El teorema de Pio’s Chicken.. creación desmesurada de Distritos

El teorema de Pio’s Chicken, por Carlos Meléndez

“De los 36 distritos creados en los últimos tres años, 28 fueron iniciados por ‘declaratoria de interés nacional’”.

CARLOS MELÉNDEZPOLITÓLOGO

“¿Por qué se ha acelerado la tendencia a crear distritos sin cumplir con los criterios técnicos establecidos?”. (Ilustración: Víctor Aguilar).

Carlos Meléndez21.10.2017 / 05:30 am

Los memoriosos de la cultura popular recordarán el sketch del programa “El especial del humor”, en el que un monigote de pollo –Pio’s Chicken– pasa de un lado a otro de una cerca que divide a dos distritos –uno popular, Ate Vitarte, y otro acomodado, La Molina–, en medio de grescas entre vecinos inconformes con los linderos que comparten. Esta parodia sintetiza una de las prácticas vecinales más comunes en la política de demarcación territorial: la disputa por recursos estatales (por ejemplo, Foncomún) o por fuentes de ingresos propios (por ejemplo, canon minero). Ambas pueden derivar en conflictos sociales. Ello ilustra una suerte de ‘teorema’ de la creación de distritos, que parte de premisas signadas por pugnas económicas, estimulantes de la fragmentación territorial.

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La demarcación territorial –amparada en criterios políticos y no técnicos– puede agudizar la desigualdad social. Dado que gran parte de la distribución de los recursos estatales descansa en la institucionalidad municipal, existen incentivos para que poblaciones marginales aspiren a convertirse en distritos autónomos. Sin embargo, en su gran mayoría dichas poblaciones carecen de capacidad para financiar sus gastos operativos. Asimismo, dada su magnitud, su capacidad recaudatoria es pobre. De tal forma, los fondos derivados del Gobierno Central suelen emplearse en el sostenimiento de una burocracia inútil –y no en inversión pública–. A este diagnóstico ha arribado la Secretaría de Demarcación y Organización Territorial de la PCM.

Estos últimos años registran una inédita aceleración de la tendencia a la generación de distritos desprovistos de exigencias técnicas. Entre el 2013 y el 2016 se han creado 36 distritos (un promedio de 9 distritos por año), cifra similar al total de jurisdicciones creadas entre 1994 y el 2012 (33 distritos, a un ritmo de 1,7 distritos por año). Según la normativa estatal, no toda población puede convertirse en distrito: se estipula un número de 12.000 habitantes en la costa, 3.800 en la sierra o 4.000 habitantes en la selva. También se estatuye una tasa de crecimiento poblacional positiva. Empero, según información censal disponible, de los 1.874 distritos vigentes, el 47% (895) tiene una población por debajo de lo normado y el 29% (557) tiene una tasa de crecimiento poblacional negativa. ¿Por qué se ha acelerado la tendencia a crear distritos sin cumplir con los criterios técnicos establecidos?

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Aparentemente, la responsabilidad proviene de presiones políticas, más sensibles desde el Legislativo. De los 36 distritos creados en los últimos tres años, 28 fueron iniciados por “declaratoria de interés nacional”, promovidos por parlamentarios ‘urgidos de satisfacer a sus electorados’. Tales apremios han sido más notables en zonas cocaleras. De dichos 28 distritos, 26 se ubican en los valles del Vraem y del Huallaga. Por si fuera poco, al menos 46 proyectos del mismo tipo aguardan respuesta del actual Ejecutivo. El actual gobierno, hasta ahora, ha frenado la tendencia a la fragmentación territorial contraviniendo, inclusive, intereses de altas autoridades elegidas (¡ojo con Moquegua!). Al final del día, es el ciudadano de estas zonas el más perjudicado, casi tan magullado como el propio Pio’s Chicken.