4 Feb 2014
por Lesley O’Connell
Me encanta hacer visitas de campo. Es una de mis actividades favoritas como especialista sectorial del BID porque me recuerda la realidad de nuestros países y lo que nuestros programas intentan alcanzar. Por ejemplo, una de las cosas que me han impresionado en mis visitas de campo en Ecuador es que en casi cada rincón remoto al que he ido, he encontrado un centro de cuidado infantil. Son como banderitas alrededor del país, que vuelven visible la larga historia de apoyo e inversión gubernamental en Desarrollo Infantil Temprano (DIT).
Por la naturaleza de su modelo, son centros arraigados en la comunidad, que escogen a su personal entre gente del lugar, lo que los ha ayudado a ser sostenibles en el tiempo. Pero muchos de ellos están en áreas rurales pobres, con una población dispersa que desafía condiciones sociales (falta de agua limpia, bajos niveles de educación y alfabetización, desnutrición) y geografías que históricamente han limitado su acceso a supervisión y apoyo técnico.
Recientemente el gobierno ecuatoriano desplegó importantes esfuerzos para evaluar tanto la calidad de los servicios como sus resultados. Los hallazgos no fueron alentadores; evidenciaron resultados en desarrollo infantil más bajos que los esperados. Como consecuencia, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) ha realizado una significativa reforma del modelo basado en centros, incorporando nuevos estándares y diseños arquitectónicos, así como exigencias de formación y programas de capacitación para el personal encargado del cuidado infantil. En esta transición muchos de los centros han cerrado debido a su tamaño reducido y a sus condiciones precarias, retirando del mapa muchas de las banderitas de apoyo al DIT.
Pero la historia no termina ahí.
Poniendo de manifiesto la prioridad política, presupuestaria y programática que constituye el DIT, el Plan Nacional para el Buen Vivir (PNBV) 2013-2017 establece la meta de universalizar la cobertura de los programas de desarrollo infantil tempano para los niños pobres de menos de cinco años. El PNBV manda también que los diversos ministerios consideren las características y necesidades locales al desarrollar los programas y políticas sectoriales para garantizar la pertinencia de las intervenciones (tanto territorial como culturalmente).
Para ayudar al logro de estos objetivos, el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social (MCDS) ha emprendido la Estrategia Nacional Intersectorial de Primera Infancia. La estrategia promueve el cuidado integral para niños de cinco años y menos, mediante la prestación coordinada de servicios desalud, cuidado/estimulación y educación. Introduce asimismo un enfoque territorial, intercultural y de género, y promueve un mejor acceso y cobertura, mejor calidad de los servicios, coparticipación y corresponsabilidad familiar y comunitaria.
Es un proceso hermoso y complejo en un país tan diverso, cultural y topográficamente, como Ecuador. En una reciente visita de campo a una parroquia costera durante la primera fase de microplanificación, me enteré de que en este pequeño conglomerado de 8 comunidades había ocho grupos étnicos diferentes (afroecuatorianos, chachi, awá y mestizos), que hablaban tres idiomas distintos (español, awapit y chapalachi) y que requerían de transporte fluvial para tener acceso a los servicios, todo lo cual constituye un conjunto de desafíos programáticos.
La descripción calza muy bien a las comunidades más pobres de Ecuador, muchas de las cuales son rurales, dispersas y con una alta concentración de población indígena y afro. A ellas están dirigidos los actuales esfuerzos del gobierno por universalizar el DIT y promover la movilidad social de los muy pobres. El desafío es cómo hacerlo de una manera pertinente (y costo-efectiva).
En el Diálogo Regional de Política del BID sobre la Calidad de los Servicios de DIT, representantes de varios países de la región expresaron que comparten el mismo desafío. Espero que haya oportunidades de ampliar el debate y la colaboración entre países para revisar soluciones innovadoras, mejores prácticas y lecciones aprendidas a fin de llegar efectivamente a estas áreas donde la inversión en desarrollo infantil temprano es tan necesaria. ¿Tus autoridades están buscando formas más pertinentes y efectivas de ofrecer servicios de DIT?
Lesley D. O’Connell es especialista sénior en Protección social, con base en la sede del BID en Ecuador.
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