martes, junio 18, 2013

HACIA UN GOBIERNO ABIERTO Y RELACIONAL AL SERVICIO DE NUEVOS CIUDADANOS


HACIA UN GOBIERNO ABIERTO Y RELACIONAL AL SERVICIO DE   NUEVOS CIUDADANOS

Hoy en día nadie puede discutir que la humanidad se encuentra en un nuevo periodo, la sociedad-red, un nuevo espacio que cada día es menos abstracto y más tangible. La sociedad-red, definida por Manuel Castells[1] en diversos trabajos, se encuentra en pleno desarrollo en todo el mundo y ya es una realidad que genera nuevas reglas de comportamiento social, político y económico.  Según Castells, la estructura social se crea a través de tres tipos de relaciones: Relaciones de producción, muy ligadas a la interacción del hombre con la naturaleza y cómo aquél transforma a ésta para la creación de bienes y servicios que satisfagan sus necesidades; Relaciones de experiencia, núcleo fundamental de las relaciones humanas y que se han estructurado históricamente alrededor del sexo y la familia; y Relaciones de poder, entendido éste como la habilidad de ejercer la violencia para garantizar el cumplimiento de las reglas sociales dominantes.

En la sociedad-red la realidad está construida por redes de información que procesan, almacenan y transmiten información sin restricciones de distancia, tiempo ni volumen,  ésta nueva forma de entender el funcionamiento de la sociedad se basa en el fenómeno de la globalización, el cual se ha ido desarrollando gracias al Internet, donde la forma como se establecen, mantienen, modifican o destruyen estas relaciones cambia ante el nuevo paradigma social en el que se entra a mediados del siglo XX.

La nueva sociedad, la sociedad-red, nace de una revolución tecnológica basada en la información y el conocimiento, y genera una nueva economía cuyas tres características fundamentales son:  La nueva economía es informacional, de forma que la generación y transformación de la información son determinantes en la productividad del sistema;  la nueva economía es global, es decir, opera a nivel planetario; la nueva economía está en red, dando lugar a la empresa-red, organización económica de nuevo cuño con alta flexibilidad y operatividad, de configuración variable y que funciona como una red  plana en jerarquías y donde lo importante es la interconexión de los distintos nodos.

Estas características de la nueva economía cambian radicalmente la forma en que se dan las relaciones de producción, experiencia y poder, redefiniendo el mercado de trabajo y el empleo, la cultura, la política, el estado o el consumo; se habla en definitiva de un nuevo paradigma que se está imponiendo a nuestro alrededor, produciendo cambios cada vez más evidentes en las formas de organización social, en la manera de entender la idea de ciudadanía y, sobre todo, en la manifestación de las mismas, cambios a los que las organizaciones tradicionales aún no se han incorporado.

Es preciso señalar  que hoy en día el  ciudadano fundamentalmente el urbano es un ciudadano distinto, es un “ciudadano digital”, en  el momento actual, hay varias generaciones que han nacido con un ordenador conectado a Internet entre las manos y, consecuentemente, su forma de aprehender la realidad es sutilmente diferente y contrario a las generaciones anteriores,  para las que su yo digital podía ser enmascarado detrás de un nickname (alias), ellos, son la misma persona en Internet y fuera de la red, son los primeros ciudadanos digitales,  que han trasladado todas sus redes sociales físicas (amigos, escuela) a la red, lo que les permite estar en contacto permanente con ellas; pero no son sólo ellos los nuevos ciudadanos digitales, ya que cada día aumenta en los países tanto la penetración de la banda ancha como el número de personas conectadas y el tiempo de conexión independientemente de la edad del usuario, todos ellos son  cíber-ciudadanos.

La aparición y el desarrollo del Internet y las redes sociales como nuevo universo complejo donde crear, desarrollarse, comunicarse, trabajar y pensar, exige una reformulación de la idea de la carta de derechos humanos, integrando en los mismos esta nueva realidad, hay numerosas voces que vienen reclamando una cuarta generación de derechos humanos, los cíber-derechos o derechos de cuarta generación, incluso algunos intelectuales y estudiosos sobre esta temática como Javier Bustamante[2] han escrito ensayos reeditando la ya vieja carta de derechos, pero aplicada al mundo de la red.

No es inteligente seguir con la “estrategia del avestruz”, pretendiendo que nada ha cambiado en el terreno de la ciudadanía, ni en la forma de gobernar, actualmente  se sigue   gobernando y gestionando las organizaciones públicas en todos los niveles  bajo el paraguas del actual paradigma de la democracia representativa, así como del modelo tradicional pero aún dominante de la “Burocracia”  y lo que es más delicado asociado con fuertes rasgos de “Patrimonialismo”[3].

Un problema central que estamos afrontando  radica que en un mundo  global de Sociedades –Red,  de una nueva economía  y de nuevos ciudadanos  los gobiernos en sus  diferentes niveles están aplicando reglas de la sociedad analógica, produciéndose en esta dialéctica externalidades y brechas que comienzan a generar primero frustración y posteriormente descontento que se traduce en ingobernabilidad de los territorios y las organizaciones.

Como hacer más gobernables los territorios y como servir mejorar a los nuevos ciudadanos debe ser una preocupación central de los gobernantes, actores públicos y de la sociedad civil en general, en éste marco una alternativa es avanzar hacia un  el gobierno abierto y relacional.

¿Pero, que es un Gobierno Abierto?
Existe ya un razonable consenso en la incipiente doctrina de que  gobierno abierto[4] en esencia se refiere a una evolución de nuestro sistema democrático de convivencia y valores basado en el establecimiento de mecanismos para la transparencia de los gobiernos, así como de espacios permanentes de colaboración y participación de los ciudadanos más allá del ejercicio del derecho de sufragio cada cierto tiempo.
Se trata de saltar desde nuestro viejo modelo basado exclusivamente en la democracia representativa a un modelo de democracia conversacional y abierta, aprovechando las posibilidades que proporcionan las nuevas tecnologías de la Información y las comunicaciones (TIC) a los ciudadanos para lograr participar en los procesos de toma de decisiones de los gobiernos más allá del ya mencionado ejercicio del derecho de sufragio o de la participación en organizaciones sociales tradicionales.
El concepto de gobierno abierto se encuentra en plena expansión y permanente redefinición, en su actual acepción toma impulso una importante cantidad de elementos del desarrollo del movimiento del software libre, el software de código abierto desarrollado por comunidades hacker, puesto libremente a disposición de la comunidad y en permanente desarrollo y evolución.
La analogía entre el código abierto y el gobierno abierto se resume también en los tres principios informadores de ambos movimientos, que son: transparencia, colaboración y participación, ya señalados por Barack Obama en el primer manifiesto emitido desde la Casa Blanca, el Open Government[5] Memorandum, que sirvió para la definitiva popularización de estos conceptos y su entrada en la agenda de multitud de gobiernos a lo largo del planeta.

El movimiento Open no termina en el código abierto y el gobierno abierto; existen ya importantes desarrollos de los mismos aplicados al mundo de los negocios (Open Business) o de la economía (Open Economy) que tratan de aplicar estos mismos parámetros a cada una de las disciplinas mencionadas.
Sin embargo, para clarificar el punto de aproximación a esta realidad,  ya que puede generar confusión terminológica y cultural, es pertinente diferenciarla con nitidez del gobierno electrónico, también llamado administración electrónica, del gobierno abierto.

Hablar de gobierno electrónico se refiere a la aplicación de las TIC y sus herramientas a los procedimientos administrativos preexistentes. No se repiensa la administración, sólo se tecnifican los procesos. El gobierno electrónico no necesariamente transforma la sociedad, no obstante hace más fácil la vida a los ciudadanos, que no es poco. Sin embargo con gobierno abierto se habla fundamentalmente de valores, de repensar administraciones y gobiernos, sus procedimientos y sus dogmas.

Gobierno abierto[6], es colocar el resultado por delante del procedimiento, abandonar las tautologías administrativas, propiciar la democracia deliberativa en todos los puntos de las administraciones y abandonar el concepto de administrado por el de ciudadano. Es la aplicación de la cultura dospuntocerista a la administración pública y al gobierno, una administración en la que los procesos estén en permanente fase beta y donde los mismos pueden ser mejorados por la interacción permanente con los ciudadanos.

¿Qué cambios se esperan alcanzar con un gobierno abierto?

Los cambios que se plantean  para integrarse en la idea de Gobierno Abierto son:
Cambio cultural: Es imprescindible entender cuál es el objetivo de la administración y de todos los que trabajan en ella, que es servir a los ciudadanos y el ciudadano debe estar en el centro de la gestión. Conseguir esto en la Administración Pública significa una revolución cultural en la forma de hacer las cosas y en las actitudes de los trabajadores de lo público.
Cambio en los procesos: Los procesos en la administración pública no han sido diseñados para servir a los ciudadanos, no son cómodos para el ciudadano o no le ayudan, y por lo tanto hay que re-ingeniarlos para conseguir que así sea, hay que eliminarlos o cambiarlos. Aquí ya hay un avance desde el punto de vista normativo ya que la gestión por procesos  ahora constituye un componente de la “Gestión pública orientada al estar resultados”[7]
Cambio en la organización: Las organizaciones públicas están diseñadas bajo modelos jerárquicos burocráticos que nada tienen que ver con la eficiencia, es imprescindible reorganizar las administraciones, las plantillas y la definición de los puestos de trabajo para poder actuar bajo un modelo  de gobierno y gestión en red, orientado a proyectos y a la consecución de resultados, de allí que la gestión por resultados es parte de lo que comprende el gobierno abierto.

Cambio en las formas de relación: Del mostrador a la mesa redonda, del correo certificado a la comunicación en línea, de la obligación de la presencia física a las facilidades de relación,  es decir, una nueva forma de articulación relacional.
  
Entonces hablar de Gobierno Abierto no es sólo la idea de gobernanza, ni de remozar la administración pública, sino de reinventar y reorganizar todo el sistema aportándole nuevas capacidades en todos sus puntos, provenientes de la apertura a la ciudadanía. No habrá ningún cambio relevante en la forma de gobernar ni en el funcionamiento de las administraciones sin que éstos vayan acompañados por una profunda y radical evolución del sistema democrático y del involucramiento de los ciudadanos respecto a los temas públicos, comenzando por el funcionamiento de los partidos políticos, que, aún herederos de una tradición de control de la información y llenos de estructuras cerradas y poco flexibles, habrán de convertirse en espacios abiertos, dinámicos y permeables.

Se habla por tanto de política, de cambiar radicalmente el viejo paradigma de que el que se mueve no sale en la foto que premiaba el inmovilismo en los partidos, por fotografías digitales que premien el movimiento y la acción; cambiar el adagio de que la información es poder que inducía al ocultamiento, por el axioma-red de que en Internet, en esta nueva sociedad que se está construyendo, una persona que es la que comparte.

Los desafío que planeta el gobierno abierto
Los gobiernos, organizaciones y ciudadanos  estamos entonces frente a un nuevo desafío, que tenemos que asumir, implementar un gobierno abierto y relacional; sin embargo, el drama que una vez más tienen que afrontar principalmente los gobiernos en sus diferentes niveles en el Perú y   América Latina en general es no cerrar y culminar procesos para pasar a uno nuevo, más avanzado, para responder y servir mejor a los ciudadanos y a la sociedad en general.

Desde fines de la década del milenio pasado se hablaba de transitar a un nuevo modelo de gestión “La Nueva Gestión Pública”  tanto en su versión  neoempresarial como neopública  y se efectuaron algunas reformas parciales y esfuerzos importantes como acceso a la información, presupuesto participativo, presupuesto por resultados, rendición de cuentas, etc.  hay algunos resultados y mucho por hacer todavía, pero la realidad actual nos obliga, para no incrementar las brechas respecto a otros países y localidades, culminar  o seguir avanzando en los procesos en curso  y paralelamente  transitar hacia el nuevo paradigma que está en la agenda mundial de los organismos multilaterales  y sobre el cual el Perú ha suscrito  la iniciativa “Alianza para el Gobierno Abierto” impulsada por Estados Unidos y Brasil, y a partir de abril del 2012 es parte de la alianza con la aprobación del Plan de Acción del Perú[8], esto indudablemente le da una mayor complejidad, pero no podemos renunciar y seguir gobernando a espaldas de la realidad actual, enorme desafió  para los actuales gobernantes y a los que pretendan gobernar; de otra parte los nuevos ciudadanos  (Ciber-Ciudadanos) y organizaciones  políticas y de la sociedad civil  también tenemos nuestra cuota de responsabilidad, ser ciudadanos y organizaciones  activas y comprometidas con los temas públicos y no ser indiferentes, porque el éxito de la implementación dependerá no solo de lo que hagan los niveles de gobiernos sino también de  lo que seamos capaces de hacer los ciudadanos y las organizaciones.

César Casas





[1] Manuel Castells. La Sociedad Red. Alianza. 1998.
[2] Javier Bustamante. Hacia la cuarta generación de Derechos Humanos: repensando la condición humana en la sociedad tecnológica.  Revista Iberoamericana de Ciencia, tecnología, sociedad e innovación, Septiembre de 2001
[3]  César Casas. Persistencia del Patrimonialismo: Casos Gobiernos Provinciales de la Región Cajamarca. Cajamarca 2011.
[4]  César Calderón. Porqué Un Gobierno Abierto. Chile 2012

[6] Blog de Javier Linares. ¿Qué es el Open Goverment?
[7] Decreto Supremo N° 004-2013-PCM, que aprueba la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública
[8] Resolución Ministerial 085-2012-PCM que aprueba el plan de acción del Perú “Alianza para una Sociedad de Gobierno Abierto”. Abril 2012

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