La infancia no determina cómo va a ser la persona cuando crezca, pero influye”
Germán Posada
El Dr. Posada, de origen colombiano, es el más reconocido investigador en el campo del apego dentro del contexto latinoamericano. Se especializa en cómo las relaciones que se crean entre la madre y sus hijos, repercuten en la forma en que los niños pueden relacionarse con otros. Vino invitado por el Departamento de Psicología.
¿En qué consiste la teoría de apego y base segura?
Esta teoría (elaborada por John Bowlby y Mary Ainsworth), parte de las observaciones de niños que sufrieron una separación drástica de sus madres. Se encontró, que habían ciertos efectos o asociaciones, en diversos aspectos de su personalidad a medida que crecían y parece cumplir un papel esencial en el desarrollo de la personalidad, además brinda la experiencia y conocimiento de cómo se deben manejar las relaciones interpersonales cercanas importantes en la vida. Las diferencias en las relaciones con los cuidadores, se interpretan como seguridad emocional y están asociadas en cómo esos niños van a interactuar con sus pares o con adultos y que tan recursivos serán en el manejo de los ambientes a los que se tienen que enfrentar. Pero también existe la posibilidad de que cambie la forma de cómo piensen o actúen, dependiendo de los eventos que hayan ocurrido en la vida de estos individuos, por ejemplo, si hubo una experiencia de pérdida, la seguridad se puede afectar o si cambió en cómo interactúan los padres con los hijos a medida que el niño crece, siendo de manera más armoniosas o negativas, si es en el caso que los padres no estén disponibles, por razones de enfermedad, sociales o laborales.
¿Cómo se da esta relación de apego de acuerdo a los diversos contextos culturales?
Obviamente son sensibles al contexto, pero en general, se ha encontrado que la relación de apego y base segura aparecen en todas las culturas. Lo que no se ha podido encontrar, es que los niños con un bagaje cultural distinto se comporten de otra manera a los niños de diferentes culturas. Esas diferencias culturales o de contexto, no se han especificado, pero hay una delimitación importante de la información recogida y es que los niños de las investigaciones eran muy jóvenes, seguramente cuando las influencias culturales no se pudieron haber consolidado todavía. Hemos publicado hace quince años un estudio en siete países en el que encontramos diferencias entre grupos pero que no tienen ningún patrón en relación a los países de donde provienen los niños.
¿Generar este vínculo de seguridad se aprende o es innato?
La teoría propone que existe una predisposición en los niños en tener una relación de apego con sus cuidadores, es decir, se trata de un producto evolutivo con el que se aprende a relacionarse con otros. Esto aparece en todos los niños, la manera de cómo se desarrolla esta relación con otros, se aprende a partir de cómo se realizan las interacciones con los cuidadores, que puede ser la madre, el padre o un tercero.
Actualmente, que hay familias conformadas de diferentes maneras, ¿Cómo se ve afectada la base segura?
El vínculo afectivo de apego entre un niño y su cuidador, se desarrolla con el tiempo y por medio de las interacciones cotidianas. Cuando la mamá o el papá es soltero, sea la madre biológica o adoptiva, el caso de las cuidadoras de los jardines infantiles o las niñeras, los niños desarrollarán vínculos de apego con estas personas, la única condición es la interacción diaria del cuidado del niño. Las condiciones del contexto y la calidad influyen ese vínculo, desarrollándose un vínculo seguro o inseguro (ansioso), que viene a ser cómo el niño se comporta con otros más tarde. Es más difícil que una mamá soltera críe a un niño o cuando hay una situación de conflicto con la pareja, porque crea más ansiedad o estrés en la madre y altera sus interacciones con el niño.
¿Nuestra personalidad como adultos, está determinada por nuestra infancia?
Lo que plantea la teoría, y se ve en la investigación, es que la experiencia que uno tiene interactuando con su madre, con el tiempo se convierte en conocimiento que se va acumulando pero también es dinámico y abierto a interacciones con personas futuras o vínculos importantes que retroalimentan esos modelos. A pesar que el modelo tiende a la estabilidad, porque te sesga de ver las cosas de cierta manera, las otras personas tienen otros modelos y otras formas de interactuar, entonces uno se modifica un poco para adaptarse a una nueva relación. Es decir, la experiencia en la infancia no determina absolutamente que va a hacer la persona cuando crezca, pero sí influye y será mayor, si el ambiente que se experimentó al principio ha sido estable y se sigue presentando a través del tiempo, pero las variaciones cambiarán la manera cómo realizas tus interacciones. Hay niños que tuvieron infancias difíciles y más tarde parecen navegar las relaciones interpersonales de manera adecuada, no están condenados, es decir, el sistema está abierto, pero de la misma manera no están vacunados a que si tienen una experiencia inicial favorable, el resto de la vida les va a ir bien.
¿Qué aspectos no se pueden explicar por la teoría de apego?
En las relaciones interpersonales con la mamá o el papá, uno adquiere habilidades de cómo interactuar con otros, aprende un modelo de comunicación. Seguramente, no tiene mucho que ver con, por ejemplo, el rendimiento académico en la matemática, pero sí creo que las relaciones armónicas facilitan otras prácticas de sociabilización que el papá quiere para el futuro de su hijo, como que el niño sea estudioso, ya que el niño estará más abierto a seguir indicaciones. Seguramente los padres que favorecen una relación vincular segura ayudan a los niños a explorar su ambiente, pero tener este vínculo no tiene nada que ver con aprender ‘matemáticas’. Hay niños inseguros que les va muy bien en el colegio.
Claramente la teoría del apego está relacionada en la manera de cómo utilizarás las herramientas que aprendiste para tus relaciones interpersonales, pero no tenemos porque esperar que la teoría explique por qué alguien es exitoso en el colegio o en el trabajo. Por ejemplo, se dice que la alimentación de pecho a un niño, en el aspecto del apego, es muy importante para desarrollar relaciones seguras por el contacto físico con la madre, pero según la investigación, esto no es así, ya que no solo es el hecho de amamantar al niño sino cómo la madre realiza esta acción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario