Una revisión de estudios confirma la eficacia del ibuprofeno, el paracetamol, los antihistamínicos y los suplementos de zinc. Descarta el efecto preventivo de la vitamina C y el valor de la homeopatía o los jarabes para la tos en los niños
¿Toma un zumo de naranja cada mañana, miel, una dosis de homeopatía y sigue acatarrándose? Mejor, cambie de rutina. Médicos de la Universidad de Alberta (Canadá) y de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) han publicado en la revista de la Asociación Médica Canadiense los tratamientos que realmente funcionan contra el catarro común, los que ayudan a prevenirlo y los que lo atacan con más eficacia cuando ya nos hemos contagiado. Lo han hecho a la luz de la escasa evidencia científica que existe en este trastorno tan común, tras revisar y contrastar los estudios que ya se habían publicado.
Cómo prevenirlo
La revisión deja fuera tratamientos muy populares para prevenir y tratar constipados, desde la homeopatía a la miel o los jarabes para la tos y, por supuesto, los antibióticos. A cambio, ofrecen una receta sencilla para prevenirlo y tratarlo. Nada como lavarse las manos con frecuencia o suplementos vitamínimos ricos en zinc para reducir al máximo las posibilidades de contagio. Los autores recomiendan 10 o 15 miligramos de sulfato de zinc al día para evitar los catarros, sobre todo en niños aunque también creen que puede ser una ayuda para adultos. También indican que existe «cierta evidencia» de que los probióticos pueden ayudar a prevenir los resfriados. Pero ni la vitamina C ni el ginseng o los remedios homeopáticos tienen un gran poder preventivo, según los investigadores.
¿Y cuando ya estamos acatarrados?
Los tratamientos que recomiendan cuando el catarro ya está instalado son muy conocidos: paracetamol o ibuprofeno para combatir la fiebre y los dolores musculares y fármacos con antihistamínicos y espray nasal para aliviar la congestión. En adultos son válidos los preparados antigripales que combinan dosis de antihistamínico con paracetamol o ibuprofeno. Sin embargo, advierten que esas combinaciones de antigripales no son útiles en niños pequeños, de menos de cinco años.
En niños también se aconseja ibuprofeno en lugar de paracetamolpara aliviar los dolores musculares y bajar la fiebre. Y no utilizar jarabes para combatir la tos. Estos preparados tienen algún beneficio en adultos pero no funcionan en los pacientes infantiles. Tampoco consideran eficaces los productos para hacer gárgaras, las pomadas con eucalipto tipo «vaporub» y la homeopatía o la miel. Al menos, consideran que los resultados «no están claros».
Y por si aún quedara alguna duda descartan los antibióticos como tratamiento. Recuerdan que la gran mayoría de los constipados están causados por virus y por tanto los antibióticos que solo son útiles contra las infecciones causadas por bacterias solo pueden hacer más daño que beneficio.
En cualquier caso, los médicos que han realizado la revisión dejan claro que existe pocos estudios bien hechos y resultados inconsistentes sobre el tratamiento y prevención del resfriado.
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