Las mujeres duermen menos en las primeras semanas después del parto que durante el embarazo u otros períodos de la edad reproductiva.
Dormir mal después del nacimiento de un hijo incrementaría el riesgo de padecer depresión postparto, según los resultados de un estudio coordinado por investigadores de la Universidad de Bergen (Noruega) y publicado en el último número de la revista Sleep (2009;32:847-855).
En palabras de la Dra. Signe Karen Dorheim, directora de la investigación, “las mujeres duermen menos en las primeras semanas después del parto que durante el embarazo y otros períodos de la edad reproductiva. Y al mismo tiempo, esas mujeres tienen mayor riesgo de depresión”.
Los autores analizaron los casos de 2.830 mujeres que dieron a luz en su hospital entre octubre del 2005 y septiembre del 2006. Las participantes indicaron que dormían un promedio de 6,5 horas por noche.
Después de ajustar los datos según otros factores de riesgo importantes de depresión –caso, entre otros, de los problemas de sueño previos al alumbramiento, ser madre primeriza, no amamantar exclusivamente, tener un bebé pequeño o un varón y otros episodios estresantes de la vida–, el hecho de dormir mal se seguía relacionando con la depresión.
Como apunta la Dra. Dorheim, “el cansancio después del parto se debería a la falta de sueño, pero la falta de energía durante el día podría también deberse a la depresión. Las mujeres con depresión postparto también se beneficiarían con el tratamiento de los problemas de sueño”.
Además, como recuerdan los autores, tener un bebé afecta el sueño de toda la familia. “Sin embargo, cuando una madre está deprimida o se queja de cansancio diurno excesivo, sería importante para la pareja u otro familiar ofrecer ayuda con el cuidado nocturno del bebé, para permitirle a la madre tener una noche para recuperar el sueño”.
Jano, 20 Julio
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