Un paciente hipertenso en Badalona, en España, recibe mensajes de texto para recordarle que se tome las pastillas y revise su presión arterial, en otro punto del mundo la madre de un niño diabético participa en un foro de una comunidad virtual de enfermedades crónicas, un doctor responde en su Facebook las dudas de sus pacientes y un especialista salva una vida por una ecografía que analizó vía skype.
La telemedicina, que combina los recursos tecnológicos de la comunicación con los servicios de salud, se abre paso al ritmo de crecimiento de las redes sociales y la sociedad informatizada.
Juan Jurado Moreno, responsable del área de innovación de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia de España, dice a BBC Mundo que la telemedicina es un elemento tecnológico que está dando respuestas hoy “y en un futuro las dará todavía más” sobre todo en el área de control y seguimiento de los pacientes.
El hospital líquido
El Hospital San Juan de Dios es el materno infantil más grande de España y uno de los cinco más importantes de Europa. Aunque está en Barcelona, el 47% de los pacientes que recibe proviene de otras partes.
Hace tres años, como una respuesta estratégica a la necesidad de optimizar la atención con el uso de internet, crearon el llamado "Hospital Líquido".
DOS APP PARA PACIENTES
El Hospital Líquido San Juan de Dios cuenta con 12 proyectos internos, entre ellos el desarrollo de aplicaciones para tabletas.
Para dispositivos móviles dos de ellas ya están en el mercado y otras tres esperan próxima salida.
Una permite que el paciente tome una foto de la información nutricional de los productos en el supermercado para determinar si es compatible con su perfil médico.
La otra, i-pediatric, aporta información para resolver dudas de la enfermedad.
El nombre viene de H2O, la composición química del agua, un juego de palabras que combina la H de hospital y 2.0 que refiere a las redes sociales.
Jorge Juan Fernández, director de e-Health del hospital, explica a BBC Mundo que la institución diferencia dos tipos de teleasistencia: una dirigida a pacientes con historia abierta y otra para quienes son remitidos de otros centros.
A cada persona con historia clínica se le abre su "portal del paciente", donde consigue los informes clínicos que recibe por un correo electrónico y puede descargar en cualquier momento. Hasta ahora hay 100 pacientes adscritos al e-Health.
Los otros servicios digitales son: consulta online a través de un e-mail seguro; teleconsulta o videoconsulta, por medio de un sistema seguro tipo skype; telemonitorización, sólo para diabéticos; y telerehabilitación para pacientes con problemas respiratorios.
Usan todas las redes sociales para comunicarse con los pacientes: Facebook, con mayor incidencia en las madres; Twitter donde hay un uso mayor de profesionales, y también YouTube, Flickr y Slideshare para compartir información. Suman ya 15.000 usuarios 2.0.
Las citas médicas se notifican mediante mensajes de texto al teléfono móvil.
"No es legal hacer una consulta médica por Facebook. Tenemos un modelo intermediado con dos community managers que administran las redes sociales y redirigen a los médicos para las respuestas a las dudas o sugerencias de las personas", precisa Fernández.
Crear comunidades
El hospital líquido también ofrece contenidos de salud online sobre cada enfermedad o dolencia con el fin de que los pacientes puedan tener información confiable y no recurran al "doctor Google".
"Facilitar el acceso a la información es muy gratificante para ellos (los pacientes)"
Mercedes Serrano, neuropediatra adscrita al hospital líquido
Mercedes Serrano, neuropediatra adscrita al hospital líquido, lleva tres años en Guía Metabólica, una página web dedicada a pacientes con enfermedades raras que cuenta con 1.600 usuarios registrados, aunque la audiencia objetivo con este tipo de dolencias se calcula en 65.000 personas. Las visitas al sitio este año superan los 80.000 usuarios al mes.
"Facilitar el acceso a la información es muy gratificante para ellos", asegura a BBC Mundo Serrano, quien hace asistencia clínica por las mañanas y se dedica al sitio web por las tardes, revisando contenidos o administrando el foro de padres donde los usuarios pueden plantear interrogantes, contactar a otros pacientes con un cuadro clínico similar o preguntarle a la doctora.
"El 98% de los usuarios de la página está satisfecho y ha conseguido información útil", asevera Serrano.
La iniciativa muestra resultados en tres años: más de 50% de los pacientes encuestados han cambiado sus hábitos de vida. "Esto es más un servicio, que no mejora la efectividad clínica", aclara Jorge Juan Fernández.
Presión arterial 2.0
Los Servicios Asistenciales de Badalona, también en Cataluña, comenzaron hace un año a abrirse a la telemedicina con una plataforma para control a distancia de pacientes hipertensos.
En casa, los pacientes se miden la presión arterial y transmiten al doctor la información por su teléfono inteligente con bluetooth. También reciben mensajes de texto con el recordatorio de las pastillas.
"Es una herramienta más que no sustituye nada a la medicina; complementa y mejora el rendimiento de un paciente, en particular de aquellos crónicos"
Juan Jurado Moreno, responsable de innovación de la Sociedad Española de Médicos Generales
Jordi Ibáñez, director médico de estos servicios, indica a BBC Mundo que después de aquel experimento hace un año -que todavía mantienen- avanzaron en la implantación de una plataforma digital más amplia para estratificar perfiles de pacientes crónicos y determinar factores de riesgo.
Ibáñez asevera que con la implantación de los proyectos de telemedicina se ha logrado un ahorro valorado entre 400 y 500 millones de euros un año, a una tasa de 60 euros anuales por paciente.
"Vienen menos al servicio médico, están más controlados y hay un mejor consumo de recursos", ratifica Ibáñez quien adelanta que el programa, denominado Ithaca, ha sido presentado como modelo en Bruselas y hay países interesados en reproducirlo.
Con la telemedicina, como sostiene Fernández, "hay cosas que no ameritan ir al médico". Sin embargo, Jurado Moreno alerta: "Es una herramienta más que no sustituye nada a la medicina; complementa y mejora el rendimiento de un paciente, en particular de aquellos crónicos".