Equilibrio físco-emocional: En la pareja, ¿quién tiene la razón?
Suele pasar en la pareja que
desean conservar su independencia, incluso en las acciones a tomar y sin
embargo, en toda relación hay que negociar, porque lo importante no es
tener la razón, es flexibilizar, una vez uno y otra vez el otro, de eso
se trata, de mantener un balance y comprender que cada uno es
diferente, con diferentes crianzas y escuelas de vida, y como seres
humanos llenos de emociones actuarán de forma diversa.
Es conveniente revisar en cada uno, cuál es el patrón que tenemos en cuanto a relación de pareja, que siempre será el que aprendimos en casa. Evaluar el cómo se comportaban nuestros padres nos ayudará a tomar conciencia de que lo estamos haciendo igual, y es el momento de reconocértelo a ti misma o a ti mismo, y con todo el respeto y honra a tus padres, hacerlo diferente.
A veces una de las parejas, o ambas, cada una por su lado mental, siente que la energía de la otra persona es un equipaje difícil de llevar o de sobrellevar, como si el peso los agobia y no los dejara avanzar.
Y de eso se trata, de que dos personas lleven la misma carga, o responsabilidad. Que dos personas hagan el trabajo que para una sola es demasiado. Es ponerse de acuerdo, no siempre se gana, no siempre se pierde, pero es bien cierto que muchas veces perdiendo también se gana.
Es muy sano hacer una pausa cuando se está dando vueltas en lo mismo y los ánimos están caldeados. Retomar después de respirar y evaluar los llevará a entender y negociar.
La pareja es el compañero de vida con el cual compartiremos la carga emocional y espiritual de nuestra vida en todo momento, sobre todo en aquellos que nos pide a gritos transformación y eso ocurre en niveles profundos.
Cuando llega el momento de reírnos de nuestras travesuras o de llorar el dolor sobre un hombro cálido, deseamos poder hacerlo con alguien que realmente comprenda la intensidad tanto de nuestra risa como de nuestras lágrimas. Es sentir que del otro lado late un corazón y además lo puedes sentir.
Cada uno siempre tendrá una forma diferente de ver las cosas, y de allí la retroalimentación de uno hacia el otro. Cuando se aman, también son dos cuerpos físicos diferentes, haciendo un trabajo óptimo, incluso con la posibilidad de engendrar un nuevo ser, imagínate la magnitud y perfección de ese momento.
Una pareja en armonía siempre estará en la búsqueda de objetivos y estarán llenos de ilusión y proyectos. Es tener responsabilidad compartida hacia un mismo fin y con las posibilidades de llegar según la creatividad y la experiencia de cada uno, nunca rivalizar o comparar, siempre unir fuerzas.
Hace falta fe y confianza y ambas las pueden desarrollar, dejar atrás viejos patrones, crear juntos en el presente de acuerdo a lo avanzado en la relación, satisfacer las necesidades comunes, por curar los requerimientos de ambos, según las posibilidades de cada uno y siempre sumando.
En la medida que ese compromiso comienza a calar en la conciencia, desciende la luz que los guía en todo momento, la compasión y el amor integrado.
La finalidad es llegar a manejar y a modelar los mundos interiores. En cada corazón hay un espacio para cosas del pasado, muchas de ellas ya inservibles, temores, inseguridades de la infancia, pero también hay un hermoso lugar de donde emana el amor y es el generador de la paz y la armonía.
En algún momento sentirás que lo puedes ver todo y lo aceptarás, cosas tuyas y de tu pareja y será el momento de bajar el ego y de trabajar juntos. Que el potencial de ese amor se vuelva realidad y cada vez más fuerte. Hace falta un esfuerzo interno y también uno externo, dedicación par discernir la verdad espiritual y la emocional que fluye a través de nuestra vida y nuestras relaciones para aprender a perdonarnos, a sentir compasión por nosotros mismos y solo así poder dar lo mismo a nuestra pareja desde lo más profundo de nuestro ser.
Es conveniente revisar en cada uno, cuál es el patrón que tenemos en cuanto a relación de pareja, que siempre será el que aprendimos en casa. Evaluar el cómo se comportaban nuestros padres nos ayudará a tomar conciencia de que lo estamos haciendo igual, y es el momento de reconocértelo a ti misma o a ti mismo, y con todo el respeto y honra a tus padres, hacerlo diferente.
A veces una de las parejas, o ambas, cada una por su lado mental, siente que la energía de la otra persona es un equipaje difícil de llevar o de sobrellevar, como si el peso los agobia y no los dejara avanzar.
Y de eso se trata, de que dos personas lleven la misma carga, o responsabilidad. Que dos personas hagan el trabajo que para una sola es demasiado. Es ponerse de acuerdo, no siempre se gana, no siempre se pierde, pero es bien cierto que muchas veces perdiendo también se gana.
Es muy sano hacer una pausa cuando se está dando vueltas en lo mismo y los ánimos están caldeados. Retomar después de respirar y evaluar los llevará a entender y negociar.
La pareja es el compañero de vida con el cual compartiremos la carga emocional y espiritual de nuestra vida en todo momento, sobre todo en aquellos que nos pide a gritos transformación y eso ocurre en niveles profundos.
Cuando llega el momento de reírnos de nuestras travesuras o de llorar el dolor sobre un hombro cálido, deseamos poder hacerlo con alguien que realmente comprenda la intensidad tanto de nuestra risa como de nuestras lágrimas. Es sentir que del otro lado late un corazón y además lo puedes sentir.
Cada uno siempre tendrá una forma diferente de ver las cosas, y de allí la retroalimentación de uno hacia el otro. Cuando se aman, también son dos cuerpos físicos diferentes, haciendo un trabajo óptimo, incluso con la posibilidad de engendrar un nuevo ser, imagínate la magnitud y perfección de ese momento.
Una pareja en armonía siempre estará en la búsqueda de objetivos y estarán llenos de ilusión y proyectos. Es tener responsabilidad compartida hacia un mismo fin y con las posibilidades de llegar según la creatividad y la experiencia de cada uno, nunca rivalizar o comparar, siempre unir fuerzas.
Hace falta fe y confianza y ambas las pueden desarrollar, dejar atrás viejos patrones, crear juntos en el presente de acuerdo a lo avanzado en la relación, satisfacer las necesidades comunes, por curar los requerimientos de ambos, según las posibilidades de cada uno y siempre sumando.
En la medida que ese compromiso comienza a calar en la conciencia, desciende la luz que los guía en todo momento, la compasión y el amor integrado.
La finalidad es llegar a manejar y a modelar los mundos interiores. En cada corazón hay un espacio para cosas del pasado, muchas de ellas ya inservibles, temores, inseguridades de la infancia, pero también hay un hermoso lugar de donde emana el amor y es el generador de la paz y la armonía.
En algún momento sentirás que lo puedes ver todo y lo aceptarás, cosas tuyas y de tu pareja y será el momento de bajar el ego y de trabajar juntos. Que el potencial de ese amor se vuelva realidad y cada vez más fuerte. Hace falta un esfuerzo interno y también uno externo, dedicación par discernir la verdad espiritual y la emocional que fluye a través de nuestra vida y nuestras relaciones para aprender a perdonarnos, a sentir compasión por nosotros mismos y solo así poder dar lo mismo a nuestra pareja desde lo más profundo de nuestro ser.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario