La esterilizacioens forzadas y los medicos..

El tema de las esterilizaciones forzadas está siendo nuevamente tocado en la campaña electoral peruana, y como en otras oportunidades, se presenta el tema como si existiera un único responsable. Desde el fujimorismo se trata de poner la responsabilidad en los médicos que practicaron las esterilizaciones, y  desde el gremio médico peruano se responde colocando toda la responsabilidad en el ex presidente Alberto Fujimori y sus ministros de salud.
Pero ¿es posible aceptar que existe tan sólo un único responsable?, ¿la responsabilidad de unos actores excluye de culpa a los otros? La verdad es que no, y este tipo de argumentos y disputas sólo protege a los responsables. Como ha sido documentando, existió una política nacional, que exigió metas de cobertura de anticonceptivos modernos, incluyendo las esterilizaciones quirúrgicas. Estas políticas fueron diseñadas y priorizadas por el gobierno de Fujimori, como parte de las políticas de desarrollo.
También ha sido documentado que los médicos encargados de las esterilizaciones tenían que cubrir las metas.  El problema es que el gremio médico usa las metas como una excusa para su comportamiento, aduciendo que no tenían capacidad para enfrentarse al régimen. Esto no es del todo cierto, entre 1995 y 1998 el gremio médico peruano contaba con suficiente autoridad y poder político como para  oponerse a la reforma de salud, sacar comunicados para denunciar la precariedad de las condiciones laborales, proteger el derecho de los médicos a opinar en contra de las políticas del gobierno, o convocar a  huelgas indefinidas (como la del año 1998). Sin embargo por muchos años, la agenda del gremio médico peruano ignoró las esterilizaciones forzadas.
No se puede negar que existió una política de esterilizaciones elaborada desde el ejecutivo, pero tampoco se puede negar que esta política se insertó fácilmente en los servicios de salud.  No iba en contra de la “lógica” de los servicios de salud públicos peruanos, en los que, hasta ahora, no es extraño que las mujeres sean víctimas de violencia por parte de los trabajadores de salud. Para el personal de salud no fue difícil insultar, amenazar, y hasta encerrar a las mujeres para cumplir con las metas.