viernes, 10 de junio de 2016 / 16:00
Todo lo que pueda ser gestionado por un profesional sanitario, que es el que conoce el servicio, estará bien
La recientemente elegida presidenta del
Colegio de Médicos de Guadalajara, Alicia Fernández de Peñagrande,
comentó a GM que, tras llevar cinco años en esta institución como
secretaria y vocal de AP, asume la presidencia "con ilusión". Su reto es
mantenerlo a flote y continuar aplicando la deontología profesional,
controlando la práctica ética de los médicos para que el paciente esté
protegido frente a cualquier acto que pueda realizar un profesional.
Otra función importante es la de mantener el Patronato de Huérfanos, que
emplea los fondos que los propios médicos aportan para desarrollar
acciones sociales, como pueden ser pagar los estudios de los hijos
huérfanos de médicos o ayudar económicamente a facultativos que, por el
motivo que sea, no cuentan con un salario o carecen de un sueldo digno,
además de otras muchas obras sociales que se están realizando. Por otro
lado, el colegio también tiene la obligación de mantener formado al
médico para que la práctica médica sea "lo más adecuada y lo mejor para
el paciente".
Deficiencias
En
lo que respecta a las deficiencias del sistema sanitario de la región,
tiene claro que, debido a la crisis económica, las más importantes son
la falta de recursos, tanto materiales como humanos, pues los
profesionales están trabajando bajo "una presión asistencial muy
elevada", con pocos medios y con poco personal para hacerle frente.
Además, Fernández de Peñagrande esta convencida de que esta situación
está perjudicando tanto a la atención que se presta a los ciudadanos
como a la salud de los propios médicos.
En
otro orden de cosas, en relación con la colaboración público-privada a
la hora de prestar atención al paciente, opinó que "todo lo que pueda
aportar en positivo no está mal", pero dependerá de cómo sea esa
colaboración. En este sentido, agregó que en ocasiones es necesario que
la gestión quede en manos de entes privados o que el dinero se pueda
aportar de una manera diferente, pero alertó de que debe tenerse
especial cuidado para no romper la equidad y que esto "nunca implique un
déficit en la atención a la gente que más lo necesita".
En
relación con las unidades de gestión clínica consideró que todo lo que
pueda ser gestionado por un profesional sanitario que conoce esa unidad o
servicio y "lo puede hacer con un conocimiento más exacto que una
persona con un perfil más general, está bien".
Decisiones vinculantes
Fernández
de Peñagrande opinó asimismo que las decisiones del Consejo
Interterritorial del SNS deberían ser vinculantes. Y es que, a su
juicio, "existe para que se aplique lo que se decide", y lamentó que en
España no se lleven muchas veces a la práctica este tipo de decisiones
e, incluso, en ocasiones tampoco lo que se legisla. "El interterritorial
está para que se cumpla, no para reunirse de vez en cuando y charlar",
ironizó.
En cuanto a la
posibilidad de alcanzar un pacto por la sanidad, pidió que se escuche al
profesional, "que es el que conoce el tema", y que los políticos
intervengan exclusivamente para gestionar la parte económica. En esta
línea lamentó que muchas veces los sanitarios estén "a un lado", ya que
sin ellos el sistema no funciona.
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