viernes, abril 24, 2020

Lo que Kennedy no cumplio

Las promesas que Kennedy dejó por cumplir

Representante de una nueva generación, el joven presidente demócrata no consiguió que muchos de sus anhelos de paz, justicia y diálogo se hiciesen realidad

Las promesas que Kennedy dejó por cumplir
John F. Kennedy pronuncia su discurso de aceptación como presidente de Estados Unidos (Archivo)
  

EL CONTEXTO

Un nuevo talante para una nueva era. Desde su fulgurante aparición televisiva en los debates de campaña con Richard Nixon , John Fitzgerald Kennedy irrumpió ante la opinión pública estadounidense como el representante de una nueva generación –contaba con 43 años cuando asumió la presidencia– que llegaba para afrontar desde una nueva perspectiva el nuevo orden mundial instaurado tras la Segunda Guerra Mundial, así como el renacer de la economía estadounidense y la consolidación de una nueva clase media.
Derechos civilesfraternidad entre países, lucha contra la pobreza mundial... incluso desarme nuclear son algunos de los conceptos que afloraron en esa campaña, a tenor de escandalizar a los sectores más conservadores, y que protagonizaron el discurso de aceptación del cargo que el nuevo presidente pronunció el 20 de enero de 1961, y que ofrecemos extractado (completo en el vídeo que acompaña esta entrega).
Ni la victoria en la urnas de Kennedy fue clara –49,7 % de apoyo popular frente al 49,5 % de Nixon– ni muchas de sus palabras llegaron a convertirse en hechos. Porque sus escasos dos años de gestión estuvieron marcados, en el plano internacional, por el burdo apoyo a la invasión de exiliados cubanos de Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles de Cuba o el refuerzo de tropas y métodos de combate poco éticos en la guerra de Vietnam , cerrando la puerta al anhelado deshielo. Tampoco rehusó a redoblar la apuesta por la carrera espacial frente a la Unión Soviética, frente a su mano tendida a la colaboración.

Sus escasos dos años de gestión estuvieron marcados, en el plano internacional, por la invasión de Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles de Cuba o la guerra de Vietnam

En política interna, su apoyo a la insumisión civil de Martin Luther King le granjeó el apoyo de la población negra y el favor de la historia y la justicia, aunque también le costó el rechazo de sectores demócratas, incómodos en la radicalidad de sus posturas. Por otra parte, su disoluta vida personal, con sonados romances extramatrimoniales, no le ayudó a mantener una imagen de integridad durante su malogrado mandato, pese a alcanzar altas cotas de popularidad.
Kennedy tampoco pudo hacer mucho más por llevar a la práctica esa nueva visión del mundo. Le faltó, básicamente, tiempo: su asesinato en Dallas el 22 de noviembre de 1963 truncó sus promesas y los ideales de pazjusticia diálogo de toda una generación dentro y fuera de su país.

EL DISCURSO

“Hoy no celebramos la victoria de un partido, sino un canto a la libertad –que es a un tiempo símbolo de final y de principio–, que supone renovación a la par que cambio, pues he prestado ante vosotros yante Dios Todopoderoso el mismo juramento solemne que nuestros antepasados prescribieron hace casi dos siglos.
”Hoy,el mundo es muy diferente, ya que el hombre tiene en sus manos el poder de abolir toda forma de pobreza y toda forma de vida humana. Sin embargo, las mismas creencias revolucionarias por las cuales lucharon nuestros antepasados siguen estando a la orden del día en nuestro planeta; la creencia de que los derechos del hombre no provienen de la generosidad del Estado, sino de la mano de Dios.
”En el día de hoy, no debemos olvidar que somos los herederos de esa primera revolución. Proclamemos desde este momento y en este lugar, a amigos y enemigos, que la antorcha ha pasado a una nueva generación de estadounidenses nacidos en este siglo, templados por la guerra, disciplinados por una dura y amarga paz, orgullosos de nuestra antigua herencia y que se niegan a presenciar o permitir la lenta desaparición de esos derechos humanos con los que su país siempre estuvo comprometida y con los que estamos comprometidos en la actualidad.

Hagamos saber a todos los demás países, nos deseen bien o mal, que ofreceremos nuestro respaldo a cualquier amigo y nos opondremos a cualquier enemigo con tal de garantizar el triunfo de la libertad 

”Hagamos saber a todos los demás países, nos deseen bien o mal, que pagaremos cualquier precio, soportaremos cualquier carga, superaremos cualquier penuria, ofreceremos nuestro respaldo a cualquier amigo y nos opondremos a cualquier enemigo con tal de garantizar el triunfo de la libertad. Prometemos todo esto y más. A esos viejos aliados cuyos orígenes culturales y espirituales compartimos, les prometemos la lealtad de los amigos fieles. Unidos, hay pocas cosas que no podamos hacer en una serie de nuevas empresas cooperativas. Divididos, hay pocas cosas que podamos hacer, puesto que no estamos dispuestos a encarar un desafío importante reñidos y distanciados
”A esos nuevos estados a los que damos la bienvenida entre las filas de los libres, les prometemos que una forma de control colonial no se ha limitado a desaparecer para acabar sustituida por una tiranía mucho más férrea. No siempre debemos esperar que compartan nuestro punto de vista, aunque sí albergaremos siempre la esperanza de que defiendan hasta las últimas consecuencias su libertad, y recordaremos que, en el pasado, los insensatos que persiguieron el poder montados a lomos de un tigre acabaron en las fauces de su cabalgadura.
”A esos habitantes de las chozas y los pueblos de la mitad del planeta que luchan por derribar las barreras de la pobreza colectiva, les prometemos nuestros más sinceros esfuerzos para ayudarles a ayudarse, durante todo el tiempo que haga falta, no porque los comunistas lo estén haciendo, no porque busquemos sus votos, sino porque es justo. Si una sociedad libre no es capaz de ayudar a los muchos que son pobres, será incapaz de salvar a los pocos que son ricos.

A los pueblos que luchan por derribar las barreras de la pobreza les prometemos nuestros más sinceros esfuerzos para ayudarles, no porque los comunistas lo estén haciendo, sino porque es justo”

”A nuestras repúblicas hermanas allende la frontera meridional, les ofrecemos una promesa especial, convertir nuestras buenas palabras en buenos hechos, ayudar a los hombres libres y a los gobiernos libres a romper las cadenas de la pobreza. No obstante, esta revolución pacífica de esperanza no puede convertirse en presa de potencias hostiles. Hagamos saber a todos nuestros vecinos que nos uniremos a ellos en la lucha contra la agresión y la subversión en cualquier territorio del continente americano. Y hagámosles saber a todas las demás potencias que este hemisferio pretende seguir siendo el amo de su casa.
”A esa asamblea mundial de estados soberanos, la ONU, nuestra última y gran esperanza en una época en que los instrumentos de la guerra han adelantado con mucho a los instrumentos de la paz, renovamos nuestra promesa de respaldo para evitar que se convierta en un simple foro de improperios, para fortalecer el escudo protector que proporciona a los nuevos y a los débiles, y para ampliar el alcance de su mandato.
”Por último, a aquellos países que se conviertan en adversarios, no les dedicamos una promesa sino una petición: que emprendamos ambas partes desde cero la búsqueda de la paz, antes de que las oscuras fuerzas de la destrucción desatadas por la ciencia aniquilen a la humanidad mediante una autodestrucción planificada o accidental. No obstante, tampoco pueden dos grandes grupos de países poderosos sentirse cómodos con la situación presente, un momento en el que ambas partes nos vemos acuciadas por el coste de las armas modernas y nos sentimos lógicamente alarmadas por la constante propagación del átomo mortal. Pese a todo, ambas partes competimos por alterar ese equilibrio incierto de terror que retiene el puño de la guerra final de la humanidad.

Dos grandes grupos de países poderosos no podemos sentirnos cómodos con la situación presente, alarmados por la constante propagación del átomo mortal”

”Por todo ello, vamos a partir desde cero, recordando ambas partes que el civismo no es una señal de debilidad y que la sinceridad siempre está sujeta a prueba. No negociemos jamás movidos por el miedo, pero no tengamos jamás miedo a negociar. Estudiemos ambas partes qué problemas nos unen en lugar de azuzar esos problemas que nos dividen. Formulemos ambas partes, por primera vez, propuestas serias y precisas para la inspección y el control de las armas, y para conseguir que el poder absoluto de destruir otros países esté supeditado al control absoluto de todos los demás países. Intentemos dar con la forma de invocar las maravillas de la ciencia en lugar de los terrores que provoca.
”Exploremos juntos las estrellas, erradiquemos las enfermedades, lleguemos a las profundidades de los océanos y alentemos el arte y el comercio. Y si con la avanzadilla de la cooperación se puede abrir un claro en la selva de la suspicacia, unámonos ambas partes en la creación de una nueva empresa, no en un nuevo equilibrio de poder, sino en un nuevo mundo donde impere la ley, donde los fuertes sean justos, los débiles estén seguros y la paz sea duradera.
”Ésta no será una labor que finalice durante los primeros cien días. Tampoco terminará en los primeros mil días, ni durante la vida de este Gobierno, ni siquiera en el tiempo que vivamos en este planeta. Pero empecemos. En vuestras manos, ciudadanos, más que en las mías, está el éxito o el fracaso de nuestro recorrido. Desde la fundación de este país, todas las generaciones de estadounidenses han sido llamadas a dar testimonio de su lealtad nacional. Las tumbas de jóvenes estadounidenses que respondieron a la llamada patriótica circundan el globo.

Exploremos juntos las estrellas, erradiquemos las enfermedades, lleguemos a las profundidades de los océanos y alentemos el arte y el comercio”

”Hoy, el toque del clarín vuelve a reunirnos. No es una llamada para que tomemos las armas, aunque las necesitemos; no es una llamada de guerra, aunque en guerra estemos, sino que es una llamada que nos invita a soportar la carga de una larga batalla crepuscular año tras año, ‘jubilosos en la esperanza, pacientes en la tribulación’, una batalla contra los eternos enemigos del hombre: la tiranía, la pobreza, la enfermedad y la guerra. ¿Podemos forjar contra estos enemigos una alianza poderosa y global, de Norte y Sur, de Oriente y Occidente, capaz de garantizar una existencia más fructífera para la humanidad? ¿Os uniréis a este esfuerzo histórico?
”En la historia del mundo, sólo unas pocas generaciones han asumido el papel de defensoras de la libertad en momentos de máximo peligro. No retrocedo ante esta responsabilidad, le doy la bienvenida. No creo que ninguno de nosotros cambie su lugar por ningún otro pueblo generación. La energía, la fe, la devoción que aportamos a este esfuerzo iluminarán nuestro país y a todos los que están a su servicio, y la lumbre de ese fuego podrá iluminar el mundo. Por ello, compatriotas, no os preguntéis qué puede hacer vuestro país por vosotros, sino qué podéis hacer vosotros por vuestro país. Por ello, conciudadanos del mundo, no os preguntéis qué hará Estados Unidos por vosotros, sino qué podemos hacer juntos por la libertad del hombre.
”Por último, ya seáis estadounidenses o ciudadanos del mundo, exigidnos hoy el mismo alto grado de fuerza sacrificio que os exigimos a vosotros. Con una buena conciencia como única recompensa segura, con la historia como juez último de nuestros actos, avancemos para asumir el liderazgo de la tierra que amamos, rogando por su bendición y su ayuda,pero conscientes de que aquí en la Tierra, el trabajo de Dios debe reflejarse en nuestras obras.”

El poder del dinero

El contrapeso


Gabriel Magalhães
Escritor portugués

El dinero es listo. Quienes lo poseen en abundancia son gente aguda, con reflejos rápidos. El dinero es estúpido: con frecuencia, el capital, cegado por la codicia, toma decisiones absurdas. Dos formas distintas de enfocar el poder económico, gran protagonista de nuestra sociedad, sobre todo después de la revolución industrial.
Chesterton era uno de los que pensaban que el dinero puede ser tonto. El británico plantea esta idea en su libro El hombre eterno , usando el marco de la segunda guerra púnica. De un lado, Cartago, un potentado comercial y financiero; del otro, los romanos, con sus principios morales austeros. Aníbal, ya en la península Itálica y habiendo vencido a las tropas latinas, tiene Roma al alcance de la mano. No obstante, cuando solicita apoyos económicos a Cartago para rematar su tarea, no se los dan. Si Aníbal campaba a sus anchas en territorio enemigo, ¿para qué quería ese presupuesto suplementario? ¿Qué posibilidades tenía la descalabrada Roma? El resultado histórico de esta actitud irracional todos lo conocemos: Cartago fue barrida del mapa porque el dinero, que era su alma, tomó una decisión disparatada.

La Unión Europea debe ser una barrera ética a la dictadura del capital que quiere controlar el planeta

Desde la caída del muro de Berlín y el posterior desguace de la Unión Soviética, ha surgido en el globo terráqueo una nueva Cartago, que es la globalización. El gran vencedor resultante de que las ideas comunistas se convirtieran en chatarra histórica no fue la Alemania reunificada, tampoco la Unión Europea, ni Estados Unidos, sino, sencillamente, el dinero, que ha hecho un pacto con los sutiles demonios de la autocracia china. Vivimos hoy en día en un planeta gobernado por los billones que viaja rumbo a una grave crisis ecológica y en el cual hay, además, muchas injusticias sociales.
Casi toda la corta historia de nuestro siglo XXI se explica como un conjunto de reacciones en cadena ante este poder del dinero. Primero, los extremistas islámicos clavaron dos puñaladas aéreas en el pecho de uno de los centros financieros del mundo. Quien haya leído el Corán sabe que el islam es una especie de socialismo puro y primitivo, que prohíbe los intereses en los préstamos e impone un tributo anual obligatorio a los ricos. “Da al obrero su salario antes de que el sudor se haya evaporado de su piel”, esta es una de las máximas de los musulmanes. Por supuesto, la salvajada brutal del 11 de septiembre del 2001, absolutamente injustificable, sólo sirvió para que el poder de una sociedad financiera se afirmara aún más. Envalentonada por esta oposición burda, que terminaba dándole la razón, la globalización de los billones se atrevió a dar el gran golpe de la crisis del 2008. Como los bancos son las iglesias actuales, donde, por ejemplo, tenemos que hacer confesión general y comulgar un préstamo antes de comprar nuestra casa, los estados tuvieron que salvar a esas instituciones, cubriendo el gran desfalco planetario que ocurrió por aquellos años.
Esto abrió los ojos de la gente y las reacciones contra la civilización del dinero puro y duro se multiplicaron: renacieron las izquierdas en Europa, con una nueva ola de políticos descorbatados y gente vestida con chalecos amarillos; resurgieron los nacionalismos, prometiendo epifanías sociales idílicas, sea a través de muros protectores o de benignas repúblicas; en el año 2013, aparece un Papa que gasta calzado viejo y tosco de obrero y que se llama Francisco, el santo de la pobreza; por fin, Greta Thunberg desentierra el hacha de guerra de la ecología. Todo esto pretende una misma cosa desde planteamientos distintos: un mundo que no esté controlado por el oro desalmado que nos gobierna.
Los últimos años han sido de una curiosa esquizofrenia entre la complicidad necesaria con el capital y el deseo subterráneo de otra cosa. Hasta que ha llegado el coronavirus y nos ha apuntado su metralleta de contagios mortales, lanzándonos aquella pregunta cinematográfica de ¿la bolsa o la vida? Y la gran mayoría de los países ha elegido la vida, aunque algunos lo hayan hecho a regañadientes.
Una de las lecciones de estos duros tiempos es que deben existir criterios morales que se impongan al dinero. El poder de los billones exige un contrapeso. La Unión Europea puede y debe ser hoy en día una barrera ética a esta dictadura del capital. Ella, en realidad, será la próxima víctima en la lista de entidades que el dinero quiere eliminar para controlar el planeta. Después de la URSS, venimos nosotros. Por ello, Europa no puede funcionar sólo como un mercado permeable a las lógicas del capital, sino que debe transformarse en una manera de vivir con base, no en delirios revolucionarios, sino en principios justos, que no nos van a fallar. En las tensiones ­políticas que ya están ahí hay que ir con tiento, afirmando nuestros derechos, pero respetando el punto de vista del otro. Una implosión de la comunidad europea convertiría nuestros países en otro confinamiento, quizá de siglos, vivido en cada nación y con los ojos vendados por banderas. Y eso también es una pesadilla.

miércoles, abril 22, 2020

Protestas contra la cuarentena en AL

Coronavirus en América Latina: las razones detrás de las protestas contra la cuarentena en la región

Protesta en Honduras contra el confinamientoDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas restricciones de movimiento actualmente en vigor en casi todos los países de América Latina tienen un efecto no deseado para los más desfavorecidos.
Cuarentenas totales, restricciones por ciudades, cierres de negocios o confinamiento voluntario.
Salvo algunas excepciones, prácticamente todos los países de América Latina han adoptado medidas para intentar frenar el contagio del coronavirus.
Unas son más estrictas que otras, pero en general buscan limitar el contacto entre personas, y en la mayoría de los casos han derivado en el cierre de locales y espacios públicos y en la cancelación de eventos.
Han causado, en definitiva, un parón en la actividad económica y, en consecuencia, la pérdida de empleo e ingresos para una gran parte de la población.
El paso de los días y la falta de una idea clara de cuándo se va a salir de esta situación generan un malestar social que ha dado lugar a protestas ciudadanas en varios países de la región, en forma de bloqueos, cacerolazos o marchas callejeras.
Nuestros corresponsales resumen cómo está la crisis del coronavirus en sus países..
La principal reclamación de los manifestantes es que los gobiernos aporten los recursos indispensables para cubrir sus necesidades básicas durante el período de aislamiento.
Sin embargo, hay matices entre las diferentes movilizaciones. Te contamos cuáles son las más destacadas.
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Brasil: el presidente a la cabeza

Comenzamos por Brasil, que se encuentra en una situación muy particular porque es su propio presidente, Jair Bolsonaro, quien lidera las protestas en contra de la cuarentena, en oposición a varios gobernadores estatales e incluso a las autoridades sanitarias.
Un enfrentamiento que llevó al cese el 16 de abril del ministro de Salud Luiz Henrique Mandetta.
El pasado domingo, Bolsonaro asistió a un encuentro público en el que cargó contra las normas de confinamiento ante el clamor de sus partidarios, que se sumaron a caravanas políticas por todo el país.
Subido a una camioneta frente al cuartel general del ejército en la capital, Brasilia, el presidente pronunció un controvertido discurso en el que dijo que no está dispuesto "a negociar con el Congreso".
Bolsonaro ante sus partidarios en Brasilia el pasado 19 de abrilDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa intervención de Bolsonaro el pasado 19 de abril fue tachada por sus críticos de un llamado a un golpe de Estado.
Esa misma noche, 20 gobernadores difundieron una carta pública en defensa de la democracia. También hubo reacciones similares del presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y de varios magistrados del Tribunal Supremo.
Un día después, menos combativo, Bolsonaro señaló que espera que esta sea la última semana con restricciones por considerar que es una política errónea que elimina empleos y "también mata".
Brasil tiene más casos de coronavirus que cualquier otro país de América Latina, con más de 38.000 contagios y más de 2.400 muertes hasta el martes 21 de abril.
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Colombia: trapos rojos en las ventanas

Las protestas en Colombia han surgido en varias ciudades y zonas rurales del país y se dan en distintas modalidades: bloqueos de calles, cacerolazos y trapos rojos en las ventanas para exigir ayudas económicas y alimenticias.
Esta prenda sirve como grito de auxilio en la fachada de muchos vecinos y empieza a esparcirse por Colombia como un nuevo símbolo de protesta contra la pobreza que vive el país.
El gobierno de Iván Duque anunció el pasado marzo un paquete de ayudas a base de subsidios, créditos blandos y suspensión de pagos, pero las medidas no son suficientes en un país donde la mitad del empleo es informal.
Rosa roja y una tela del mismo color en una fachada en ColombiaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas ventanas y fachadas de Colombia, un país congelado por la cuarentena, se han llenado de trapos rojos como grito de auxilio.
"Ahora todo dio un giro", le dijo Ruth Grisales, vecina de Soacha, al corresponsal de BBC Mundo en Colombia, Daniel Pardo.
"Mis trabajos se terminaron y ninguno de los patrones se ha dedicado ni a llamarme a preguntar cómo estoy".
Más de 20 días después del inicio de la cuarentena, sectores de la población decidieron salir a la calle para exigirle al presiden las ayudas prometidas.
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Bolivia: acusaciones entre gobierno y oposición

El malestar en Bolivia tiene un componente fundamentalmente económico, pero también otro de carácter político.
Las familias que viven de pequeños negocios de venta callejera o trabajan en casas ajenas se han quedado sin fuentes de ingresos, lo que ha dado lugar a diferentes protestas.
Un agente espera junto a varias personas con mascarillas y material protector en Cochabamba, BoliviaDerechos de autor de la imagenEPA
Image captionEl ejército y la policía en Bolivia vigila que se cumplan las medidas de protección ante el coronavirus.
Las movilizaciones comenzaron a producirse a principios de abril, cuando habitantes de la ciudad de El Alto y vecinos de la zona sur de Cochabamba incumplieron las restricciones y salieron a las calles para exigir la entrega de bonos y alimentos.
"Tenemos hambre, tenemos hambre", exclamaban los manifestantes.
En este contexto, y aquí aparece el elemento político, el gobierno interino de Jeanine Áñez acusó al expresidente Evo Morales, actualmente en Argentina, de alentar las protestas.
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Chile: la sombra del descontento de fin de año

Chile despidió 2019 en plena conmoción social tras meses de movilizaciones que se iniciaron a finales de octubre por la subida del precio del billete de metro de la capital, Santiago.
Aquel descontento inicial dio lugar a meses de protestas en las que se exigían mejoras de carácter social, económico, educativo y político.
Hombre con una cacerola en Santiago de ChileDerechos de autor de la imagenEPA
Image captionLas multitudinarias protestas que comenzaron en Chile a mediados de octubre han dado paso a otro tipo de movilizaciones en el contexto de la pandemia de covid.19.
Las revueltas no se detuvieron tampoco tras la convocatoria por parte del gobierno de Sebastián Piñera de un referéndum para estudiar el cambio de la Constitución.
Pero llegó el coronavirus y, aunque la cuarentena en Chile no es total sino por zonas, se frenaron las protestas.
Hasta este lunes, cuando una concentración en la emblemática Plaza Italia de Santiago dejó al menos 14 detenidos, según informó la policía, que justificó su intervención por las actuales restricciones a las reuniones de más de 50 personas.
Los reclamos se trasladaron a las redes sociales, donde numerosos usuarios se quejaron de que un bono anunciado por el gobierno para el 60% de las personas más desfavorecidas contiene unas condiciones que impedirán que lo reciban todos los que lo merecen.
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México: demanda de equipos de protección

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido criticado desde algunos sectores por no haber tomado medidas drásticas para contrarrestar el embate del coronavirus.
En lugar de un confinamiento total obligatorio y el consabido distanciamiento social, AMLO defiende que se mantenga una "sana distancia".
Esta semana, México entró en una "fase de ascenso rápido" y pasó de contar 5.000 casos confirmados el lunes 13 de abril a los más de 8.700 reportados este pasado lunes 20 de abril, según los datos de la Secretaría de Salud.
Protesta ante la fábrica Electrocomponentes de México en Juárez, MéxicoDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionPese a la crisis sanitaria, el trabajo en las maquiladoras sigue adelante, suscitando la protesta de algunos de los empleados, que demandan una mayor protección.
La nueva fase implica la suspensión de todas las actividades laborales no esenciales. Se mantiene además la suspensión de actividades en espacios públicos como parques, plazas comerciales, playas o centros deportivos y religiosos.
Este giro aún no ha dado lugar a protestas significativas, pero sí ha dejado imágenes de trabajadores en paro para protestar por la falta de equipos de protección frente al contagio.
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Venezuela: la falta de gasolina prende las protestas

La escasez de gasolina es un problema crónico desde hace años en Venezuela que se ha visto agravado por el coronavirus.
Fila.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas enormes filas junto a las gasolineras se han vuelto habituales.
En el contexto actual de crisis sanitaria, la falta de gasolina -para la que los expertos no atisban una solución a corto plazo- puede tener graves consecuencias.
Unas consecuencias que ya se sienten en Petare, el barrio popular más grande de Venezuela, donde el periodista de BBC Mundo Daniel García conoció a Manuela, una mujer de 54 años a la que la cuarentena obliga a quedarse en casa.
"No salgo a comprar porque como no trabajo, no tengo real", explicó. Y es que la crisis del coronavirus la dejó sin su fuente de ingresos: limpiar casas de clase media dos días por semana.
La tensión ha ido creciendo de tal forma que la semana pasada cientos de personas rompieron la "cuarentena social y radical" en distintos lugares del país para protestar por esta situación.
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El Salvador: de los elogios a las movilizaciones

Los salvadoreños también han salido a las calles en las últimas semanas para denunciar la falta de alimentos y lo que consideran un incumplimiento de lo prometido por el gobierno de Nayib Bukele.
En el país centroamericano, que está en cuarentena total desde el pasado 21 de marzo, el presidente Bukele aprobó un ambicioso plan de estímulo económico que fue elogiado dentro y fuera de sus fronteras.
Marcha en El SalvadorDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLos manifestantes de El Salvador se exponen a ser detenidos por romper la cuarentena.
Sin embargo, los elogios se transformaron en protestas callejeras ante el cierre de los centros en los que se repartían subsidios de ayuda por un valor de US$300 para comprar alimentos.
Otros países de la región también son testigos de la difusión de críticas y denuncias a través de redes sociales, medios de comunicación o desde los balcones, lo que pone de manifiesto el enorme reto que supone mantener en cuarentena a millones de personas que mayoritariamente viven al día.

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