BBC Salud
Viernes, 8 de julio de 2011
Científicos afirman que una nueva terapia con células madre logró mejorar los síntomas severos de pacientes que sufren angina.
Esta enfermedad se caracteriza por dolor severo en el pecho debido a la falta de oxígeno que se abastece al corazón.
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Según los investigadores de la Universidad Northwestern de Chicago, Estados Unidos, el nuevo tratamiento, que involucra inyectar las propias células madre de la sangre en el corazón, logró reducir a la mitad el número de episodios de dolor que sufren los pacientes.
Pero el estudio, subrayan los científicos, todavía es preliminar y aún no se conocen los potenciales beneficios a largo plazo.
La investigación, que aparece publicada en la revistaCirculation Research, involucró a 167 pacientes en 26 clínicas en EE.UU. que sufrían la llamada angina "con refracción", es decir, que no responde a los tratamientos convencionales.
Tan sólo en EE.UU. se calcula que más de 850.000 personas sufren angina de refracción.
La angina, explican los científicos, no es la enfermedad sino los síntomas de un trastorno, llamado isquemia, provocado por la obstrucción del flujo de sangre al músculo cardíaco.
Cuando la angina no puede tratarse provoca en el paciente una reducción en sus niveles de actividad que tiene un impacto significativo en la calidad de vida.
En el estudio, algunos de los pacientes recibieron dosis altas o bajas de infusiones de células madre, y otros una inyección placebo.
El tratamiento consiste en trasplantes autólogos (de las propias células madre del paciente) colocados en múltiples sitos del corazón.
Los científicos creen que las células madre pueden ayudar en la producción de nuevos vasos sanguíneos y mejorar la perfusión (abastecimiento de sangre) del tejido y reducir los síntomas de la enfermedad.
Un año después del tratamiento, los pacientes en el grupo de la dosis baja tenían en promedio 6,3 episodios de dolor a la semana, comparados con 11 episodios a la semana entre aquellos que recibieron el placebo.
Además, también mejoró la tolerancia al ejercicio físico en los pacientes que recibieron las células madre.
Después de seis meses, estos pacientes lograron incrementar en 139 segundos el tiempo de ejercicio realizado, comparado con una mejora de 69 segundos en el grupo del placebo.
Quienes recibieron la dosis alta de células madre no mostraron ningún beneficio significativo, dicen los autores.
Trasplante de médula ósea
"La diferencia neta en la tolerancia del ejercicio tiene una importancia clínica altamente significativa"
Prof. Douglas Losordo
"La diferencia neta en la tolerancia del ejercicio tiene una importancia clínica altamente significativa", afirma el profesor Douglas Losordo, quien dirigió el estudio.
"Particularmente en una población de pacientes que está severamente limitada por los síntomas".
"Esto se traduce en pasar de ser capaz de mirar la televisión a ser capaz de caminar a un ritmo normal o pasar de caminar muy lento a poder andar en bicicleta", agrega el científico.
El tratamiento utiliza células madre de la médula ósea, llamadas células CD34+, que circulan en la sangre.
Investigaciones previas habían sugerido que estas células pueden crear nuevos vasos sanguíneos en el músculo cardiaco enfermo.
Los científicos usaron un fármaco de estimulación de crecimiento para incrementar los niveles de células antes de cultivarlas.
Posteriormente las inyectaron en áreas del corazón donde el oxígeno era escaso.
Ahora los científicos planean perfeccionar la técnica en ensayos clínicos más amplios en los próximos meses.
Tal como expresa el profesor Jeremy Pearson, de la Fundación Británica del Corazón, el estudio es prometedor, pero todavía no se confirma si la terapia puede producir beneficios a largo plazo.
"Los mecanismos involucrados todavía no logran entenderse bien", dice el experto.
"Y hasta que no se resuelvan estas incertidumbres, no podremos saber qué tan exitoso es este tipo de tratamiento", agrega.
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