Se inicia una nueva gestión en el sector salud, la cara de un nuevo ministro de salud no solo genera expectativas sino también moviliza esperanzas de que las cosas mejoraran;desde el año 2000 son pocos lo avances que podemos destacar en el sector salud,si hacemos un recuento ,en la primera gestión de Solari,se marco una interesante propuesta de ordenamiento de la gestión,tal vez lo mas destacado fue la implementación del MAIS y la extensión y mejora del SIS,sin embargo todo esto fue quedando en una propuesta teórica que por la alta rotación de funcionarios y falta de claridad y compromiso político, se fue distorsionando hasta perderse en la anómia y el desconcierto.
El inicio del proceso de descentralizacion ,generó un escenario esperanzador con el propósito de mejorar los servicios de salud, sin embargo, este proceso ha generado una mayor incertidumbre y evidenciado el poco interés del MINSA de transferir competencias y recursos(poder) a los niveles regionales, los funcionarios del nivel central ,unilateralmente, convirtieron el proceso de descentralización en un fin y no un medio para lograr mejor salud,se estableció un proceso de transferencia de funciones, maquillado y escondido en una maraña de tramites y papeleos burocráticos estériles que no llegó a ningún resultado, se quiso transferir algo que ya estaba transferido o se queria transferir competencias eue estaban siendo manejadas con mejor criterio por las regiones que en el nivel central.
En este lapso se desacumularon la mayoría de procesos de asistencia técnica y supervisión del nivel nacional,los programas de salud, por ciclo de vida, quedaron solo en el nombre,pues estuvieron superpuestos con los antiguos programas, pero sin presupuesto; si bien hubo un realce de la promoción de la salud ,poco a poco esta estrategia se ha convertido más en discurso que en acción concreta,los múltiples avances locales han sido fulminados por la apatía y la falta de rumbo y la falta de apoyo del nivel central.
Las DIRESAS funcionan en piloto automático desde hace siete años,los cuadros técnicos formados en la década pasada han tenido en su hombros,la tarea de seguir con la rutina y evitar la catástrofe del caos y la falta de rumbo,en estas circunstancias, el MINSA se ha convertido una institución totalmente prescindible, el organismo central ya no significa nada para las Regiones, salvo el financiamiento ,no hay mayor interés, ni necesidad de la presencia del nivel central en las regiones.
En este contexto ,se han paralizado las propuestas de calidad de atención,implementación de un nuevo modelo de atención, participación social( cogestión CLAS) y atención a las comunidades dispersas.
Esperamos que con esta nueva gestión se retomen los temas cruciales, la atención universal,la transferencia real de competencias y funciones a las regiones y niveles locales y la implementación del sistema único de salud y que no se persista en el maquillaje de la situación y los resultados mediáticos para mostrar una realidad que no lo es.
El inicio del proceso de descentralizacion ,generó un escenario esperanzador con el propósito de mejorar los servicios de salud, sin embargo, este proceso ha generado una mayor incertidumbre y evidenciado el poco interés del MINSA de transferir competencias y recursos(poder) a los niveles regionales, los funcionarios del nivel central ,unilateralmente, convirtieron el proceso de descentralización en un fin y no un medio para lograr mejor salud,se estableció un proceso de transferencia de funciones, maquillado y escondido en una maraña de tramites y papeleos burocráticos estériles que no llegó a ningún resultado, se quiso transferir algo que ya estaba transferido o se queria transferir competencias eue estaban siendo manejadas con mejor criterio por las regiones que en el nivel central.
En este lapso se desacumularon la mayoría de procesos de asistencia técnica y supervisión del nivel nacional,los programas de salud, por ciclo de vida, quedaron solo en el nombre,pues estuvieron superpuestos con los antiguos programas, pero sin presupuesto; si bien hubo un realce de la promoción de la salud ,poco a poco esta estrategia se ha convertido más en discurso que en acción concreta,los múltiples avances locales han sido fulminados por la apatía y la falta de rumbo y la falta de apoyo del nivel central.
Las DIRESAS funcionan en piloto automático desde hace siete años,los cuadros técnicos formados en la década pasada han tenido en su hombros,la tarea de seguir con la rutina y evitar la catástrofe del caos y la falta de rumbo,en estas circunstancias, el MINSA se ha convertido una institución totalmente prescindible, el organismo central ya no significa nada para las Regiones, salvo el financiamiento ,no hay mayor interés, ni necesidad de la presencia del nivel central en las regiones.
En este contexto ,se han paralizado las propuestas de calidad de atención,implementación de un nuevo modelo de atención, participación social( cogestión CLAS) y atención a las comunidades dispersas.
Esperamos que con esta nueva gestión se retomen los temas cruciales, la atención universal,la transferencia real de competencias y funciones a las regiones y niveles locales y la implementación del sistema único de salud y que no se persista en el maquillaje de la situación y los resultados mediáticos para mostrar una realidad que no lo es.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario