SALUD DE CALIDAD PARA TODOS Y CON TODOS
La construcción de un proceso sanitario en el Perú,con equidad y calidad ,desde y con la comunidad.
Compartiré con ustedes reflexiones,información y todo lo que tenga que ver con la salud y el desarrollo.
Una vacuna de esperanza. Una vacuna de esperanza. 希望 的 疫苗。
Estos tiempos complejos me están enseñando la importancia de depositar la atención en lo que verdaderamente lo merece. Con tanta crispación y tanto ruido de fondo va a ser cada vez más importante no caer en la tentación de atender lo que más grita, más se ilumina, o más intenta atraernos, sino en la virtud de lo callado, casi invisible o delicado. Viene a mi mente aquel relato del profeta Elías en el libro primero de los Reyes que consigue encontrar la presencia de Dios en una brisa suave y no en el fragor del huracán, la violencia del terremoto o el brillo del rayo en mitad de la noche.
Nosotros hemos dejado de oír la tenue voz divina en un mundo perpetuamente atenazado por pantallas que no dejan de vomitar todo tipo de escándalos, desgracias y cataclismos. Y mira que buscamos en el móvil cientos de veces al día con resultados regulares.
Lo que quería traerles esta semana son tan solo dos pequeños detalles. El primero las caras de los profesionales sanitarios al recibir las primeras vacunas. Mírenlas bien. Lo fácil tendrán por el gran número de fotos que se están compartiendo en redes sociales estos días. Verán ilusión, esperanza, alivio, fe, ganas de luchar, confianza, tranquilidad, alegría, incluso entusiasmo.
Las sesenta personas de mi equipo de Atención Primaria nos vacunamos ayer. Fuimos convocados en dos turnos y se organizó un buen jaleo en la sala de espera. Como tenía bastante faena dejé la puerta abierta y esperé que pasaran todos mientras seguía con mis llamadas y demás. Me llegaba el ruido de fondo de las alegres conversaciones y pese a no distinguir las palabras si acertaba a adivinar las emociones que traslucían. La sensación era parecida a cuando hace unos meses empezamos a recibir los equipos de protección individual tras llevar a cabo muchas semanas poniéndonos bolsas de basura encima: alivio y esperanza .
Y algo que necesitamos tanto es necesario compartirlo con la sociedad dado que a su vez esta está gravemente enferma de miedo, crispación y ceguera. Una enfermedad viscosa que contamina cuerpos y almas ocasionando un sufrimiento gris que se queda pegado a la existencia.
No puedo asegurarles el grado de eficacia de lo que me inyectaron en el hombro. No será tanto como dicen los laboratorios. Lo que sí puedo asegurar es que merece la pena soportar un pinchazo, más allá de lo que uno piense o sienta al recibirlo, por el simple hecho de avivar la esperanza en que algún día toda esta pesadilla acabará . Vendrán quizá otras, pero esta en concreto hallará fin.
La otra pequeña imagen que quería compartirles tuvo lugar en la calle Toledo de Madrid pocos minutos después de la deflagración de gas que destruyó un edificio matando cuatro personas. Los vecinos empezaron a retirar grandes piedras y cascotes del pavimento para favorecer el acceso de los equipos de emergencia que aún no han llegado. Fue algo espontáneo que casi no requirió palabras, ni pensamiento. Unos pocos se pusieron a ello escatimando el riesgo de estar en una zona peligrosa para beneficiar a otros. Coincido con el alcalde en que hay algo de milagro en esta historia, habida cuenta de que había un colegio y una residencia de mayores justo al lado y pudo haber sido una catástrofe mayor. Aunque quizá lo verdaderamente milagroso sea reconocer que en el fondo las enfermedades mortales y las grandes explosiones nos enseñan que la vida que habitamos es paradójicamente leve y tenaz al mismo tiempo . Capaz de apagarse como la llama de una vela con un soplo ya la vez soportar todo tipo de brasas y seguir adelante.
En eso nos quedamos, en seguir adelante.
Una vacuna de esperanza.
Estos tiempos complejos me están enseñando la importancia de prestar atención a lo que realmente lo merece. Con tanta tensión y tanto ruido de fondo, será cada vez más importante no caer en la tentación de prestar atención a lo que más grita, brilla más o intenta atraernos más, pero a la virtud de lo que es silencioso, casi invisible o delicado. Recuerdo la historia del profeta Elías en el primer libro de Reyes que logra encontrar la presencia de Dios en una suave brisa y no en el ruido de un huracán, la violencia de un terremoto o el resplandor de un rayo en medio del noche.
Hemos dejado de escuchar la tenue voz de lo divino en un mundo perpetuamente atrapado por pantallas que siguen arrojando todo tipo de escándalos, desgracias y cataclismos. Y buscamos en nuestros teléfonos móviles cientos de veces al día con resultados regulares.
Lo que quería traerte esta semana son solo dos pequeños detalles. Los primeros son los rostros de los profesionales de la salud al recibir las primeras vacunas. Échales un buen vistazo. Te será fácil hacerlo por la gran cantidad de fotos que se están compartiendo en las redes sociales estos días. Verás emoción, esperanza, alivio, fe, ganas de luchar, confianza, calma, alegría, incluso entusiasmo.
Las sesenta personas de mi equipo de Atención Primaria fueron vacunadas ayer. Nos llamaron en dos turnos y hubo un gran alboroto en la sala de espera. Como tenía mucho trabajo por hacer, dejé la puerta abierta y esperé a que todos recibieran la foto mientras yo continuaba con mis llamadas y así sucesivamente. Podía escuchar el ruido de fondo de las conversaciones alegres y, aunque no podía distinguir las palabras, podía adivinar las emociones que transmitían. La sensación fue similar a cuando comenzamos a recibir nuestro equipo de protección personal hace unos meses después de semanas de poner bolsas de basura sobre nuestros cuerpos: alivio y esperanza.
Y algo que tanto necesitamos debe ser compartido con la sociedad, que a su vez está gravemente enferma de miedo, tensión y ceguera. Una enfermedad viscosa que contamina cuerpos y almas provocando un sufrimiento gris que se aferra a la existencia.
No puedo decirte cuán efectivo es lo que me inyectaron en el hombro. No será tanto como afirman los laboratorios. Lo que te puedo asegurar es que vale la pena aguantar un jab, independientemente de lo que pienses o sientas cuando lo recibas, por el simple hecho de reavivar la esperanza de que algún día esta pesadilla llegue a su fin. Quizás vendrán otros, pero éste encontrará un final.
La otra pequeña imagen que quería compartir con ustedes esta semana tuvo lugar en Madrid pocos minutos después de la explosión de gas que destruyó un edificio y mató a cuatro personas. Los vecinos comenzaron a retirar grandes piedras y escombros del pavimento para facilitar el acceso de los equipos de emergencia que aún no habían llegado. Fue espontáneo y casi no requirió palabras, ni siquiera pensamiento. Algunas personas se pusieron manos a la obra, escatimando el riesgo de estar en una zona peligrosa en beneficio de los demás. Estoy de acuerdo con el alcalde de la ciudad en que hay algo de milagro en esta historia, dado que había una escuela y una casa de retiro justo al lado y podría haber sido una gran catástrofe. Pero quizás el verdadero milagro sea reconocer que lo que nos enseñan las enfermedades mortales y las grandes explosiones es que la vida que habitamos es paradójicamente ligera y tenaz al mismo tiempo.
4 claves para lograr un liderazgo exitoso en un mundo pospandemia
Christian Harrison
The Conversation *
La interrupción y la devastación causadas por la pandemia de covid-19 han cambiado el mundo.
No solo se ha cobrado la vida de más de 5 millones de personas en todo el mundo, sino que también ha herido gravemente a la economía mundial.
Miles de empresas quebraron y los empleados están desmotivados, y casi cuatro de cada 10 se sienten menos motivados en el trabajo desde la pandemia.
Ha habido una disminución en la productividad para la mayoría de las empresas, y los sectores que involucran el mayor contacto social son los más afectados.
Estas nunca han sido más relevantes, especialmente ahora que necesitamos un liderazgo fuerte que nos guíe hacia la recuperación después de la pandemia.
Aquí hay cuatro habilidades clave que son cruciales para ayudar a que eso suceda.
1. Ser empático
Los líderes eficaces necesitan comprender los sentimientos, las motivaciones y las emociones de los demás, especialmente de las personas que trabajan para ellos.
La empatía con los empleados es fundamental ahora que muchas personas se enfrentan a diversos desafíos como la ansiedad, el estrés y la adaptación a las nuevas condiciones laborales y la disminución de los ingresos.
Los líderes deben demostrar que son humanos.
Un buen ejemplo es Arne Sorenson, director ejecutivo de Marriott, la cadena de hoteles más grande del mundo con una fuerza laboral de alrededor de 121.000 personas.
Los ingresos de Marriott experimentaron una disminución drástica al comienzo de la pandemia.
Sorenson grabó un mensaje de video, que desde entonces se ha vuelto viral, expresando compasión por los empleados y sus familias, asegurándoles que las cosas mejorarían.
En ese momento estaba siendo tratado por cáncer de páncreas y sometido a quimioterapia, pero esto no le impidió mostrar empatía o liderazgo.
Este acto de liderazgo compasivo es lo que diferencia a los buenos de los grandes líderes durante una crisis.
2. Ser decisivo
La pandemia hizo imperativo que los líderes empresariales actuaran con rapidez.
Las situaciones pueden cambiar rápidamente y las empresas exitosas son aquellas que pueden responder rápidamente y adaptarse al cambio.
Los buenos líderes deben ser decididos y no reacios a asumir riesgos. Deben poder identificar, evaluar y valorar los riesgos mientras toman decisiones difíciles.
Los recursos durante la pandemia eran limitados, por lo que era importante que los líderes adoptaran un enfoque lógico y analítico para garantizar que las decisiones se tomaran no solo con rapidez, sino de manera reflexiva.
Amazon salió de la pandemia más fuerte en comparación con otras empresas debido a las decisiones que tomó Jeff Bezos al principio.
Como las personas se vieron confinadas en sus hogares debido a las restricciones de movimiento, Bezos reclutó a 175.000 empleados adicionales y aumentó el salario en US$2,60 la hora, sabiendo que la pandemia iba a tener un impacto drástico en la cadena de suministro y los empleos.
Esto fue fundamental para ayudar a aumentar las ganancias de Amazon durante la pandemia. Lo que conduce a la siguiente regla.
3. Reconocer y aprovechar las oportunidades
La pandemia también fue un período que vio un gran salto en las oportunidades nuevas y existentes.
La capacidad de reconocerlos en una crisis es vital.
Los líderes deben ser catalizadores agresivos e identificar oportunidades donde otros ven caos, confusión y problemas.
Estas oportunidades varían desde la expansión a mercados emergentes hasta la venta de nuevos productos y la adaptación de los servicios existentes, como que los restaurantes se reconviertan a comida para llevar.
Eric Yuan, director ejecutivo de Zoom, es un ejemplo clásico de un líder que fue capaz de reconocer y aprovechar las oportunidades que surgieron como resultado de la covid.
La pandemia provocó un cambio abrupto hacia el trabajo a distancia para muchas empresas de todo el mundo.
Esto transformó a Zoom en una marca global durante la pandemia.
Las ganancias en 2020 se dispararon a US$186 millones, mientras que el crecimiento de clientes aumentó en un 458% en comparación con 2019.
Yuan identificó que el éxito dependería de la capacidad de la empresa para atraer corporaciones con grandes gastos a Zoom, además de personas que simplemente lo usan de forma gratuita.
El CEO de Zoom es muy consciente de que el futuro ha cambiado e, independientemente de cómo se desarrolle el mundo posterior a la pandemia, el trabajo remoto será un elemento fijo.
Los grandes líderes conocen la importancia de esta habilidad y generalmente están preparados para aprovechar las oportunidades cuando surgen.
4. Construir equipos efectivos
El liderazgo se trata de influir y motivar a las personas.
Los líderes deben promover el trabajo en equipo y fomentar el espíritu de equipo para garantizar que su personal coopere y colabore para trabajar juntos de manera efectiva.
Para hacer esto, los empleados deben confiar en quienes están a cargo.
Los líderes deben ser modelos a seguir que predican con el ejemplo; los empleados aprenden mucho de los buenos líderes, especialmente en tiempos difíciles.
Carsten Spohr, director ejecutivo de Lufthansa, se enfrentó a una situación extremadamente difícil y trágica en marzo de 2015 cuando un piloto suicida estrelló deliberadamente su avión y mató a 150 pasajeros.
Durante esta crisis, Spohr mostró honestidad y asumió la responsabilidad.
Esto inspiró e impresionó a sus empleados y ayudó a construir una cultura de confianza dentro de la organización después de un evento tan devastador.
Para desarrollar estas habilidades, las actividades de tutoría y crecimiento personal son importantes.
El liderazgo es un viaje personal y los líderes empresariales deben comprometerse a desarrollar sus propias habilidades.
Nadie es perfecto ni tiene todas las respuestas, pero los buenos líderes no deben tener miedo de fallar.
Deben demostrar que la vida continúa y puede mejorar después de fallar, si se aprenden lecciones, por dolorosas que sean.
Como todo, un liderazgo fuerte y eficaz requiere práctica.
* Christian Harrison es catedrático de liderazgo de la Escuela de Industrias Empresariales y Creativas de la Universidad del Oeste de Escocia. Este artículo apareció en The Conversation. Puedes leer la versión orginal aquí.
"Es absurdo hablar de genocidio en el contexto de la conquista de América": Fernando Cervantes, historiador mexicano
Irene Hernández Velasco
Especial para HayFestivalArequipa@BBCMundo
Los conquistadores españoles fueron unos monstruos ávidos de sangre y riqueza que cometieron un terrible genocidio en América Latina y la saquearon sin piedad.
Esa es la visión más extendida de la conquista de América, la más aceptada.
Pero en su nuevo libro, "Conquistadores: una historia diferente" -publicado en español por la editorial Turner Noema-, el historiador mexicano Fernando Cervantes, se atreve a contestarla.
A lo largo de 534 páginas (casi un centenar de las cuales corresponden a notas y bibliografía) y basándose en fuentes primarias como diarios, cartas, crónicas, biografías, encomios y tratados elaborados tanto por los conquistadores y sus defensores como por sus críticos y en muchos casos poco conocidos, Cervantes hace una relectura de la conquista de América que va claramente a contracorriente.
"Nuestra percepción de los conquistadores ha acabado enredada en un mito extrañamente pertinaz, que ve en la historia de España poco más que la crónica de una crueldad al servicio de la reacción política y el fanatismo religioso", señala en la introducción del libro.
BBC Mundo conversó con Cervantes, profesor de estudios de la Edad Moderna en la Universidad británica de Bristol y especializado en la historia intelectual y religiosa de la España y la América española de la Edad Moderna, en el marco del HAY Festival de Arequipa, donde estará discutiendo su postura.
Es indudable que hubo masacres terribles en la conquista de América…
Por supuesto, las hubo.
¿Y las calificaría de genocidio?
El genocidio se produce cuando una raza mata a otra raza. Y en las masacres que se dieron en la conquista de México y en la conquista de Perú también participaron abrumadoramente indígenas.
Pero no una nación indígena con una conciencia indígena, sino un mosaico de pueblos indígenas que hablaban diferentes idiomas y tenían diferentes culturas.
Cortés se dio perfecta cuenta de eso, de que existía un sentimiento de opresión por parte de algunos pueblos indígenas respecto a otros, y en seguida se ganó a los tlaxcaltecas.
Cuando en su camino a Tenochtitlan los españoles llegaron a Cholula surgió el rumor de que estaban a punto de atacar a los españoles.
Cortés dio la orden de atacar, pero los que lo hicieron de forma despiadada fueron los tlaxcaltecas, que querían vengarse de los cholultecas, un pueblo del que eran súper enemigos.
Ocurrió lo mismo en Texcoco y en todo el proceso de la conquista de Guatemala, que fue una conquista indígena.
¿La conquista de Guatemala fue una conquista indígena?
Claro. Todo el mundo cree que Pedro de Alvarado conquistó Guatemala. Él empezó, sí, pero regresó a México y España y dejó allí un desastre, porque todos los grupos indígenas andaban a golpes los unos contra los otros.
La conquista de Guatemala fue una conquista casi cien por ciento indígena, con líderes indígenas.
Hablar de genocidio en ese contexto no tiene sentido, porque es un término moderno basado en cómo entendemos hoy biológicamente la raza. Pero en esa época no existía ese concepto.
Conviene recordar la carta que cuando estaba en Jamaica Cristóbal Colón le escribió a Fernando de Aragón, cuando la reina Isabel ya estaba muy enferma.
En esa carta le pedía a Fernando que por favor mandara más reses, maíz, aceite de oliva y vino, porque decía que si seguían comiendo casabe y roedores se iban a poner de color café y se les iba a caer la barba.
Pensaban que la raza era algo que se adquiría, que si vivías como los indígenas te volvías indígena. No era en absoluto el concepto de raza que tenemos ahora.
Las enfermedades, las epidemias que llevaron los españoles al Nuevo Mundo, ¿causaron tanto daño como las masacres?
Muchísimo más. Esa fue la principal causa de la despoblación de América.
A los españoles de hecho les preocupaba, porque no es que quisieran acabar con los indios: los necesitaban como mano de obra, como vasallos, etcétera. No les convenía en lo más mínimo acabar con ellos.
Sin duda, muchos también murieron en las masacres de las guerras, porque en las guerras siempre hay atrocidades, que vienen de los dos lados.
Pero hay que pensar en los números: los españoles estaban en completa minoría.
Claro que tenían caballos, cañones, espadas, etcétera, pero los indígenas aprendieron a montar a caballo y a usar las espadas con una rapidez impresionante.
En la conquista de México los indígenas ya estaban muy bien armados. Fue terrible lo que sucedió en la conquista de Tenochtitlan, pero insisto en que fue una conquista protagonizada en su gran mayoría por indígenas.
Por tanto, no se puede hablar de genocidio; es absurdo hablar de genocidio.
Cuando Colón regresó a España de su primer viaje, llevó consigo a algunos indígenas a los que había hecho esclavos, pero según cuenta en su libro los Reyes Católicos ordenaron que fueran devueltos a su lugar de origen con la estricta orden de no permitir que nadie los revendiera. ¿No querían esclavos en el Nuevo Mundo?
No, querían súbditos.
Pero más que una cuestión humanitaria era una cuestión jurídica, porque estaba completamente aceptado que si el dominio de esas tierras se había atribuido al patronato real, los indígenas eran por definición vasallos y no podían ser esclavizados. Hacerlo era jurídicamente un crimen.
Pero eso no quiere decir que no existiera la esclavitud en el mundo hispano.
Por supuesto que existía, solo que los esclavos tenían que venir de regiones que no estaban bajo el dominio de la corona. Y también había estipulaciones muy, muy claras respecto a los esclavos.
Otro punto controvertido en la conquista de América es la cristianización. ¿Se obligó a los nativos a bautizarse, a hacerse cristianos, condenando a muerte a muchos de los que se negaban?
Todo el mundo dice que el cristianismo se impuso por la fuerza en América, y por supuesto que hay ejemplos de actitudes recalcitrantes en contra de la idolatría, etc, pero de las fuentes primarias surge muy poca intolerancia.
Fue un proceso muchísimo más interesante y mucho más gradual, más de acomodación y de respeto a la heterogeneidad, a la diversidad, donde por lo general se respetaba todo lo que existía si no iba completamente en contra de los postulados del Evangelio.
Por eso los sacrificios humanos, el canibalismo y la poligamia fueron tan difíciles de tratar.
Los frailes eran muy prudentes en cómo iban imponiendo las cosas; se sentían herederos del legado de la antigüedad tardía y citaban muchísimo la carta que le escribió el Papa Gregorio Magno a San Agustín de Canterbury, donde le dice que no cometa el error de tirar templos, de destruir lo que hay ahí.
Pero además, ¿cómo iban a imponer el cristianismo por la fuerza? ¿con qué recursos si poblaciones como las de México tenían 20 millones de habitantes, y los españoles eran 1.000 escasos y 12 frailes?
Obviamente no podían.
Lo que sí que no es leyenda negra es el saqueo económico del nuevo mundo para financiar a la corona española, sobre todo en las guerras que libraba, ¿no?
Sí, aunque hay aclarar también que para los indígenas de América el oro y la plata no eran moneda, no significaban un poder económico. Eran estrictamente metales decorativos que sabían trabajar.
Pero no era algo que les llamara la atención desde el punto de vista económico, porque el suyo era un sistema completamente diferente, basado mucho más en el intercambio en especie que en moneda.
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Muchísimos historiadores (...) pensaron que ese sistema de extracción de oro era el fundamento del imperio, pero realmente nunca lo fue".
Pero sí, hubo un saqueo terrible, sobre todo en Perú, donde Pizarro fundió todos los tesoros para mandar lingotes de oro a la corte española.
Eso fue algo que causó mucha indignación, también entre las autoridades de España.
Ahora bien, muchísimos historiadores, sobre todo de la escuela marxista de los años 60 y 70, pensaron que el sistema de extracción de oro era el fundamento del imperio, pero realmente nunca lo fue.
Hasta bien entrado el siglo XVIII la mayoría de la riqueza se quedó en América, y en América había elites muy prósperas.
Mi libro lo termino con un testimonio de Alejandro von Humboldt, el polifacético alemán que viajó a la Nueva España a principios del siglo XIX, y que describe a la Ciudad de México como la ciudad de los palacios.
No tenía duda de que el centro de la civilización occidental estaba ahí, no en Estados Unidos. Había ido a Boston, a Filadelfia, a Nueva York, pero México era en esa época 20 veces más grande y muchísimo más importante, con una prosperidad realmente notable.
¿Por qué nos hemos olvidado de eso? Solemos pensar que los españoles llegaron, saquearon y son los responsables de todos los males de la América Latina moderna, incluida la marginación de los indígenas, que todavía se ve a todas luces.
¿Y no lo son?
La realidad es que la legislación española y todas las leyes de Indias garantizaban autonomía a las comunidades indígenas.
Fue en el siglo XIX cuando acabaron con todo eso, porque la legislación liberal se basaba en los derechos del hombre en abstracto, sin tener en cuenta las circunstancias y la heterogeneidad que existía antes.
Los conquistadores, en su época, eran vistos con gran admiración, no sólo en España, sino en toda Europa y sobre todo por parte de los ingleses, ¿verdad?
Sí. En el siglo XVI España era admirada porque fue pionera en algo que todo el mundo quería hacer.
Los ingleses querían imitar a Cortés y a Pizarro, y los hubieran imitado si se hubieran encontrado en América del Norte civilizaciones del calibre de los aztecas y los incas.
Lo que pasa es que como esa zona estaba muy despoblada, iniciaron un proceso de colonización que aparenta ser mucho más pacífico.
Pero en realidad, si se visita Estados Unidos y Canadá y luego se visita México y Perú uno se da cuenta de que los llamados 'genocidios' se dieron en otra parte.
A los conquistadores se les considera hoy seres absolutamente despreciables y espantosos. ¿La conquista de América no fue como la describe la "leyenda negra"?
No. La conquista de América no fue como la describen los defensores de la leyenda negra, quienes además para sus críticas se basaron fundamentalmente en los escritos de españoles.
Bartolomé de las Casas fue el más influyente, pero había muchos otros que estaban tratando de escandalizar a la corte de Carlos V para implementar reformas, porque se habían dado muchos abusos y había muchas cosas muy escandalosas en el Nuevo Mundo.
Francisco de Vitoria hizo un crítica mucho más fuerte y radical que Las Casas, pero desde una perspectiva bastante más calmada, jurista y teológica.
Dentro de España también hubo críticas por lo que había pasado, y qué bueno que fuese así. Eso muestra que España no era un asidero del oscurantismo, al contrario.
Hay que poner lo sucedido y a los conquistadores en su contexto y tratar de entenderlos en ese contexto, no desde una perspectiva posterior que confunde y distorsiona.
Fray Bartolomé de las Casas probablemente fue quien con más fuerza denunció las atrocidades de los conquistadores en América Latina. Usted sin embargo sostiene que muchas de sus afirmaciones son exageradas….
Claro. Sus diatribas -porque así se llamaban- la "Brevísima relación de la destrucción de las Indias" o "Del único modo de atraer a todos los pueblos a la verdadera religión", así como muchas de sus cartas, tienen exageraciones palpables.
Cuando dice por ejemplo que de los dos millones de habitantes que tenía el Caribe a la llegada de Colón apenas quedaban 15.000, está claro que es una exageración desmedida.
Nadie sabe cuántos habitantes tenía el Caribe cuando desembarcó Colón, pero todos los estudios modernos y los cálculos más aceptados en la actualidad sostienen que, si nos vamos muy arriba, no había más de 300.000 personas, y para cuando Las Casas hacía sus denuncias no había menos de 80.000.
Por supuesto que fue una tragedia, eso nadie lo niega. Pero las cifras de Las Casas son muy exageradas, y con toda la intención.
¿Con qué intención?
El estilo de la época era exagerado. Los cruzados hacían exactamente lo mismo en sus relatos, hablaban por ejemplo de ríos de sangre en Jerusalén que les llegaban hasta las caderas de tanta gente que habían matado.
Imagínese un río de sangre, eso no puede suceder. Era un mecanismo retórico para entretener al lector. Y los lectores de entonces tenían una sensibilidad muchísimo menos pulcra que la que tenemos ahora; no se ofendían tan fácilmente como hoy en día.
¿Considera una caricatura la imagen actual que se tiene de los conquistadores?
Completamente, pero es muy difícil hablar de este tema. La gente que no ha leído mi libro cree que estoy loco. "¿Cómo es posible que escribas un libro que no condene completamente a esos bárbaros?", me dicen. Pero no eran unos bárbaros. Yo he tratado de hacer la labor del historiador.
Si la Historia ofende, hay que saber por qué ofende, no simplemente tirar estatuas.
Yo creo que el libro ha salido en un momento realmente interesante. Yo no me lo esperaba, porque lo empecé a escribir hace unos cinco años pero tardé mucho por varias razones: estaba cuidando a mi padre, dando clases en la universidad… Escribirlo fue una labor con muchas interrupciones.
Yo no me imaginaba que iba a coincidir el movimiento Black Live Matters y la crisis desatada tras el asesinato de George Floyd. La versión inglesa del libro salió hace año y medio e iba a salir simultáneamente con la estadounidense, que finalmente se lanzó hace un mes.
No salió antes porque prefirieron la prudencia ante dicha situación. Me dijeron que no se podía, que era imposible publicar un libro sobre ese tema en este preciso momento.
¿Debería España pedir perdón por la conquista de América, como pide el presidente mexicano López Obrador?
¿Cómo es posible pedir eso si en la época no había Estados nación?
España no era nación, el reino de Castilla y el reino de Aragón acababan de unificarse. Carlos V es el primer monarca realmente español, porque heredó las dos coronas. Pero él no concebía su poderío como un poderío nacionalista.
Carlos V era el emperador del Sacro Imperio, y España era una región de ese Sacro Imperio, no era un Estado-nación moderno.
Pensar que España como nación se impuso a México o a Perú como naciones autónomas independientes no tiene el menor sentido.
¿Y desde el punto de vista ético o moral considera que los españoles, como impulsores de esa conquista, deberían disculparse?
Hay una polarización muy extrema entre los que se llenan de vergüenza por lo que hicieron los españoles y los que dicen que la conquista fue una empresa civilizadora como nunca se había visto, y que los españoles no cometieron ningún crimen.
Hay que recalcar que los conquistadores eran seres humanos, tan humanos y tan falibles como nosotros, con sus luces y sombras, como todos nosotros. Por supuesto que hubo muchísimas atrocidades, muchas cosas que sí deben causar vergüenza y que de hecho la causaron en su época.
Como ya he dicho, la crítica más fuerte a la conquista española que ha habido en la historia fue la de Francisco de Vitoria, más fuerte que la de Bartolomé de las Casas, y que hizo mientras estaba sucediendo la conquista.
De modo que el perdón ya se pidió hace mucho, muchísimo tiempo.
¿Qué tiene que ver la España moderna con eso? Yo creo que lo que se tiene que hacer es entablar una conversación para llegar a un entendimiento de las raíces comunes que tenemos y de la cultura que ha surgido de ese encuentro, que es muy rica comparada con la expansión de la cultura anglosajona, más basada en el comercio y en lo material.
La cultura hispana tiene raíces muy fuertes en la cultura, en la religión, en el arte. Sólo hay que dar una vuelta por toda Hispanoamérica para comprobarlo.
Usted es mexicano. ¿Cómo ha sido recibido el libro en México?
Por lo pronto muy bien, ha tenido buenas reseñas. Claro, que los que han escrito son amigos.