La verdadera historia del descubrimiento de Tutankamón
Hoy se cumple un año más del descubrimiento arqueológico más fascinante de la historia. El hallazgo de la tumba de Tutankamón se le concedió a Howard Carter, pero lo que pocos saben es que el primer escalón hacia la tumba lo desempolvó Husein Abdel, un niño de apenas 10 años que se encargaba de mantener hidratados a los obreros.
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- 1922: Howard Carter descubrió la tumba de Tutankamón
El inglés Howard Carter se llevó todos los honores por ser el primero en abrir la tumba de Tutankamón, pero quien la descubrió en 1922, fue un niño a lomos de un burro. Se llamaba Husein, y llevaba agua a los obreros de la excavación cuando encontró el primer escalón entre la arena.
Con apenas 10 años Husein Abdel Rasul escarbó la arena para dejar reposar los tobos de agua para los obreros, y fue allí cuando encontró el 4 de noviembre de 1922 el primer escalón que llevaba a la tumba de Tutankamón.
(Husein Andel Rasul en un retrato de 1925, luciendo el collar con un escarabajo y cobras que fue hallado en la cámara de Tutankamóm. Foto: Francisco Carrión)
Después de pasar siete años peinando el Valle de los Reyes, el arqueólogo Howard Carter y su equipo de obreros pudieron hallar casi intacta una tumba de un faraón prácticamente desconocido.
Luego de dejar despejados los 16 peldaños, Howard y su equipo se encontraron con una puerta bloqueada por varios sellos, entre ellos la necrópolis. Carter aprovechó que una pequeña parte del yeso había cedido para introducir una antorcha eléctrica y arrastrarse por un pasadizo lleno de basura y piedras. Aquella era la tumba KV62.
A unos 110 metros cuadrados habían permanecido intactos más de 5.000 objetos amontonados en la antecámara, la cámara funeraria, la cámara del tesoro y un anexo. "Cosas maravillosas" así lo narró Carter en el primer tomo de sus memorias.
Tras presenciar uno de los hallazgos más importantes de la historia, la policía rodeó la tumba inmediatamente. El sepulcro, en su mayor parte a salvo de los saqueadores durante siglos, contiene en su antecámara gran cantidad de objetos valiosos. Finalmente la cámara mortuoria es descubierta y en ella un gigantesco féretro de mas de 5 metros de largo y casi 3 de altura recubierto en oro conteniendo sucesivos ataudes que protegen el sarcófago real.
“La maldición de Tutankamón”
Con el descubrimiento de Tutankamón también nació el mito de la maldición que castigó a algunos de sus desenterradores. Lord Carnavon fue el que financió la excavación de la tumba, pero no logró disfrutar mucho del éxito debido a que murió en El Cairo cinco meses después por una picadura de un mosquito complicada con una neumonía.
Otros trabajadores y familiares de Carnarvon también sufrieron extrañas y repentinas muertes. Sin embargo, el fallecimiento de Howard Carter ha sido citado a menudo para refutar esa supuesta persecución, puesto que murió a los 64 años en Londres por la enfermedad de Hodgkin.
Años después, en 1970, los rotativos egipcios desempolvaron la maldición después de que el entonces jefe del Servicio de Antigüedades, Mohamed Mahdi, muriera atropellado tras firmar el contrato para la primera exhibición internacional del ajuar de Tutankamón. Husein, el niño que desempolvó el primer escalón, desapareció del paisanaje de Luxor a los 84 años, negó que existiera una cacería contra quienes profanaron la tumba, ya que él todavía estaba vivo.
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