Supusieron la reserva genética para nuestras modernas aves de corral
Las gallos y gallinas (Gallus gallus domesticus) son la especie de ave de corral más importante del mundo, aunque el número, los lugares y los momentos de su domesticación han sido objeto de controversia desde hace más de un siglo. Un equipo internacional de investigadores cree haber dado con una de esas primitivas «granjas» avícolas, un lugar donde por primera vez el ser humano decidió sacar partido de estas aves alimentándolas y conviviendo con ellas. Según el trabajo, publicado en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), ocurrió en el norte de China hace más de 10.000 años.
Los investigadores hallaron huesos de pollo que datan de más de 10.000 años en China. Xingbo Zhao, de la Universidad Agrícola de China en Pekín, y sus colegas compararon el ADN mitocondrial de los antiguos huesos con el de las aves modernas de la orden de los galliformes, incluidos faisanes, perdices y pollos.
En concreto, los autores secuenciaron el ADN mitocondrial de 39 huesos de pollo que datan entre 2.300 y 10.500 años excavados en cuatro sitios arqueológicos en el norte y centro-este de China, y los compararon con las secuencias de ADN mitocondrial de seis ejemplares antiguos de galliformes de España, Hawái, Chile y la Isla de Pascua.
La evidencia de los sitios arqueológicos de China indica que los huesos pertenecían a aves domésticas, y el análisis filogenético sugiere que estas están más estrechamente relacionadas con las especies del género Gallus, que incluye a las gallinas y gallos domésticos modernos.
Según los autores, los resultados sugieren que las especies antiguas contribuyeron a la reserva genética de los pollos que nos comemos hoy en día, y de que el norte de China puede haber sido uno de los varios sitios en los que las gallinas y su prole fue domesticados en todo el mundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario