- reducir la pobreza y desigualdad actual, ofreciendo un nivel mínimo de ingresos a las familias pobres y
- terminar con la transmisión intergeneracional de la pobreza, mediante transferencias de dinero condicionadas al cumplimiento de ciertos objetivos fundamentales para el desarrollo humano, como asistencia escolar y visitas periódicas al médico.
Las repercusiones de Bolsa Familia se extienden mucho más allá de las fronteras de Brasil. Como señaló el Sr. Wolfowitz, todos los países del mundo se están beneficiando de la experiencia de Brasil y tratan de emularla. “Los esfuerzos de Brasil y del programa Bolsa Familia ofrecen una dirección clara en la lucha mundial contra la pobreza y el hambre", manifestó Pamela Cox, vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
La labor del Banco Mundial
Aunque el Programa Bolsa Familia es todavía nuevo – con una encuesta de evaluación del impacto en marcha – ya se pueden apreciar algunos resultados:
- kGanancias en eficiencia, en términos de menores costos administrativos federales debido a la consolidación de cuatro programas en uno;
- kRepercusiones positivas en las economías locales – las transferencias están generando actividades económicas locales (en particular, en las localidades más pequeñas y pobres);
- kBuena focalización – la mayoría de los beneficios redundan en la gente que vive en la extrema pobreza, y
- kMejoras en la asistencia escolar.
También se evaluaron las mejoras en el consumo de alimentos, la calidad de la dieta y el crecimiento infantil.
“Bolsa Familia está teniendo un impacto positivo y hasta la fecha, no existe ningún indicador cuantitativo que muestre que está creando dependencia entre las familias beneficiarias", comentó Kathy Lindert, jefa de grupo del proyecto Bolsa Familia, quien identificó varios desafíos por delante, entre ellos, continuar reforzando los sistemas de Bolsa Familia para focalización, seguimiento y evaluación; asegurar que el programa no funcione como una “isla exitosa, pero aislada”, completándolo con inversiones en servicios de educación, salud e infraestructuras, y finalmente, ayudar para que las familias se “gradúen” del programa.
“El programa se está expandiendo para cumplir con la meta de 11,2 millones de familias pobres al finalizar el año", señaló Cox. “Es sumamente importante que este programa continúe durante las futuras administraciones de Brasil".
El programa representa una experiencia innovadora de cooperación. Por primera vez en la historia de Brasil, las tres esferas de gobierno – federal, estatal y municipal – unen esfuerzos para integrar políticas sociales de transferencia de recursos. Con esto, los Estados y Municipios pueden complementar el beneficio del programa Bolsa Familia, aumentando el valor repasado a cada familia y haciendo posible que las mismas participen de programas y políticas complementarias que les permitan salir de la situación de pobreza.
Esta coparticipación permite también el perfeccionamiento del Registro Único, lo que evita la superposición de beneficios. Además, hace posible que los gestores tengan en las manos una poderosa herramienta para la planificación de políticas públicas, por medio del uso de las informaciones socioeconómicas básicas.
Principales acciones
Después de la unificación, el valor promedio del beneficio por familia creció de R$ 25 para R$ 73. Eso significa que, prácticamente se triplicó con relación a los beneficios pagos en el pasado.
Para recibir el beneficio, las familias deben mantener a los niños y adolescentes en edad escolar en las redes de enseñanza, mantener al día el calendario de vacunación, participar de los exámenes prenatal, entre otros.
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