Broncearse sin sol...coma tomates

Lucir un buen bronceado ya no es cuestión de pasar horas y horas bajo el sol. Un nuevo estudio dirigido por el doctor Ian Stephen de la Universidad de Nottingham ha revelado que comer una buena cantidad de frutas y verduras ayuda a lucir un bronceado dorado y más saludable. La investigación, que demuestra que es más aconsejable comer zanahorias y tomates en lugar de tumbarse al sol, se ha publicado se ha publicado en la revista «Evolution and Human Behaviour».

El doctor Ian Stephen, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Nottingham, dijo que «mucha gente piensa que la mejor manera de mejorar el color de la piel es tomar el sol, pero nuestra investigación muestra que comer frutas y verduras es, en realidad, mucho más eficaz».

El doctor Stephen y su equipo llegaron a la conclusión de que las personas que comen más porciones de frutas y vegetales al día tienen un color de piel más dorada gracias a unas sustancias llamadas carotenoides. Estas sustancias son antioxidantes que ayudan a absorber los compuestos nocivos producidos por el estrés y las tensiones de la vida diaria, especialmente cuando el cuerpo lucha contra alguna enfermedad. Los carotenoides son los responsables del color rojizo de algunas frutas y verduras como las zanahorias y los tomates. Además, los carotenoides son importantes para nuestro sistema inmunológico y reproductivo.

Ya se ha comprobado en humanos

«Nuestros estudios han revelado que la gente prefiere el bronceado causado por los carotenoides al que se adquiere por el sol». El doctor Stephen recomienda que «si quieres un color de piel más saludable y más atractivo, es mejor comer una dieta saludable con abundantes frutas y verduras que tumbarse bajo el sol»

Otra de las conclusiones a las que se ha llegado con este estudio es la que sugiere el doctor Stephen. El estudio también revela que a la hora de relacionarse con otras personas, los seres humanos preferimos a las personas saludables por encima de las que no lo son. David Parret, partícipe en este estudio, afirma que «esto es algo que compartimos con otras especies. Los pájaros hembra prefieren aparearse con pájaros que lucen un pico más brillante que hacerlo con uno que no tiene el pico tan brillante». Sin embargo, según asegura este profesor, «el estudio ya ha sido demostrado en humanos».

ABC.es