SALUD:
MAS PROFESIONALES MEJOR PAGADOS
Pedro Francke.
Cuando
se compara al Perú con los demás países del mundo de similar nivel económico,
se observa que el gasto público orientado a la salud es particularmente bajo,
al igual que la cantidad de médicos, enfermeras y obstetrices. Con apenas 5 por
ciento del PBI en gasto total en salud, estamos hacia el final de la tabla de
países de ingresos medios-altos.
A
pesar de esto, en las décadas pasadas nuestro país ha logrado avances en
atención básica de salud: vacunaciones, atención pre-natal y acceso a
anticonceptivos. Estamos atrás, sin embargo, en aquellas áreas que requieren
políticas intersectoriales - como la desnutrición infantil- y aquellas que
requieren atención más compleja, como partos y cáncer.
Un
problema central para avanzar en la atención especializada, muy importante para
prevenir enfermedades crónicas hoy prevalecientes como el cáncer, las
enfermedades del corazón y la diabetes, es el de los profesionales. Necesitamos
más médicos, tanto orientados a la medicina familiar y comunitaria, como con
especialidades. Los necesitamos, además, sobre todo en provincias, donde el
déficit es mucho mayor.
En el
mundo globalizado de hoy, ese déficit no se resuelve solamente aumentando las
vacantes en facultades de ciencias de la salud. Dados los bajos sueldos que
reciben en el Perú, muchos médicos y enfermeras miran al exterior. Uno de
los mejores directores jóvenes que trabajaron conmigo en los Hospitales de la
Solidaridad renunció porque quería irse a estudiar su maestría a España. Los
estudios muestran que suman decenas de miles (no es exageración, es un
dato estadístico) los médicos y enfermeras peruanos trabajando en el exterior.
Retenerlos exige pagarles más.
Pero
pagar mejor no solo es cuestión de mayores sueldos, sino que eso debe ir con
incentivos adecuados. Incentivos, en primer lugar, para prestar servicios en
las provincias donde más se les necesita pero donde las condiciones de vida
para un profesional son también más difíciles, ya que no hay los servicios, la
capacitación ni las oportunidades de trabajo adicional que hay en Lima.
Diversos gobiernos regionales están buscando pagar más, pero hacerlo
desordenadamente solo dificulta las cosas para los demás.
Otro
incentivo necesario es a la eficiencia y calidad. En mi paso como Gerente
General de EsSalud instituimos un bono de productividad para los profesionales
y trabajadores, vinculado a que se lograran metas como aumentar el porcentaje
de mujeres con papanicolau informado - clave para prevenir cáncer de cuello
uterino - o incrementar la cantidad de asegurados atendidos - lo que requiere
no solo hacer más consultas sino sobre todo dar un mejor trato-.
Lastimosamente, después el ministro de trabajo convirtió el 90% de este bono a
un pago automático, reduciendo el incentivo al mínimo.
La
salud pública necesita apoyo. El MEF debe aflojar la bolsa para aumentar el
gasto social, permitiendo al Ministerio de Salud y a EsSalud pagar mejore
sueldos, en cantidad e incentivos.
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