Ministros de Salud de todo el mundo se reúnen para tratar de combatir lo que la OMS llama "una emergencia humanitaria" .
Más mujeres mueren hoy en el mundo dando a luz que en un conflicto armado. De hecho, mientras usted lee esto una mujer está muriendo en un parto, lo que equivale a un fallecimiento de una madre cada minuto.
El 90% de estos casos ocurren en países en vías de desarrollo, donde la mayoría de las mujeres deben dar a luz o seguir un embarazo sin atención médica calificada.
En muchos casos, algo tan rutinario en el mundo desarrollado como una cesárea sería suficiente para salvar la vida de una madre y su bebé en el mundo en desarrollo.
Para encontrar formas de solucionar esta situación que la Organización Mundial de la Salud (OMS) describe como una emergencia humanitaria, ministros de Salud de todo el mundo están reunidos en la capital de Etiopía, Addis Abeba, en una conferencia global sobre mortalidad materna.
El objetivo, dicen los funcionarios, es buscar recursos y voluntad política para evitar "tantas muertes innecesarias" en todo el mundo.
Poco progreso
"La mortalidad materna es un problema muy grave", dijo a la BBC el doctor Yves Bergevin, coordinador de Salud Materna del Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA).
"Más de 500.000 mujeres mueren cada año en el mundo por complicaciones durante el parto o el embarazo y unos dos millones de niños fallecen por causas relacionadas con el embarazo o durante las 24 horas posteriores a su nacimiento".
"Así que podemos decir que, en total, cada año hay unas 2,5 millones de muertes por causa de partos o embarazos, lo cual representa una cifra mayor que las muertes causadas por SIDA, malaria o tuberculosis" .
Tal como señala la OMS, de todos los objetivos del milenio, el de reducir las muertes de mujeres durante el embarazo o el parto ha sido el que menos progreso ha logrado.
Muchos países están muy lejos de poder cumplir la meta de reducir en 75% la mortalidad materna para 2015.
De hecho, dicen los expertos, tener un hijo hoy en muchas regiones del mundo es tan mortal y riesgoso como lo era hace 20 años.
Aunque la mayoría de estas muertes ocurren en los países en desarrollo, los expertos afirman que el problema no está sólo ligado a la pobreza.
Según el doctor Yves Bergevin, hay una falta de voluntad política en todo el mundo para proteger la vida de las mujeres.
"Si la salud materna fuera un problema de los hombres, tendríamos un Ministerio de la Mortalidad Materna en los países para resolver vigorosamente esta situación", dice el funcionario.
"Así que el género es una de las principales causas de este problema", agrega.
"En primer lugar, está el bajo acceso de las mujeres a la educación. Si las mujeres tuvieran más educación e información, tendrían más poder para buscar y recibir mejores cuidados de salud".
Pero también hay otros problemas, como la mutilación genital femenina practicada en algunas regiones del mundo, que produce lesiones que pueden llegar a provocar problemas graves y complicaciones durante el parto.
Otro problema, dice el doctor Bergevin, es que las niñas siguen siendo "entregadas" en matrimonio siendo muy jóvenes, con mucho más riesgo de tener complicaciones y morir durante el embarazo o parto".
"Es por todas estas razones que el género sigue siendo una causa profunda de la mortalidad materna en el mundo", advierte el funcionario.
Pero otro grave problema es que en muchas regiones del mundo sigue habiendo una falta de acceso a servicios de salud reproductiva.
Marginación
En los países de América Latina, donde ocurren unos 15.000 fallecimientos cada año, la mortalidad materna está concentrada en las áreas más marginadas que no cuentan con acceso a servicios de salud o seguridad social.
"Para poder salvar la vida de una mujer durante el período del parto o del embarazo, tenemos que entender que no es posible predecir las complicaciones que pueden surgir", dice el doctor Bergevin.
"El parto y el nacimiento son periodos peligrosos. Cerca de 15% de las mujeres que dan a luz sufren una complicación grave durante el parto".
"Por eso, debemos garantizar que la mujer dé a luz acompañada de un trabajador de salud capacitado, que esté con ella en caso de que ocurra una complicación" .
"Pero son trabajadores que deben estar disponibles durante 24 horas, siete días a la semana. Por lo tanto, necesitamos centros de salud funcionales en cada distrito y cada zona rural de los países, es decir, un sistema funcional de salud primaria", agrega.
Según el Fondo de Naciones Unidas para la Población, ya se sabe lo que es necesario para revertir esta situación: voluntad política e inversión financiera.
El Fondo calcula que, si queremos cumplir el objetivo de reducir la mortalidad materna para 2015, serán necesarios entre US$5.500 millones y US$6.100 millones en ayuda adicional de fuentes nacionales e internacionales.
Además, agrega, es fundamental invertir en programas de planificación familiar y anticoncepció n en los países en desarrollo, unos US$1.700 millones anuales.
"No es un problema insuperable" , dice el doctor Bergevin.
"Porque tenemos soluciones efectivas que pueden implementarse y que han funcionado en muchos países. Lo que necesitamos es compromiso político para lograr un rápido progreso".
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