sábado, agosto 03, 2013

"El agua no debería ser mercantilizada" Por: Alejandro Rebossio | 02 de agosto de 2013 Fernanda Reyes es una economista argentina de 35 años y fue diputada entre 2007 y 2011. Licenciada por la Universidad de Buenos Aires (UBA), es precandidata a senadora por Buenos Aires en las elecciones legislativas primarias y obligatorias del próximo 11 de agosto, que resultarán clave para probar la popularidad del kirchnerismo después de diez años en el poder. Reyes pertenece a la oposición y compite en las primarias de la alianza Unen, que integra a diversas fuerzas de centro y centroizquierda, por la lista Coalición Sur, que encabeza el cineasta y diputado Fernando Pino Solanas. Pregunta. ¿Cómo ve la economía argentina? ¿En crisis o creciendo en mayo al 7,8% y en los primeros cinco meses de 2012 al 4,9%, como dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner? Respuesta. Está complicada, más allá de los números, cuando uno está en la calle. Los niveles de inflación están perjudicando mucho los salarios. Los que tienen salarios bajos tienen una situación muy restringida para mejorar su calidad de vida. El Gobierno, en vez de reconocer el problema de la inflación, adoptó políticas que la incentivan más. Hoy tenemos el cepo (control) cambiario por la caída de las reservas (del Banco Central), y plantearon en su momento la cuestión de la pesificación (de la economía) y después lanzaron un blanqueo de capitales (en dólares). Por un lado dicen: “No queremos que se siga ahorrando en dólares”, y por el otro dicen que aquellos que tenían dólares y no pagaban impuestos por ellos pueden reingresarlos sin ningún tipo de control porque la Unidad de Información Financiera (organismo contra el lavado de dinero) tampoco está investigando como corresponde. Yo creo que los problemas económicos argentinos en este último periodo han tenido más que ver con políticas erradas. Más allá de los datos que pueda analizar la presidenta, que dice que seguimos en niveles de crecimiento, hoy tenemos un INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) que está intervenido y esos datos no los podemos verificar porque están siendo sospechados. Es muy difícil manejarse solamente por datos. Nosotros nos manejamos con datos de otras organizaciones e investigadores, pero si uno va a la calle puede ver unos niveles de inflación, un proceso de recesión y parate de la economía que nos pueden llevar a una estanflación. Si hubiese decisiones más acertadas sobre cómo incentivar la inversión, políticas de largo plazo y mayores niveles de confianza, hoy la inflación no estaría en el nivel en que está, más allá de lo que pueda pasar a nivel internacional y en la región. P. ¿Pero en 2011 Cristina Kirchner fue reelegida presidenta pese a una inflación que también era de más del 20%, porque los aumentos de nóminas, pensiones y ayudas sociales la compensaban? R. Lo que pasa es que ahora tenés niveles de inflación e impuestos no actualizados. Entonces, cada vez que hay un aumento salarial, los impuestos terminan comiéndose ese aumento. Y la gente lo siente. Y también en la agenda (pública) no solo pesa la económico sino que desde el año pasado, después de lo que pasó en la tragedia de Once (accidente ferroviario en el que murieron 51 personas en ese barrio de Buenos Aires), la lucha contra la corrupción también está pesando. El choque mostró cómo la corrupción (presunto desvío de subvenciones para mantenimiento) estaba íntimamente ligada con la vida cotidiana de las personas. Esto va a pesar en las próximas elecciones. También pesan los niveles de inseguridad, la inseguridad en todo sentido, la inseguridad de salir a la calle, de saber si vas a poder ir con los chicos a Pinamar (balneario de verano), de si tus chicos van a poder ir al colegio. La sensación que tengo de la sociedad es que no acompaña como acompañó en su momento al oficialismo (Gobierno). Reyes P. Usted se ha comprometido en la lucha contra de la minería a cielo abierto, que es un conflicto recurrente en toda Latinoamérica. ¿Se opone a todo el extractivismo, es decir, a la explotación de hidrocarburos no convencionales o el reemplazo de áreas forestales por plantaciones de soja transgénica? R. Estoy en contra del modelo extractivista. Y esto nos lleva a toda América Latina. Lamentablemente los gobiernos de turno han ponderado la extracción de recursos naturales. Hoy en Argentina tenemos toda la cordillera (de los Andes) con megaminería, ahora en el sur está la posibilidad del fracking, que es la extracción de gas y petróleo no convencional, y también tenemos el desarrollo del monocultivo, como es la soja, que está avanzando en el país. Tenemos que salir de este modelo extractivista porque lo que está detrás es la búsqueda de un recurso fundamental, que es el agua, que hasta ahora no era escaso y que empieza a serlo. El agua no debería ser mercantilizada sino que tiene que ser un derecho humano y un bien común porque sin agua no se puede ejercer ningún otro derecho, el de la alimentación, la salud, la educación. Esto es lo que hay que establecer en toda la región porque América Latina es sin lugar a dudas el lugar donde más recursos naturales hay y donde más reservas de agua hay. No es menor que vengan las grandes multinacionales de diferentes países con necesidades de energía y recursos a hacer inversiones, pero no son inversiones para generar desarrollo. Es una mentira absoluta. Lo hacen para terminar de saquear. En este sentido, es muy importante que empecemos a pensar cuáles son las alternativas de desarrollo, qué modelo productivo podemos generar a mediano y largo plazo, que es algo que no se pensó nunca en Argentina. Lamentablemente siempre son cuestiones cortoplacistas, pero no nos planteamos qué queremos producir para adentro y afuera del país, cómo logramos una diversificación de la matriz productiva, agropecuaria. Cuando sepamos qué producimos y digamos qué matriz energética queremos, tendremos una salida. Si no, estamos en graves problemas. Para mí éste es el debate que se viene, que está instalado, porque cada vez hay menos agua y hay más necesidad de especulación y lucro en Argentina y diferentes países de Latinoamérica. P. ¿Deberían prohibirse el fracking y la soja transgénica? R. El fracking hay que prohibirlo y hay que salir del monocultivo. Salir del monocultivo no se logra de un día para el otro. De fracking en Argentina hay muy pocos casos. Por lo tanto, una prohibición no generaría absolutamente nada. En cuanto a la megaminería, solo tenemos algunas explotaciones, hay que prohibirla y generar una transición para salir de las que ya están. Con la soja sucede lo mismo: hay que empezar a avanzar hacia un modelo diversificado productivo. Esto no lo tenemos. Tenemos que generar políticas de transición hasta llegar a una matriz productiva distinta. Lleva un tiempo, pero tenemos que empezar ya, inmediatamente, porque si no, en un par de años no va a quedar absolutamente nada. A veces algunos plantean que ésta es una cuestión puramente ambiental, pero también tiene que ver con los seres humanos. Las localidades donde está llevándose a cabo este tipo de explotaciones no están mejor. Al contrario. En algunos casos se tienen que ir, en algunos terminan con las aguas contaminadas, en algunos terminan contaminados por las fumigaciones. En Argentina no tiene que haber más zonas de sacrificios y entender esto significa pensar cómo nos desarrollamos en serio, no para el progreso de algunos sectores concentrados, sino para mejorar la calidad de vida de las comunidades de todo el país. Esto lleva más creatividad que lo que están haciendo ahora. Lamentablemente, terminan asfixiando las economías regionales, dicen que la única alternativa es el modelo extractivista y de acá a diez años no queda nada. Con ese camino no estamos de acuerdo y creemos que hay que empezar uno distinto pensando a mediano y largo plazo. P. Pero muchos se preguntarán cómo Argentina no va a aprovechar que es una de las tres potencias en recursos de hidrocarburos no convencionales, o no va a aprovechar el oro y el cobre que tiene en sus montañas… R. ¿Aprovechar para qué y para quién? ¿Qué es aprovechar? P. Sacar recursos y después gastarlos en otras actividades. R. ¿Y después que hago con eso? En realidad, en Vaca Muerta (principal yacimiento no convencional) dicen que hay recursos, pero no sabemos si hay reservas. Para eso hay que romper y hay que hacer pozos. Si vamos a tener solo dentro de cinco años algún tipo de extracción y no se sabe exactamente cuánto va a ser, ¿por qué en vez de ir a apostar por un tipo de explotación que sabemos que está prohibida en diferentes países del mundo y en muchas localidades de nuestro país, en vez de ir a esa forma de explotación experimental, no empezamos a invertir para ir transitoriamente hacia un sistema de energías renovables? Esto no se plantea en Argentina. Hay que plantearlo. Es una mentira que Vaca Muerta va a resolver el problema energético del país y vamos a ser autosuficientes. Así terminamos en la crisis energética en la que estamos hoy. No tienen certeza alguna y ponen en riesgo comunidades, fuentes de agua, y esto es lo que me parece que hay que empezar a pensar. P. ¿Qué producirá Argentina si no es materias primas? R. Tenemos millones de alternativas. Hoy estamos con posibilidades de importar trigo. Esto no ocurría en nuestro país. Podemos producir trigo, ganadería… el sector frutihortícola del sur del país está siendo limitado por el modelo extractivista. No hay planificación y por eso hay todas estas limitaciones. Si el Gobierno (argentino) y los gobiernos provinciales realmente incentivaran las economías regionales, no estaríamos tan restringidos que sí o sí terminásemos yendo hacia el modelo extractivista. Reyes P. Pensé que cuando hablaba de diversificación productiva se refería a industria, servicios exportables. R. Sí, la generación de valor agregado, de industrias, claro que sí. Hoy, supuestamente, estamos generando en (la provincia sureña de) Tierra del Fuego ensamblaje de productos electrónicos. ¿Por qué no generamos conocimiento realmente? ¿Por qué no generamos nuestro desarrollo industrial? Para eso necesitamos inversiones y un Estado presente para incentivarlas. Lamentablemente hoy no lo tenemos. Ésta es la cuestión. P. ¿Cómo ve la economía latinoamericana en general? R. Si miramos que hay otros países que también han crecido estos años, nosotros hemos perdido una oportunidad. Hoy tenemos niveles de inflación, mientras que otros países de la región, ante la misma concentración de empresas, no los tienen. Esto tiene que ver con las malas políticas que hemos adoptado. Al nivel regional, si nos pusiéramos de acuerdo entre diferentes países para tener políticas en común, podríamos estar mejor. Deberíamos empezar a tomar juntos decisiones sobre el modelo extractivista. P. ¿Qué ejemplos y contraejemplos ve en América Latina? R. La verdad es que no especificaría a ninguno en particular. Brasil ha mostrado un avance importante, pero no destaco a ninguno en particular.

"El agua no debería ser mercantilizada"

Por:  02 de agosto de 2013
Fernanda Reyes es una economista argentina de 35 años y fue diputada entre 2007 y 2011. Licenciada por la Universidad de Buenos Aires (UBA), es precandidata a senadora por Buenos Aires en las elecciones legislativas primarias y obligatorias del próximo 11 de agosto, que resultarán clave para probar la popularidad del kirchnerismo después de diez años en el poder. Reyes pertenece a la oposición y compite en las primarias de la alianza Unen, que integra a diversas fuerzas de centro y centroizquierda, por la lista Coalición Sur, que encabeza el cineasta y diputado Fernando Pino Solanas.

Pregunta. ¿Cómo ve la economía argentina? ¿En crisis o creciendo en mayo al 7,8% y en los primeros cinco meses de 2012 al 4,9%, como dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner?
Respuesta. Está complicada, más allá de los números, cuando uno está en la calle. Los niveles de inflación están perjudicando mucho los salarios. Los que tienen salarios bajos tienen una situación muy restringida para mejorar su calidad de vida. El Gobierno, en vez de reconocer el problema de la inflación, adoptó políticas que la incentivan más. Hoy tenemos el cepo (control) cambiario por la caída de las reservas (del Banco Central), y plantearon en su momento la cuestión de la pesificación (de la economía) y después lanzaron un blanqueo de capitales (en dólares). Por un lado dicen: “No queremos que se siga ahorrando en dólares”, y por el otro dicen que aquellos que tenían dólares y no pagaban impuestos por ellos pueden reingresarlos sin ningún tipo de control porque la Unidad de Información Financiera (organismo contra el lavado de dinero) tampoco está investigando como corresponde. Yo creo que los problemas económicos argentinos en este último periodo han tenido más que ver con políticas erradas. Más allá de los datos que pueda analizar la presidenta, que dice que seguimos en niveles de crecimiento, hoy tenemos un INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) que está intervenido y esos datos no los podemos verificar porque están siendo sospechados. Es muy difícil manejarse solamente por datos. Nosotros nos manejamos con datos de otras organizaciones e investigadores, pero si uno va a la calle puede ver unos niveles de inflación, un proceso de recesión y parate de la economía que nos pueden llevar a una estanflación. Si hubiese decisiones más acertadas sobre cómo incentivar la inversión, políticas de largo plazo y mayores niveles de confianza, hoy la inflación no estaría en el nivel en que está, más allá de lo que pueda pasar a nivel internacional y en la región.
P. ¿Pero en 2011 Cristina Kirchner fue reelegida presidenta pese a una inflación que también era de más del 20%, porque los aumentos de nóminas, pensiones y ayudas sociales la compensaban?
R. Lo que pasa es que ahora tenés niveles de inflación e impuestos no actualizados. Entonces, cada vez que hay un aumento salarial, los impuestos terminan comiéndose ese aumento. Y la gente lo siente. Y también en la agenda (pública) no solo pesa la económico sino que desde el año pasado, después de lo que pasó en la tragedia de Once (accidente ferroviario en el que murieron 51 personas en ese barrio de Buenos Aires), la lucha contra la corrupción también está pesando. El choque mostró cómo la corrupción (presunto desvío de subvenciones para mantenimiento) estaba íntimamente ligada con la vida cotidiana de las personas. Esto va a pesar en las próximas elecciones. También pesan los niveles de inseguridad, la inseguridad en todo sentido, la inseguridad de salir a la calle, de saber si vas a poder ir con los chicos a Pinamar (balneario de verano), de si tus chicos van a poder ir al colegio. La sensación que tengo de la sociedad es que no acompaña como acompañó en su momento al oficialismo (Gobierno).
Reyes
P. Usted se ha comprometido en la lucha contra de la minería a cielo abierto, que es un conflicto recurrente en toda Latinoamérica. ¿Se opone a todo el extractivismo, es decir, a la explotación de hidrocarburos no convencionales o el reemplazo de áreas forestales por plantaciones de soja transgénica?
R. Estoy en contra del modelo extractivista. Y esto nos lleva a toda América Latina. Lamentablemente los gobiernos de turno han ponderado la extracción de recursos naturales. Hoy en Argentina tenemos toda la cordillera (de los Andes) con megaminería, ahora en el sur está la posibilidad del fracking, que es la extracción de gas y petróleo no convencional, y también tenemos el desarrollo del monocultivo, como es la soja, que está avanzando en el país. Tenemos que salir de este modelo extractivista porque lo que está detrás es la búsqueda de un recurso fundamental, que es el agua, que hasta ahora no era escaso y que empieza a serlo. El agua no debería ser mercantilizada sino que tiene que ser un derecho humano y un bien común porque sin agua no se puede ejercer ningún otro derecho, el de la alimentación, la salud, la educación. Esto es lo que hay que establecer en toda la región porque América Latina es sin lugar a dudas el lugar donde más recursos naturales hay y donde más reservas de agua hay. No es menor que vengan las grandes multinacionales de diferentes países con necesidades de energía y recursos a hacer inversiones, pero no son inversiones para generar desarrollo. Es una mentira absoluta. Lo hacen para terminar de saquear. En este sentido, es muy importante que empecemos a pensar cuáles son las alternativas de desarrollo, qué modelo productivo podemos generar a mediano y largo plazo, que es algo que no se pensó nunca en Argentina. Lamentablemente siempre son cuestiones cortoplacistas, pero no nos planteamos qué queremos producir para adentro y afuera del país, cómo logramos una diversificación de la matriz productiva, agropecuaria. Cuando sepamos qué producimos y digamos qué matriz energética queremos, tendremos una salida. Si no, estamos en graves problemas. Para mí éste es el debate que se viene, que está instalado, porque cada vez hay menos agua y hay más necesidad de especulación y lucro en Argentina y diferentes países de Latinoamérica.
P. ¿Deberían prohibirse el fracking y la soja transgénica?
R. El fracking hay que prohibirlo y hay que salir del monocultivo. Salir del monocultivo no se logra de un día para el otro. De fracking en Argentina hay muy pocos casos. Por lo tanto, una prohibición no generaría absolutamente nada. En cuanto a la megaminería, solo tenemos algunas explotaciones, hay que prohibirla y generar una transición para salir de las que ya están. Con la soja sucede lo mismo: hay que empezar a avanzar hacia un modelo diversificado productivo. Esto no lo tenemos. Tenemos que generar políticas de transición hasta llegar a una matriz productiva distinta. Lleva un tiempo, pero tenemos que empezar ya, inmediatamente, porque si no, en un par de años no va a quedar absolutamente nada. A veces algunos plantean que ésta es una cuestión puramente ambiental, pero también tiene que ver con los seres humanos. Las localidades donde está llevándose a cabo este tipo de explotaciones no están mejor. Al contrario. En algunos casos se tienen que ir, en algunos terminan con las aguas contaminadas, en algunos terminan contaminados por las fumigaciones. En Argentina no tiene que haber más zonas de sacrificios y entender esto significa pensar cómo nos desarrollamos en serio, no para el progreso de algunos sectores concentrados, sino para mejorar la calidad de vida de las comunidades de todo el país. Esto lleva más creatividad que lo que están haciendo ahora. Lamentablemente, terminan asfixiando las economías regionales, dicen que la única alternativa es el modelo extractivista y de acá a diez años no queda nada. Con ese camino no estamos de acuerdo y creemos que hay que empezar uno distinto pensando a mediano y largo plazo.
P. Pero muchos se preguntarán cómo Argentina no va a aprovechar que es una de las tres potencias en recursos de hidrocarburos no convencionales, o no va a aprovechar el oro y el cobre que tiene en sus montañas…
R. ¿Aprovechar para qué y para quién? ¿Qué es aprovechar?

P. Sacar recursos y después gastarlos en otras actividades.
R. ¿Y después que hago con eso? En realidad, en Vaca Muerta (principal yacimiento no convencional) dicen que hay recursos, pero no sabemos si hay reservas. Para eso hay que romper y hay que hacer pozos. Si vamos a tener solo dentro de cinco años algún tipo de extracción y no se sabe exactamente cuánto va a ser, ¿por qué en vez de ir a apostar por un tipo de explotación que sabemos que está prohibida en diferentes países del mundo y en muchas localidades de nuestro país, en vez de ir a esa forma de explotación experimental, no empezamos a invertir para ir transitoriamente hacia un sistema de energías renovables? Esto no se plantea en Argentina. Hay que plantearlo. Es una mentira que Vaca Muerta va a resolver el problema energético del país y vamos a ser autosuficientes. Así terminamos en la crisis energética en la que estamos hoy. No tienen certeza alguna y ponen en riesgo comunidades, fuentes de agua, y esto es lo que me parece que hay que empezar a pensar. 
P. ¿Qué producirá Argentina si no es materias primas?
R. Tenemos millones de alternativas. Hoy estamos con posibilidades de importar trigo. Esto no ocurría en nuestro país. Podemos producir trigo, ganadería… el sector frutihortícola del sur del país está siendo limitado por el modelo extractivista. No hay planificación y por eso hay todas estas limitaciones. Si el Gobierno (argentino) y los gobiernos provinciales realmente incentivaran las economías regionales, no estaríamos tan restringidos que sí o sí terminásemos yendo hacia el modelo extractivista.
Reyes
P. Pensé que cuando hablaba de diversificación productiva se refería a industria, servicios exportables.
P. ¿Cómo ve la economía latinoamericana en general?
R. Si miramos que hay otros países que también han crecido estos años, nosotros hemos perdido una oportunidad. Hoy tenemos niveles de inflación, mientras que otros países de la región, ante la misma concentración de empresas, no los tienen. Esto tiene que ver con las malas políticas que hemos adoptado. Al nivel regional, si nos pusiéramos de acuerdo entre diferentes países para tener políticas en común, podríamos estar mejorDeberíamos empezar a tomar juntos decisiones sobre el modelo extractivista.
P. ¿Qué ejemplos y contraejemplos ve en América Latina?
R. La verdad es que no especificaría a ninguno en particular. Brasil ha mostrado un avance importante, pero no destaco a ninguno en particular. 

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