El tiempo de gestación depende de la energía que necesita la madre, no del canal de parto
Día 28/08/2012 - 02.43h
El largo periodo de gestación de los seres humanos tiene que ver sobre todo con el metabolismo basal de
la madre (la energía que su cuerpo necesita diariamente para seguir
funcionando), y no con las dimensiones del canal de parto. Este
hallazgo, que publica Proceedings of the National Academy of Sciences, pone patas arriba las relaciones entre el nacimiento y una pelvis evolucionada para que los seres humanos sean bípedos.
A
diferencia de los primates, los hombres tienen un cerebro grande y
andan erguidos sobre dos piernas, lo que les complica la hora de llegar
al mundo. Sin embargo, unas caderas más anchas podrían comprometer la
bipedación. Esto es lo que algunos llaman el «dilema de la obstetricia»,
la causa de que se haya acortado el periodo de gestación para que la
cabeza del recién nacido no sea demasiado grande. De ahí que los bebés
sean seres muy indefensos y poco desarrollados en términos motores y
cognitivos.
Economía locomotora
Según Holly Dunsworth, una antropóloga de la Universidad de Rhode Island, nada evidencia que unas caderas más anchas vayan en detrimento de la bipedación. Según otra coautora del trabajo, la doctora Anna Warrener,
no hay correlación entre el tamaño y una «economía locomotora
disminuida». «Esto arroja dudas sobre la aceptación de que la dimensión
del canal de parto esté condicionada por la bipedación», afirma
Dunsworth, quien añade: «Unas caderas más anchas no aseguran que se
camine luego de forma más eficiente». Más aún: tomándo el parámetro del
tamaño del cuerpo de la madre, el periodo de gestación humano es algo
más largo que el de los primates, y el recién nacido humano mayor que el
mono bebé. Por tanto, según Dunsworth, Warrener y colegas lo que
determina la duración de la gestación humana es el metabolismo basal.
«Se
nace cuando se nace porque la madre ya no puede aportar más energía a
la gestación y al crecimiento fetal», sostiene Dunsworth. Utilizando
datos metabólicos de las embarazadas, los investigadores muestran que
las mujeres paren cuando están a punto de entrar en la zona de peligro metabólico.
Y es que hay un límite al número de calorías que nuestro cuerpo puede
quemar al día. Durante el embarazo, las mujeres se aproximan al tope
energético y paren justo antes de alcanzarlo. Esto ayuda a explicar
también por qué los humanos son más indefensos al nacer. Para tener el
mismo nivel de desarrollo que un primate, por ejemplo, el embarazo
humano tendría que ser de 16 meses, pero un solo mes más de gestación
llevaría a una madre a la zona de peligro metabólico.
El antropólogo Eudald Carbonell comentó
ayer a ABC que, además de lo relatado, no hay que perder de vista la
dimensión social del asunto tratado: la mujer puede dar a luz porque
vive dentro de una comunidad.
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