Un estudio reciente publicado en 'Immunology and Allergy Clinics of North America' afirma cómo la alergia al veneno de los himenópteros supone hasta el 34% de los casos de anafilaxia.
Los pediatras recomiendan no espantar a los insectos con la mano, sacudir ropa y zapatillas antes de ponérselas y usar repelentes para la piel cuando se sale a la calle.
El 3% de la población española presenta riesgo de padecer una reacción sistémica por picadura de insectos, sobre todo los niños y especialmente en verano, según ha informado la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Asma y Alergia Pediátrica (SEICAP).
Una de las reacciones alérgicas más habituales es la que se produce al veneno de himenópteros (avispas o abejas), las cuales, tal como explica el miembro del Grupo de Trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP, Juan Carlos Cerdá, aparecen "rápidamente", a los pocos minutos de la picadura, y pueden ser de dos tipos, locales y sistémicas o generalizadas.
En este sentido, las locales se manifiestan con enrojecimiento, hinchazón y dolor de la zona afectada y, aunque pueden ser "muy intensas", si la inflamación no sobrepasa dos articulaciones, "no son peligrosas" y lo único que requieren es limpieza de la zona con agua y jabón.
Asimismo, se puede aplicar amoníaco y frío local, y suministrar antihistamínicos y corticoides. Ahora bien, el experto apostilla que, a veces, estas reacciones locales tienen que ver con la sensibilidad de la piel del niño, lo que conoce como dermografismo, y no con una reacción alérgica.
Por su parte, las reacciones sistémicas implican "gravedad" y síntomas más allá de la zona afectada, con aparición de urticaria generalizada, inflamación de ojos y boca, estornudos y mucosidad, lagrimeo, dificultad para tragar y respirar, mareos, bajada de tensión y pérdida de conocimiento.
"Es lo que se conoce como reacción anafiláctica, que puede ser muy peligrosa para la vida. Si un niño sufre esta reacción hay que administrarle rápidamente adrenalina intramuscular, si se dispone de ella, además de corticoides y antihistamínicos y se debe acudir de inmediato a urgencias para valoración por el equipo médico y completar el tratamiento si fuera necesario. Después debe ser remitido al Servicio de Alergia Pediátrica que le corresponda, para que pueda ser estudiado", aconseja.
Dicho lo cual, Cerdá expone que la alergia al veneno de los himenópteros puede aparecer a la siguiente picadura, por lo que es importante estar pendientes de los niños, ya que a veces en ellos una picadura de avispa o abeja puede pasar inadvertida. Un estudio reciente publicado en Immunology and Allergy Clinics of North America afirma cómo la alergia al veneno de los himenópteros puede representar hasta el 34% de los casos de anafilaxia.
El tratamiento suele durar entre 5 y 7 años y proporciona protección durante más de 10. Éste consiste, tanto en adultos como en niños, en una inmunoterapia específica con el veneno de estos himenópteros.
Consejos para evitar las picaduras
Por todo ello, los pediatras destacan la importancia de seguir una serie de pautas para evitar estas picaduras, como, por ejemplo, no espantar a los insectos con la mano, sacudir ropa y zapatillas antes de ponérselas, usar repelentes para la piel cuando se sale a la calle, en especial en sitios con vegetación, no usar cremas ni colonias demasiado perfumadas, vestir ropas poco coloridas y a ser posible con manga larga y pantalón largo, y evitar comidas al aire libre.
"Es preferible evitar lugares con mucha vegetación y aguas estancadas, donde este tipo de insectos son más abundantes, sobre todo al atardecer, que es cuando tienen mayor actividad, y si es posible, no andar descalzos sobre el césped, no realizar comidas en el campo al aire libre y no utilizar ropas de colores llamativos, ni perfumes, para no atraer a los insectos", ha recalcado el Dr. Cerdá.
Una de las reacciones alérgicas más habituales es la que se produce al veneno de himenópteros (avispas o abejas), las cuales, tal como explica el miembro del Grupo de Trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP, Juan Carlos Cerdá, aparecen "rápidamente", a los pocos minutos de la picadura, y pueden ser de dos tipos, locales y sistémicas o generalizadas.
En este sentido, las locales se manifiestan con enrojecimiento, hinchazón y dolor de la zona afectada y, aunque pueden ser "muy intensas", si la inflamación no sobrepasa dos articulaciones, "no son peligrosas" y lo único que requieren es limpieza de la zona con agua y jabón.
Asimismo, se puede aplicar amoníaco y frío local, y suministrar antihistamínicos y corticoides. Ahora bien, el experto apostilla que, a veces, estas reacciones locales tienen que ver con la sensibilidad de la piel del niño, lo que conoce como dermografismo, y no con una reacción alérgica.
Por su parte, las reacciones sistémicas implican "gravedad" y síntomas más allá de la zona afectada, con aparición de urticaria generalizada, inflamación de ojos y boca, estornudos y mucosidad, lagrimeo, dificultad para tragar y respirar, mareos, bajada de tensión y pérdida de conocimiento.
"Es lo que se conoce como reacción anafiláctica, que puede ser muy peligrosa para la vida. Si un niño sufre esta reacción hay que administrarle rápidamente adrenalina intramuscular, si se dispone de ella, además de corticoides y antihistamínicos y se debe acudir de inmediato a urgencias para valoración por el equipo médico y completar el tratamiento si fuera necesario. Después debe ser remitido al Servicio de Alergia Pediátrica que le corresponda, para que pueda ser estudiado", aconseja.
Dicho lo cual, Cerdá expone que la alergia al veneno de los himenópteros puede aparecer a la siguiente picadura, por lo que es importante estar pendientes de los niños, ya que a veces en ellos una picadura de avispa o abeja puede pasar inadvertida. Un estudio reciente publicado en Immunology and Allergy Clinics of North America afirma cómo la alergia al veneno de los himenópteros puede representar hasta el 34% de los casos de anafilaxia.
El tratamiento suele durar entre 5 y 7 años y proporciona protección durante más de 10. Éste consiste, tanto en adultos como en niños, en una inmunoterapia específica con el veneno de estos himenópteros.
Consejos para evitar las picaduras
Por todo ello, los pediatras destacan la importancia de seguir una serie de pautas para evitar estas picaduras, como, por ejemplo, no espantar a los insectos con la mano, sacudir ropa y zapatillas antes de ponérselas, usar repelentes para la piel cuando se sale a la calle, en especial en sitios con vegetación, no usar cremas ni colonias demasiado perfumadas, vestir ropas poco coloridas y a ser posible con manga larga y pantalón largo, y evitar comidas al aire libre.
"Es preferible evitar lugares con mucha vegetación y aguas estancadas, donde este tipo de insectos son más abundantes, sobre todo al atardecer, que es cuando tienen mayor actividad, y si es posible, no andar descalzos sobre el césped, no realizar comidas en el campo al aire libre y no utilizar ropas de colores llamativos, ni perfumes, para no atraer a los insectos", ha recalcado el Dr. Cerdá.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario