora se consideran ejemplos de compulsividad, incluido el abuso de drogas, el alcohol y los atracones. Lo que todos estos comportamientos tienen en común es la pérdida de control de arriba hacia abajo, tal vez debido a la falta de comunicación entre las regiones que controlan nuestro hábito y aquellos que, como la corteza prefrontal, que normalmente ayudan a controlar la conducta volitiva”, explica Claire Gillan, coautora del estudio.

“Mientras que algunos hábitos pueden hacer nuestra vidamás fácil, como la automatización del acto de la preparación del café por la mañana, otros van demasiado lejos y pueden tomar el control de nuestras vidas de una manera mucho más insidiosa con la formación de nuestras preferencias, creencias, y en el caso del TOC , incluso nuestros temores. Tales condiciones están entre las más difíciles de tratar, ya sea por la terapia de comportamiento cognitivo o por las drogas”, aclara Trevor Robbins, coautor del trabajo.

domingo, julio 15, 2018

La sorprendente última comida de Ötzi, el hombre de hielo que vivió en Europa hace más de 5.000 años

La sorprendente última comida de Ötzi, el hombre de hielo que vivió en Europa hace más de 5.000 años

Científicos analizando los restos del Hombre de HieloDerechos de autor de la imagenSOUTHTYROLARCHAEOLOGYMUSEUM\EURAC\M.SAMAD
Image captionLa momia fue descubierta en los Alpes italianos hace más de dos décadas y es la más antigua preservada en hielo de la que se tiene conocimiento.
¿Qué comían los habitantes de Europa hace más de 50 siglos?
Por primera vez, los científicos lograron estudiar en detalle qué había en el estómago de Oetzi, el hombre de hielo cuyos restos momificados tienen unos 5.300 años de antigüedad.
La última comida de Ötzi reveló una dieta con un altísimo contenido de grasas, además de ciertos tipos de carne, cereal, y para sorpresa de los científicos, helechos tóxicos.
La momia fue descubierta en los Alpes italianos en 1991 por turistas alemanes y es la más antigua preservada en hielo de la que se tiene conocimiento.
Más de dos décadas después del hallazgo, el estómago de Ötzi revela cuáles fueron los hábitos alimenticios de los europeos en la Edad del Cobre.

"Extraordinariamente preservado"

Pero ¿por qué se tardó tanto en estudiar el estómago de Ötzi?
Los científicos no habían logrado encontrar el estómago porque, durante el proceso natural de momificación, se había desplazado hacia arriba.
Ilustración de Otzi herido por una flechaDerechos de autor de la imagenSCIENCE PHOTO LIBRARY
Image captionÖtzi tenía aproximadamente 45 años y medía 1,60 metros cuando murió de forma violenta.
El estómago fue localizado gracias a la realización de nuevas tomografías computarizadas.
"El material del estómago estaba, en comparación con muestras del intestino delgado analizadas con anterioridad, extraordinariamente bien preservado", señaló Frank Maixner, del Instituto Eurac de Investigaciones de Momias en Bolzano, Italia, autor principal del nuevo estudio.
El estómago contenía grandes cantidades de biomoléculas como lípidos, "lo que abrió nuevas oportunidades metodológicas para responder a nuestras preguntas sobre la dieta de Ötzi".

Grasa y carne

La última comida del hombre de hielo fue muy rica en grasas e incluyó también carne de animales como el íbice (un tipo de cabra) y ciervo rojo.
En el estómago de la momia también se hallaron restos de un cereal llamado escanda y trazas de un helecho tóxico.
El porcentaje de grasa era 50%, mucho más alto que el 10% promedio en una dieta moderna.
"A la altitud en que cazaba el hombre de hielo necesitas una dieta que te de mucha energía", señaló Maixner.
"Y la mejor forma de lograrlo es comer grasa, esto te dará la energía necesaria para sobrevivir en un clima hostil".
Toma cercana de los restos de OtziDerechos de autor de la imagenSOUTHTYROLARCHAEOLOGYMUSEUM\EURAC\M.SAMADELLI
Image captionLa momia fue hallada hace más de dos décadas, pero los científicos no habían logrado hallar su estómago.
El análisis identificó que la principal fuente de grasa era el tejido adiposo de íbice y que cerca de la mitad del contenido del estómago procedía de grasa adiposa.
"Su dieta era una mezcla equilibrada de carbohidratos, proteínas y grasa. Pero es sorprendente el alto contenido de grasa que ingirió", explicó Maixner.
Los alimentos de Ötzi eran entonces nutritivos, pero probablemente nada apetitosos.
"Estamos hablando de grasa de cabra y es difícil imaginar el sabor, aunque definitivamente no se compara a lo que comemos hoy en día", afirmó el investigador.
"Y considerando que no había sal para condimentar, seguramente la carne, toda la grasa y los otros componentes tenían un sabor nada agradable".

Helecho tóxico

La presencia de partículas de helecho tóxico en el estómago de Ötzi "es más difícil de explicar".
Maixner y sus colegas creen que tal vez el hombre de hielo usó algún helecho como medicina para problemas intestinales vinculados a parásitos que ya se habían encontrado en su intestino.
Tubos con muestras del contenido del estómago donde se ven glóbulos de grasaDerechos de autor de la imagenINSTITUTE FOR MUMMY STUDIES\EURAC RESEARCH\FRANK M
Image captionLa grasa puede verse en estas muestras del contenido del estómago.
Otra posibilidad es que haya usado las hojas de helecho para envolver alimentos.
Los investigadores esperan ahora realizar más análisis para reconstruir la antigua microbiota del hombre de hielo.

Muerte violenta

Ötzi tenía aproximadamente 45 años y medía 1,60 metros cuando murió de forma violenta.
El hombre de hielo tenía un corte profundo en la mano y una herida de flecha, cuya punta fue encontrada bajo la axila derecha.
Cuando fue encontrado, la momia vestía una piel de cabra y sombrero y junto a él había un hacha de cobre y un carcaj llenó de flechas.

QUE HACRE SI TIENS SINTOMAS, ERES SOSPECHOSO O CONTATO

Aislarse, hacerse la prueba y avisar. Una guía detallada de qué hacer si hay sospecha de COVID-19 Los casos confirmados y las atenciones hos...