n estudio asegura que el número de muertes causadas por estas bebidas es de 180.000 en todo el mundo: cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes
Cada año fallecen en España más de 1.000 personas por enfermedades que pueden estar relacionadas por un consumo excesivo de bebidas azucaradas. Lo asegura un estudio que se publica en «Circulation» y cuyos resultados se adelantaron durante la Conferencia de la Asociación Americana del Corazón sobre Epidemiología, Prevención/Nutrición y Actividad Física, que afirma que las bebidas azucaradas -sodas, bebidas isotónicas, zumos industriales, etc.- podrían ser las responsables, cada año, de 180.000 muertes en todo el mundo.
En esta nueva revisión los autores incluyen además un lista de los 40 países más afectados por el consumo de estas bebidas y España «no sale muy bien parada», reconoce a ABC María Ballesteros, de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Sin embargo, señala, los datos no «sorprenden» a la doctora Ballesteros, ya que España es el cuarto país consumidor de bebidas azucaradas en Europa.
España es el cuarto país consumidor de bebidas azucaradas en Europa
En cualquier parte del planeta se consumen bebidas azucaradas; su consume contribuye al sobrepeso y obesidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes o la patología cardiovascular y el cáncer. Los datos de este informe se han obtenido a partir del 2010 Global Burden of Diseases Study, y muestran que las bebidas azucaradas estarían relacionadas con 133,000 asociadas a la diabetes, 44.000 con la enfermedad cardiovascular y 6.000 con el cáncer. Además, el estudio señala que el 78% de estas muertes se produce en los países en vías de desarrollo, más que en los más ricos.
«Solamente en EE.UU. se calcula que se produjeron 25.000 muertes relacionadas con las bebidas azucaradas», señala Gitanjali M. Singh, autor del estudio e investigador del Harvard School of Public Health en Boston. En España, que ocupa el puesto 29 de este ránking, se producen más de 30 muertes por millón de habitantes cada año por esta causa, es decir, 1.006 fallecimientos por causas prevenibles.
Sin novedad
En este informe se ha recogido información sobre la ingesta de este tipo de bebidas en todo el planeta, y se ha analizado, en función de la edad y el sexo, sus efectos en relación con la obesidad y la diabetes, y con la mortalidad asociada a estas patologías durante 2010. Como novedad en este trabajo también se habla del consumo de zumos industriales, bebidas energéticas y zumos caseros. En este sentido, Ballesteros señala que el informe «no dice nada que no sepamos ya: las bebidas azucaradas pueden ser peligrosas». El problema, continúa, es que «mientras que sí hemos interiorizado que el alcohol es ‘malo’, no ha ocurrido lo mismo con estas bebidas». De hecho, reconoce, cada vez se consumen más bebidas como los zumos industriales, que en muchas ocasiones han sustituido a la fruta, o bebidas energéticas.
Para esta experta que trabaja en el Complejo Asistencial de León, «no se trata de demonizar a las bebidas con azúcar», pero sí conviene hacer una reflexión. Por ejemplo, se sabe que el 2% de las calorías de la dieta de los españoles procede de estas bebidas, y eso es «muchísimo», apunta. De alguna manera, «estamos cambiando nuestros patrones alimenticios a peor». Y la situación para los adolescentes es mucho peor: se calcula que al consumir el doble de estas bebidas que los adultos, su aporte de esta calorías es también del doble, un 4%. Es decir, explica, con esta progresión, «bebiendo una bebida al día, que es más normal de lo que se cree, en 10 años habrá adquirido 7 kilos solo de las bebidas azucaradas y cuando tenga 55 podría pesar 30 kilos de más por esta razón, con todo el riesgo de enfermedades que ello conlleva».
Mortalidad
El informe también hace referencia a esta situación: el porcentaje de enfermedades crónicas atribuibles a las bebidas con azúcar en los adultos más jóvenes es más alto que el de los adultos mayores. «El impacto sobre la salud de la ingesta de bebidas endulzadas con azúcar en los jóvenes es importante», señala Singh, que añade que «si estos jóvenes continúan consumiendo de esta forma a medida que envejecen, los efectos se agravarán por el envejecimiento, lo que producirá tasas más elevadas de mortalidad y discapacidad por enfermedades del corazón y diabetes de las que estamos viendo ahora».
Prohibir nunca funciona, pero la educación sí
Por eso es importante la educación en las escuelas, destaca la representante de la SEEN. «Prohibir nunca funciona, pero la educación sí», asegura. Además apela a que las compañías «propongan alternativas menos dañinas para la salud». Porque, dice, «es un negocio, pero nuestra responsabilidad como sociedad es pedirles bebidas con menos cantidad de azúcar, o sin ella si es posible». Afortunadamente este tipo de bebidas en España contienen sacarosa, mucho menos perjudicial que la fructosa, presente en la mayoría de las bebidas en EE.UU.
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