jueves, marzo 31, 2016

Tener o no tener hijos




Ser padres es solo una opción

Cada vez más mujeres y hombres deciden en las sociedades occidentales no tener descendencia, una elección que suscita controvertidos debates. Y si bien las presiones sociales y familiares no cejan, hay señales de que algunos tabúes empiezan a caer









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“Durante mis años fértiles, he tenido todo el tiempo del mundo para tener hijos. Tuve dos relaciones estables, una de ellas desembocó en un matrimonio que aún continúa. Mi salud era perfecta. Podría habérmelo permitido desde el punto de vista económico. Simplemente, nunca los he querido. Son desordenados; me habrían puesto la casa patas arriba. Son desagradecidos. Me habrían robado buena parte del tiempo que necesito para escribir libros”, explica la estadounidense Lionel Shriver. Esta confesión de la autora de Tenemos que hablar de Kevin (2003) —la exitosa y perturbadora novela sobre una madre cuyo hijo adolescente perpetra una matanza en un instituto, que fue adaptada al cine— es uno los 16 ensayos (13 escritos por mujeres y 3 por hombres) recopilados el año pasado por Meghan Daum en Selfish, Shallow and Self-absorbed (Egoísta, superficial y ensimismado). Este libro, de amplia resonancia en el mundo anglosajón, es una elocuente muestra de cómo se están empezando a romper, poco a poco, los tabúes en torno a la libre elección de no procrear, una tendencia en auge en Occidente y que suele suscitar grandes controversias. Quienes no tienen hijos empiezan a explicarse y reclaman un mismo estatus de normalidad.
Es obvio que aún existe una inercia social y cultural que suele traducirse en presiones para tener descendencia, sobre todo alcanzada una determinada edad. Pero al menos se plantea más abiertamente la opción de no tenerla, no solo en la prensa —el debate ocupó incluso una portada de Time en 2013—, el cine y la literatura, sino también en conversaciones cotidianas, en las que opinan mujeres y hombres.
En Selfish..., los 16 escritores exponen las muchas circunstancias que les han llevado a no desear descendencia, desde eludir la dedicación que conlleva la crianza, hasta motivaciones políticas (como combatir la sobrepoblación mundial) o traumas personales heredados de infancias difíciles. “Quería que explicaran sus razones de forma reflexiva. Lo que defendemos es que la paternidad, cuando se hace bien, es un trabajo difícil e importante; y debería ser solo para la gente que lo desea”, explica Daum desde Los Ángeles.

En España, se calcula que entre las nacidas en los setenta, un 25% no tendrá descendencia
Este artículo no pretende emitir un veredicto sobre si tener descendencia es mejor que no tenerla, desde el punto de vista personal o socioeconómico. Pero lo cierto es que como demuestran las estadísticas cada vez más personas optan por una vida sin hijos (algo que en inglés ya tiene su propia demominación: childfree). La natalidad en Occidente empezó a caer en los setenta. En España, por ejemplo, el número de nacimientos por cada 1.000 habitantes era de 18,7 en 1976 y ahora se sitúa en 9, de los más bajos de Europa. Se tienen menos hijos por razones económicas y por problemas de infertilidad, pero también por libre elección. “La revolución que supuso la píldora anticonceptiva permitió retrasar la maternidad. Esto unido a la opulencia creciente en las sociedades occidentales y el avance de la igualdad de oportunidades, han dado a las mujeres una elección genuina sobre su estilo de vida”, explica la socióloga Catherine Hakim, profesora de la London School of Economics y una de las voces más respetadas en el estudio de la caída de la natalidad. Tener hijos es una decisión muy personal... con repercusiones amplias. Pese a que algunos childfree argumentan que el mundo está superpoblado, uno de los problemas más acuciantes de las sociedades desarrolladas es el envejecimiento de la población, que pasa factura al Estado del bienestar, ávido de trabajadores jóvenes que paguen las pensiones.
Pero muchos deciden no tener hijos. En España, se calcula que entre las mujeres nacidas en los setenta, no tendrá hijos un 25%, en Francia el 20%, en Finlandia el 29%, y en Alemania el 33,6%. En EE UU un 18% de mujeres de 40 a 44 años, no han sido madres, frente al 10% en 1976, según el Pew Research Center. ¿Qué porcentaje evita el embarazo por decisión propia? Las estimaciones de Hakim, basadas en abundantes trabajos de campo, apuntan a “una pequeña y visible minoría de cerca del 5%-10% del total”. Estas mujeres están convencidas de que no quieren hijos. “En el caso de los hombres los porcentajes son un poco más altos. Pero son menos los que se escandalizan si ellos no quieren ser padres”, opina Hakim.
Cuando un adulto tiene descendencia (caso, por cierto, de la autora de este artículo), es raro que le pregunten por qué. Cuando no la tiene, se arriesga a someterse a todo tipo de interrogatorios. “Decidir no procrear genera ansiedades para las personas en solitario y en pareja, para las familias y las sociedades, y sin duda genera preguntitas insolentes”, dice la escritora chilena Lina Meruane, autora de Contra los hijos (Tumbona; México, 2015). Y a esa clase de insolencias tuvo que enfrentarse con disgusto la actriz española Maribel Verdú durante la promoción de su película Sin hijos (2015), en la que encarnó el papel de una mujer que no quiere ser madre.

El mundo está superpoblado pero uno de los retos de Europa es el envejecimiento de la población
Es tan lícita la opción de querer guardarse para sí los motivos por los que no se tiene descendencia como exponerlos al juicio de miles de lectores. El caso de la psicoterapeuta Jeanne Safer es un buen ejemplo del cambio que ha habido en el debate público sobre la maternidad. Hace 26 años, consciente de que se adentraba en territorios pantanosos, prefirió esconderse tras un seudónimo cuando escribió en una revista sobre “su decisión consciente” de no perpetuar sus genes. Safer es una de las autoras de Selfish... y, esta vez sí, firma con su nombre. “La vergüenza —por ser egoísta, no femenina, o ser incapaz de criar a un niño— es una de las emociones más duras a las que se enfrentan las mujeres que discrepan sobre lo de tener hijos”, confiesa. En uno de los ensayos más divertidos, mordaces y provocadores del mismo libro, el escritor británico Geoff Dyer sentencia: “De todos los argumentos que se dan para tener hijos, la idea de que dan significado a la vida es el que me genera más hostilidad (…). Yo me siento totalmente satisfecho con la idea de una vida completamente carente de sentido y falta de propósito”.
Aunque la chilena Meruane sentía que no tenía por qué dar explicaciones de su nulo interés por ser madre, escribió un ensayo en el que critica, además, que los hijos se han convertido en “la figura dominante del hogar”. Afirmaciones como esta alimentan otro debate, sobre nuevos y viejos tipos de crianza, tanto o más controvertido que el de no querer hijos. “Muchas mujeres me han agradecido que escribiera sobre este asunto. Una amiga incluso me dijo que la había ayudado a decidirse a ser madre”, cuenta.
¿Qué lleva a hombres y mujeres a no querer procrearse? El estudio Childlessness in Europe (2015) concluye que las razones más habituales son motivos profesionales, la transmisión de una enfermedad hereditaria, una mala relación con sus progenitores, y causas económicas. Tradicionalmente en Europa, como explica una de las participantes en este proyecto, Anna Rotkirch, de la Federación de la Familia de Finlandia, no tener hijos ha estado relacionado, en el caso de los hombres, con un nivel socioeconómico bajo y la falta de pareja; en el de las mujeres era más común entre aquellas con estudios superiores que temían que la maternidad frenase su carrera. “Ahora en muchos países europeos la precariedad laboral empieza a ser un motivo de peso tanto en hombres como mujeres”.
El debate puede que no termine jamás. Sigue pesando un fuerte prejuicio de anormalidad sobre quienes optan por no tener hijos. En Reino Unido, la sinceridad de Holly Brockwell generó una tormenta de indignación cuando, el pasado noviembre, explicó en la BBC por qué a los 29 años quería ser esterilizada. Hubo algunos mensajes de apoyo, pero en general sufrió un auténtico linchamiento en Internet. Y aunque aquello fue una reacción extrema, es una muestra de los enfrentamientos que a veces se dan entre padres y no padres, disputas en las que se presenta a los primeros como seres que se creen con más derechos por tener hijos —y son incapaces de controlar los gritos de sus vástagos en un restaurante—; y a los segundos como frívolos que piensan en sus vacaciones, en salir por la noche y progresar en su carrera.

Sigue pesando un fuerte prejuicio de anormalidad sobre quienes optan por no tener hijos
¿Quiénes son más felices? Hay investigaciones para todos los gustos. La encuesta Enduring Love, de la británica Open University, lleva años analizando la calidad de vida en pareja, y concluye que quienes no tienen hijos dicen ser más felices en su relación e invierten más tiempo en la pareja. En esta línea, el año pasado se publicó un estudio de la Universidad de Londres que analizó a 14.000 parejas en Australia y Alemania; las madres indicaron una fuerte subida de estrés tras el nacimiento de un hijo (tres veces más que el padre) y el nivel fue creciendo hasta cuatro años después, cuando finalizó la investigación. Por último, otra encuesta realizada entre 2.000 padres primerizos en Alemania en 2015 indicaba que la llegada de un hijo restaba una porción de felicidad similar a un divorcio.
No todos lo ven tan claro. Un estudio realizado en 86 países por un equipo del Instituto Max Planck de Rostock (Alemania) y la Universidad Western Ontario (Canadá) sugiere que la maternidad es una inversión a medio-largo plazo: el bienestar asociado a los hijos es mayor a más poder adquisitivo, mayor apoyo social y más edad. Los menores de 30 años asociaron tener hijos con una menor felicidad, mientras que entre los 30 y los 39 años ese incremento fue neutral y a partir de los 40 fue positivo.
En conclusión, sigan su instinto.

Resuelto el enigma de la muela del juicio



Resuelto el enigma de la muela del juicio

La reducción del tercer molar en nuestra especie responde a un mecanismo universal en los mamíferos


¿Para qué están ahí? Salen tan tarde que ya no hacen falta, y eso en el caso de que lleguen a salir. A veces se enquistan de formas intrincadas que enriquecen a los odontólogos, o empujan a los demás dientes con dolor y penalidad. Son las muelas del juicio. ¿Quién las encargó? ¿A qué fuerza evolutiva se le ocurrió diseñar ese estorbo bucodental? ¿Lo hizo igual de mal con nuestro cerebro? Es el enigma evolutivo de las muelas del juicio, y acaba de ser resuelto por científicos australianos. La respuesta en corto: los humanos ni siquiera somos especiales en eso.
Nuestros ancestros los homínidos (homininos, técnicamente) sí que tenían un buen tercer molar: hasta cuatro veces mayor que el nuestro, y con una superficie plana obviamente adaptada para masticar. Que esa obra magna de la naturaleza se corrompiera hasta producir nuestra muela del juicio nunca se ha entendido muy bien, aunque no han escaseado las hipótesis hechas a medida para explicarlo: ora los cambios de dieta, ora aquel avance cultural o este otro y, en cualquier caso, unas teorías que delegan en la selección natural la tarea ardua de destruir una muela sin tocar mucho las otras. Y que, desde luego, son exclusivas de la evolución humana, sin precedentes en los 600 millones de años de historia animal.
La bióloga del desarrollo Kathryn Kavanagh, de la Universidad de Massachusetts en Dartmouth, propuso en 2007 un modelo teórico del desarrollo de la dentición en los mamíferos. Se basaba en datos obtenidos en ratones, y explicaba esos resultados, que eran bastante complicados, con un modelo simple de “inhibición en cascada”: cuando un diente se desarrolla, emite señales activadoras o represoras sobre su vecindad, y la proporción entre ambas señales determina el tamaño de los dientes vecinos.
Uno de los colegas de Kavanagh en aquel trabajo, Alistair Evans, de la Universidad de Monash en Victoria, Australia, encabeza ahora una investigación publicada en Nature donde aquel modelo se extiende a los homínidos. La investigación revela que el modelo de inhibición en cascada de Kavanagh puede explicar la degeneración del tercer molar de los australopitecos hasta la modesta y molesta muela del juicio que abruma al Homo sapiens.
Nuestros ancestros sí que tenían un buen tercer molar: hasta cuatro veces mayor que el nuestro, y con una superficie plana obviamente adaptada para masticar
En los homínidos más primitivos –los más próximos al chimpancé, como los ardipitecos, australopitecos y parantropos—, la variación en el tamaño y las formas relativas de los molares es una mera función de la posición: las muelas tienden a crecer más en la parte posterior de la boca, lo que causa el gigantismo del tercer molar, y las proporciones entre unas y otras muelas son constantes, sin que importe el tamaño general de la dentadura en su conjunto.
Pero, hace un par de millones de años, con el surgimiento de nuestro género (Homo), las reglas generales cambiaron ligeramente: los tamaños relativos de las muelas empezaron a depender del tamaño total de la dentadura. Eso hizo que la reducción del tamaño total de la dentadura, que es propia de la modernidad evolutiva, causara una reducción desproporcionada del tercer molar. Esto es la muela del juicio explicada por un mecanismo general, que no tiene que postular cosas muy raras para que el tercer molar se haya convertido en un ridículo engorro.
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Desde un punto de vista dental, hemos dejado de ser víctimas de una evolución maliciosa. Ahora lo somos de la simplicidad matemática. Todo un avance

miércoles, marzo 30, 2016

cómo aprender a creer en nosotros mismos para dar un vuelco en nuestra vida

Cómo aprender a creer en nosotros mismos para dar un vuelco en nuestra vida

  • 1 hora
Mujer levantando los brazos al cieloImage copyright Thinstock
Image caption Para comenzar a creer en uno mismo se recomienda buscar el apoyo de un ser querido y ubicarse en ambientes positivos.
Uno de los retos centrales que enfrenta la sociedad es mejorar las oportunidades de aquellos que han tenido un comienzo difícil.
La británica Anna Woodhouse tuvo una adolescencia muy difícil pero logró cumplir con sus aspiraciones. Hoy es investigadora en el Instituto de Humanidades de la Universidad de Leeds, en Reino Unido.
Ahora le da a la BBC su testimonio de lo que implicó transformar completamente su vida, con la esperanza de que les sirva a otras personas que experimentan serias dificultades.
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Me han dicho que yo era el problema. He sido escupida, acosada y privada del sueño. Me han dicho cosas crueles. He sido forzada a tener relaciones sexuales en un momento y reprendida por portarme como una mujerzuela en otro.
Algunas veces he tenido hambre, pero toda mi vida he estado hambrienta por algo más, algo mejor.
Estas experiencias no son extraordinarias, ni siquiera extremas. Son parte de la vida de muchas personas.
La pregunta que quiero hacer es: ¿cómo podemos cambiar las cosas?
Las cosas pudieron haber sido mucho peores para mí. Mis padres se separaron cuando yo era pequeña, pero crecí en un hogar lleno de amor.
Mi mamá me enseñó a leer y escribir antes de ir a la escuela. No teníamos mucho dinero, pero sí amor y libros.

Años cruciales

El parlamento británico Frank Field, exzar contra la pobreza del primer ministro conservador David Cameron y actual jefe del Comité Especial de Trabajo y Pensiones, considera la etapa preescolar de los niños como crucial para su desarrollo.
Anna WoodhouseImage caption La conferencista universitaria Anna Woodhouse y el poeta Byron Vincent, con quien dio su testimonio también en BBC Radio 4.
Él sugiere que el rol de los padres es "más importante que los ingresos o el colegio" para mejorar las oportunidades de vida. Él destaca el rol de las madres, en particular, en formar el futuro de sus hijos.
Para mí, el enriquecimiento que yo experimenté en mis primeros años impactó en mi vida posterior, no solo en términos educativos, sino en términos de quién soy.
El amor de mi madre me formó como una persona buena y amorosa. Puede que no siempre me haya querido a mí misma, pero siempre he tratado de amar a los otros.

Niña sensible

Yo fui una niña sensible y cada vez que alguien se metía conmigo o me desairaba, absorbía la burla. Así llegué a la adolescencia odiándome a mí misma.
En ese momento la situación se volvió oscura. Ser una chica de 13 años que se odiara a sí misma es ser alguien vulnerable. La gente puede oler la sangre. Odiaba el colegio.
Recuerdo haber sido una niña tímida, socialmente incómoda. Sentía que había algo mal conmigo. Es difícil precisar las razones de mi absurda baja autoestima.
Hoy, toda la evidencia parece sugerir que nunca hubo nada malo conmigo, que, en contraste con mi percepción de que yo no valía nada, estoy bien.
Creo que la mayoría de personas tienen alguna experiencia de acoso o bullying en algún punto de su vida escolar. Era una parte intrínseca e ineludible de la cultura en los colegios a los que asistí.
Niña deprimidaImage caption La autora llegó a la adolescencia odiándose a sí misma.
Peter Hughes, director del colegio Mossbourne, en el este de Londres, dice que el establecimiento usa la disciplina para promover una cultura alternativa, de aspiración, en vez de expectativas bajas.
Difícilmente me considero una gran disciplinaria, pero parece funcionar. Me apasiona explorar formas de elevar las aspiraciones, porque sé, desde mi experiencia personal, que las expectativas bajas pueden ser paralizantes.

Joven destruida

Me rebelé en la escuela. Ser mala era una manera de sobrevivir, porque estaba operando en una cultura que no recompensaba ser buena.
Crecí y fui al colegio en Bridlington, un pequeño pueblo en la costa este del condado de Yorkshire, en Inglaterra. Es un lugar bonito, pero social y culturalmente tiene su costado feo: desempleo, drogas y crimen.
A los 15 años dejé mi casa y el colegio. Sentía que Bridlington no tenía nada que ofrecerme y yo no tenía nada que ofrecerle a Bridlington.
A los 19 llevaba cuatro años desempleada, era una anoréxica que sufría de infecciones respiratorias frecuentemente y vivía dominada por un novio abusivo.
Estaba tan destruida que las opciones eran dejar el pueblo o perder la esperanza.
Mirando hacia atrás, los cambios que hice parecen increíbles. De joven me daba pánico dejar el pueblo, incluso tenía miedo de subirme a un autobús, pero luego lo que me dio más miedo fue quedarme.
Mujer víctima de abusoImage caption A los 19 años, Anna Woodhouse vivía atrapada entre sus problemas emocionales y una relación amorosa tóxica.
Estaba huyendo de una relación, pero también de la persona en la que me había convertido.
Supongo que me sentía tan mal que no tenía nada que perder. Los pocos amigos que tenía estaban dejando el pueblo por esa época y también mi familia. Mi experiencia concuerda con lo que han observado algunos expertos.

El gen FKBP5

Angie Hart es una psicoterapeuta de niños y familias de la Universidad de Brighton, en el sur de Inglaterra, que estudia la llamada resiliencia. Según ella, es crucial el apoyo de al menos una persona a la que realmente le importe ayudarnos a hacer cambios.
Cuando me mudé a Leeds y empecé otra vez, encontré ese respaldo cuando busqué la aprobación de un grupo de amigos más positivo.
Terminé con un doctorado, pero no hubiera considerado la universidad en lo absoluto si no hubiera sido por un ex que me impulsó a retomar mi educación. Así que me reinventé al insertarme en un ambiente más enriquecedor.
Esta necesidad de nutrirse puede ser parte de nuestra naturaleza. Me sometó a un análisis genético para ubicar una variante relacionada con la resiliencia, el gen llamado FKBP5.
Michael Pleuss, psicólogo de la Universidad Queen Mary, trabaja en el campo de plasticidad del desarrollo.
Él explica cómo las interacciones entre el ambiente y la genética pueden influir en el desarrollo individual.
Diente de leónImage copyright AFP
Image caption A la izquierda, la planta conocida como "diente de león".
Para usar una analogía simple, alrededor del 80% de las personas (aquellos que no tienen el gen FKBP5) se asemejan a la planta llamada diente de león, pueden soportar determinada cantidad de estrés.
Por el contrario, aquellas personas con el FKBP5, son descritas como "orquídeas".
Sufrimos los efectos de ambientes estresantes más que los dientes de león y somos potencialmente más vulnerables a condiciones como la depresión y el estrés postraumático.
Sin embargo, las orquídeas parecen beneficiarse más de ambientes enriquecedores y tienen la capacidad de florecer si las condiciones son adecuadas.

Influencia positiva

Esto no fue una sorpresa para mí. Siempre fui una criatura sensible. Algunas veces he odiado la intensidad de mis sentimientos. A veces desearía tener una piel más gruesa.
Pero en vez de torturarme a mí misma por ser débil, descubrir que tengo este gen me ha recordado lo importante que es, no solo para mí, sino para todos, insertarnos en ambientes que nos nutren y rodearnos de influencias positivas.
Y tal vez no son tan débil como pensaba.
Lauren Eskreis-Winkler, una investigadora de la Universidad de Pensilvania, en EE.UU., ha realizado estudios psicológicos sobre el poder del "coraje".
Este trabajo sugiere que el coraje es más importante que la inteligencia, el talento o incluso la riqueza para ser exitoso. Me sometí a su prueba de coraje y me divirtió descubrir que no soy, aparentemente, muy valiente.
Pero como explica Eskreis-Winkler, esto puede deberse a problemas de autoevaluación, porque tendemos a medirnos a nosotros mismos en comparación con otros y a ser autocríticos.
Como reflexión, cuando dejé Bridlington, cuando me alejé de las relaciones dañinas y cuando me dediqué años a estudiar, creo que sí mostré algo de coraje.
Hablé más arriba sobre no perder la esperanza, y para mí, esta es la llave para transformar tu vida.

¿Flor delicada?

He luchado con el concepto de coraje y he sido reticente sobre ser corajudo, porque el coraje parece sugerir algo duro y no me siento dura en absoluto.
OrquídeaImage copyright Other
Image caption Las personas que tienen el gen FKBP5 son comparados con las orquídeas y son más sensibles a los efectos producidos por del estrés.
El coraje, como Eskreis-Winkler lo describe, se trata más bien de la habilidad de perseguir objetivos a largo plazo y seguir con ellos.
La vida es dura y a veces parece que sería más fácil perder la esperanza. Pero, ¿es esto realmente una opción cuando llega el momento de decidir?
He tenido momentos en los que he pensado en abandonar mis esperanzas y deseos y a veces en la vida. Pero no me he rendido. No he dejado de amar y de tener esperanza y no he dejado de ser yo misma.
Puedo ser una flor delicada, pero tal vez esto es una forma de coraje. Tal vez, con enriquecimiento, la sensibilidad también puede ser un tipo de fuerza. Tal vez el amor es la respuesta.
Porque es la sostenida creencia en mí y en otros, pese a los golpes que me ha dado la vida, la que me da fuerza.

3 razones por las que ser impaciente puede perjudicar tu salud

  • 29 marzo 2016
Mujer mostrando signos de impacienciaImage copyright thinkstock
Image caption A veces es mejor aprender a esperar y tener un poco más de paciencia.
Todos nos hemos sentido impacientes alguna vez.
Tal vez mientras esperamos un autobús que llegaba con retraso, o cuando un bebé no dejaba de llorar (y nada lograba traquilizarlo), o quizás aquel día que esperamos durante lo que pareció una eternidad en la fila del supermercado.
Lo cierto es que aprender a esperar no siempre resulta fácil. Pero hacerlo es importante, incluso para la salud.
Cuando nos impacientamos, sentimos frustración y aumentan los niveles de estrés y adrenalina.
Pero existen otros peligros vinculados a la falta de paciencia que, al menos a primera vista, no resultan tan evidentes.

1. Obesidad

Las personas impacientes tienen más posibilidades de padecer obesidad a largo plazo.Image copyright thinkstock
Image caption Las personas impacientes tienen más posibilidades de padecer obesidad.
Expertos han señalado que las personas impacientes tienen más probabilidades de ser obesas que aquellas que saben esperar, pues suelen alimentarse peor y consumir mayores cantidades de comida rápida, sobre todo cuando tienen fácil acceso a ella.
Según los economistas Charles Courtemanche, Garth Heutel y Patrick McAlvanah, que publicaron un estudio ("Impaciencia, incentivos y obesidad") en 2015 en el Economic Journal (EJ), el fácil acceso a alimentos poco saludables es una de las causas principales, que afecta especialmente a quienes tienen un carácter impaciente.
"Quienes son más impacientes se ven más afectados por la disponibilidad a corto plazo de alimentos asequibles, lo cual supone un aumento de la obesidad en esta parte de la población", indica la investigación.
"Podríamos pensar que tal vez ahora tenemos acceso a más comida y comemos más, y por eso estamos ganando peso", le contó Courtemanche a The Washington Post.
"Pero es más complicado que eso; el abaratamiento de la comida sólo altera el comportamiento de un tipo determinado de personas", agregó el experto.
Pero además, la impaciencia constante -y su consecuente ira y tensión- hace que nuestro organismo libere adrenalina y cortisol, hormonas que pueden dar lugar a un aumento de peso.
La grasa acaba adheriéndose a las paredes de nuestras arterias, aumentando al mismo tiempo la posibilidad de sufrir un ataque al corazón.

2. Hipertensión

Cómo ser impaciente puede perjudicar tu saludImage copyright thinksotck
Image caption Cuando nos impacientamos, aumenta nuestro nivel de estrés y también la presión arterial.
La Asociación Médica Estadounidense (JAMA, por sus siglas en inglés) incluye la impaciencia como un factor de riesgo de la hipertensión, incluso entre adultos jóvenes.
Un estudio, llevado a cabo por especialistas de la Escuela Feinberg de Medicina de la Universidad Northwestern de Chicago, reflejó que el tipo de personalidad A (aquel que corresponde a personas impacientes y hostiles) tiene un 84% más de riesgo de sufrir hipertensión, en comparación con quienes tienen un carácter más calmado, después de analizar más de 3.300 casos a lo largo de 15 años.
La razón, apuntan los expertos, es el estrés asociado a la impaciencia, que puede llegar a estrechar los vasos sanguíneos, incrementando la presión arterial.
"La idea de que el patrón de conducta tipo A es 'malo' para la salud existe desde hace muchos años", asegura Barbara Alving, de la Escuela de Salud Pública de Maryland, EE.UU.
"Este estudio nos ayudó a comprender qué aspectos de ese patrón de comportamiento perjudican nuestra salud", explica la experta.
Para Alving, la hipertensión arterial "es una condición compleja que implica factores biológicos y dietéticos", aunque el estudio demuestra que "el comportamiento y el estilo de vida pueden jugar un papel fundamental en la prevención y el manejo de la patología".
La hipertensión es un importante factor de riesgo de enfermedades del corazón, del hígado y de accidentes cerebrovasculares.

3. Envejecimiento

TelómerosImage copyright thinksotck
Image caption Los telómeros de las mujeres impacientes son más cortos.
Por último, un estudio de la Universidad Nacional de Singapur y de las universidades norteamericanas de Berkeley y Pensilvania, recientemente publicado en Proceeding of the National Academy of Science, reveló que ser impaciente también puede acelerar el envejecimiento.
Y es que los telómeros (extremos de los cromosomas del ADN) son más cortos en las personas impacientes.
Estas estructuras, que protegen al ADN de su degradación, están asociadas a la longevidad, y los científicos creen que cuanto más rápido desaparecen, antes envejecemos.
Según los investigadores (que sólo observaron este fenómeno en las mujeres) falta por averiguar si es la impaciencia la que acelera el envejecimiento o si, por el contrario, las personas con telómeros más cortos "saben", de alguna forma, que van a envejecer antes y desarrollan un carácer más impaciente.
Al fin y al cabo, tal y como recuerda el saber popular, puede que la paciencia sea "la madre de todas las ciencias".

La lucha contra el gasto compulsivo

La lucha contra el gasto compulsivo

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Compramos todo lo que se nos antoja en el supermercado; adquirimos los más recientes dispositivos tecnológicos apenas los lanzan; y descargamos películas de internet con desenfreno. Y después nos preguntamos por qué no tenemos dinero para un auto nuevo ni ahorros para cuando nos jubilemos. ¿Qué nos pasa? La verdad es que no somos tan débiles moralmente como creemos. La ciencia muestra que muchos de nosotros estamos predispuestos genéticamente a desear la gratificación inmediata, a concentrarnos en el presente más que en el futuro. La corteza prefrontal de nuestro cerebro es diferente de la de los ahorradores instintivos, y la cultura comercial de hoy en día, con sus ingeniosas estrategias de marketing y la posibilidad de hacer compras con un clic, es experta en explotar nuestras debilidades.
El gran número de personas que están predispuestas tanto por la genética como por la cultura a favorecer el presente antes que el futuro, ha contribuido a las crisis de ahorro en Estados Unidos y otras regiones, incluyendo Latinoamérica y el Caribe. Estas personas, al ser incapaces de imaginar las recompensas del futuro, no solo gastan como si el mundo se fuera a acabar, también procrastinan, bien sea para empezar una dieta, escribir un informe o guardar algo de dinero para los tiempos difíciles. Además, su atención es limitada: no consideran cosas como impuestos u otros gastos que afectarán la cantidad de dinero que eventualmente van a tener a su disposición. Los duros sermones sobre autodisciplina no sirven de mucho.
En su esfuerzo por entender por qué las personas no tienen moderación, actúan irracionalmente y perjudican sus propios futuros, la economía conductual ha diseñado estrategias prometedoras para cambiar la conducta individual. Dichas estrategias aprovechan y usan a su favor esta mentalidad centrada en el corto plazo, y la emplean para incentivar una conducta prudente.
La clave está en lograr que las personas hagan compromisos que no puedan romper. Un estudio en Malawi mostró que los agricultores a quienes se les ofrecieron depósitos directos de sus cultivos comerciales en el campo, incrementaron su saldo total en un 280%. Pero aquellos que comprometieron fondos a una cuenta ilíquida de la cual no podían retirar dinero hasta que se cumpliera un plazo establecido, en una fecha específica, incrementaron sus ahorros en un 620%.
Esfuerzos recientes en Latinoamérica, al igual que otros similares en los Estados Unidos, también se aprovechan de la inercia natural de las personas. Los participantes, que recibían su salario mediante transferencias electrónicas, fueron inscritos para que parte de sus salarios se ahorrara automáticamente. Para poder detener este ahorro, debían activamente salirse del programa. Dado que esto implicaría planeación previa y la toma de una decisión –habilidades en las que son particularmente deficientes– estas personas continuaron ahorrando por falta de voluntad, por omisión.
Entretanto, a los jóvenes, cuyos cerebros aún están en desarrollo y son maleables, se les enseñan las recompensas de postergar la gratificación, con la esperanza de que se convertirán en adultos diferentes. En Perú, por ejemplo, un programa bancario comunal, dirigido por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, permite que los niños elijan una meta de ahorros, depositen dinero y ganen intereses, todo bajo la condición de que no retiren dinero hasta que cumplan con su meta. Los niños han acudido en bandada al programa. Entre diciembre de 2012 y junio de 2015, el número de niños en el programa pasó de 882 a 3.831, y sus ahorros totales se multiplicaron por seis.
La región todavía tiene un largo camino por recorrer. De acuerdo con al menos un estudio, la tendencia de solo ver el presente es particularmente fuerte en Latinoamérica y el Caribe; al menos un tercio de los residentes urbanos de México, Perú y Brasil muestran este tipo de orientación psicológica. La presión de ayudar a parientes en familias extendidas constituye otro medio de fuga de los ahorros individuales y, debido a que su conocimiento financiero es muy poco, estas personas no tienen mucha idea sobre las opciones de ahorro disponibles en el sistema financiero.
A la larga, mejorar los conocimientos financieros y los hábitos de ahorro entre los jóvenes, como en el caso del experimento de Perú, puede significar un gran avance. No solo podría mejorar el ahorro, también podría contribuir a mejores resultados en la educación, el empleo y el estándar de vida, factores que también están relacionados con el autocontrol y la planeación. Así mismo, esto podría filtrarse hacia la generación anterior para su beneficio.
También es crucial proporcionar más instrumentos formales de ahorro mediante el sistema bancario. Esto requiere sistemas que permitan que cierto porcentaje de los salarios, pagos y otras transferencias bancarias, se trasladen automáticamente a cuentas ilíquidas de donde no se puedan retirar en el corto ni mediano plazo. La ubicuidad de los teléfonos celulares y el internet en la región podría ayudar a esto. Podría permitir que las personas transfieran dinero desde una cuenta corriente hacia una cuenta más ilíquida con tan solo unos cuantos clics, proporcionando así un canal asequible para ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas.
Gastar puede ser una fuente de mucho placer; puede generar en algunos de nosotros esa intensa sensación que se produce al comer, beber, apostar y al desempeñar otras actividades que generan gratificación inmediata. Solo necesitamos un pequeño empujón en la otra dirección. Gracias a los nuevos estudios en neurología, psicología y economía conductual, las herramientas ya existen. Ahora solo hay que implementarlas de modo que los gastadores compulsivos en todas partes puedan dominar sus instintos, planear mejor para sus futuros e impulsar la economía, como en el caso de aquellos en Latinoamérica y el Caribe, que se ven afectados por bajas tasas de ahorro.
Algunos de estos asuntos se discuten en la edición de 2016 de la publicación insignia del BID “Desarrollo en las Américas”, titulada “Ahorrar para desarrollarse: Cómo América Latina y el Caribe puede ahorrar más y mejor”. Haga clic aquí para recibir información sobre este libro próximo a publicarse, y para recibir un PDF gratuito en el momento de su publicación

Abusar de los analgésicos puede causar problemas cardíacos

Abusar de los analgésicos puede causar problemas cardíacos

Elena Sanz
analgesicosDe acuerdo con un estudio publicado en la revista British Medical Journal, el consumo diario de antiinflamatorios no esteroideos (AINES) como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden aumentar el riesgo de cardiopatías.

Los autores, de la Universidad de Berna en Suiza, examinaron a más de 116.000 pacientes de 31 ensayos clínicos que habían tomado ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco y otros analgésicos y antiinflamatorios que se pueden adquirir sin receta médica. Y llegaron a la conclusión de que en el caso de los mayores de 65 años que toman antiinflamatorios para combatir dolores crónicos como los producidos por la artritis o los problemas lumbares el riesgo de muerte por complicaciones cardiovasculares podría duplicarse, o incluso triplicarse si el fármaco elegido es el ibuprofeno y cuadruplicarse al ingerir diariamente diclofenaco. El medicamento más inocuo en relación con la salud cardiovascular fue, según el estudio, el naproxeno.

Según concluye el profesor Peter Juni, jefe del Instituto de Medicina Social y Preventiva de la Universidad de Berna y director del estudio, sería recomendable reconsiderar la libre venta de medicamentos como el diclofenaco o el ibuprofeno.

lunes, marzo 28, 2016

La muerte de las autopsias

Elmer Huerta: "las autopsias están muriendo"
A pesar de su enorme utilidad, en los últimos 30 años se ha documentado que las autopsias están prácticamente desapareciendo de los hospitales, señala el doctor Elmer Huerta.(Foto: AFP)
Uno de los procedimientos mas importantes con que cuenta la ciencia médica es la práctica de una autopsia en el cadáver de un ser humano. Por causas no claras, las autopsias están prácticamente desapareciendo de muchos hospitales en el mundo.


En la película “La verdad oculta” (“Concussion” en inglés), el Dr. Bennet Omalu -el patólogo que descubrió que los jugadores de futbol norteamericano sufrían una grave lesión cerebral por los golpes a la cabeza que recibían durante el juego- le hablaba a cada cadáver antes de una autopsia. Entre otras cosas, le decía al cuerpo inerte, y a manera de oración, que por favor le diga que le sucedió, que le revele sus secretos, que le diga su historia, que lo ilumine para que examinando su cuerpo pueda conocer por que dejó de existir. Luego de ese diálogo, recién procedía a hacer la primera incisión.
Nada mas cerca a la verdad. Las autopsias, que se han practicado desde tiempos inmemoriales, son procedimientos médicos que revelan las causas de muerte de un ser humano, proporcionando valioso conocimiento a la ciencia y paz mental y resignación a los familiares del enfermo fallecido.
A pesar de su enorme utilidad, en los últimos 30 años se ha documentado que las autopsias están prácticamente desapareciendo de los hospitales. En Inglaterra por ejemplo, durante el año 2013 la frecuencia  de autopsias fue de solo 0,69 %, y en decenas de hospitales fue del cero por ciento. En Estados Unidos, la frecuencia de autopsias está entre 5% a 10 %. Lo llamativo es que en el año 1960, la frecuencia de autopsias en esos mismos países era del 50% a 60 %. Al respecto, es preocupante también que muchos nuevos hospitales están siendo construidos ya sin salas de autopsia en el departamento de patología.
Si quieres saber más sobre este tema, sigue leyendo el más reciente post del blog Cuida tu salud del doctor Elmer Huerta.
Aumentan robos en Japón cometidos por ancianos

El Gobierno nipón ha mostrado su preocupación por la cifra de robos cometidos por ancianos.
El Gobierno nipón ha mostrado su preocupación por la cifra de robos cometidos por ancianos. | Foto: EFE
Publicado 28 marzo 2016 (Hace 8 horas 51 minutos)

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Los robos y hurtos a tiendas por personas de la tercera edad se han incrementado en Japón, el gobierno nipón ha señalado que la mayoría de los ancianos detenidos por este crimen son reincidentes, el incremento en los delitos podría colapsar el sistema de prisiones japones.

Al menos el 35 por ciento de los robos a comercios en Japón son cometidos por personas mayores de 60 años de edad, según las cifras de 2013 el 40 por ciento de los ancianos detenidos cometieron el delito en al menos en seis oportunidades, un 460 por ciento más que en 1991, informó 'The Financial Times'.

>> En Japón aumentan los casos de abuso infantil a 28% 

De acuerdo al investigador Akio Doteuchi, "La situación social en Japón ha empujado a las personas de avanzada edad a la necesidad de cometer crímenes", Para la opinión de los expertos esta podría ser la razón por la cual las personas de la tercera edad cometen los robos buscando terminar en las cárceles y, de esta manera, mejorar sus condiciones de vida.

Expertos han señalado que los robos y hurtos a tiendas por parte de ancianos irá en aumento porque al ser enviados a las cárceles se les provee de comida y asistencia sanitaria gratuitos, situación que amenaza con desatar una crisis presupuestaria en el sistema penitenciario de Japón.

>> Miles aún viven en refugios tras tsunami en 2011 de Japón 

Según la tendencia demográfica del país, para el 2060 el 40 por ciento de la población japonesa tendrá más de 65 años. El gasto promedio de un jubilado japonés es un 25 por ciento mayor que la pensión básica, que es de 780.000 yenes anuales (casi 7.000 dólares). 

 Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección: 
 http://www.telesurtv.net/news/Aumentan-robos-en-Japon-cometidos-por-ancianos-20160328-0015.html. Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. www.teleSURtv.net
Aumentan robos en Japón cometidos por ancianos

El Gobierno nipón ha mostrado su preocupación por la cifra de robos cometidos por ancianos.
El Gobierno nipón ha mostrado su preocupación por la cifra de robos cometidos por ancianos. | Foto: EFE
Publicado 28 marzo 2016 (Hace 8 horas 51 minutos)

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Los robos y hurtos a tiendas por personas de la tercera edad se han incrementado en Japón, el gobierno nipón ha señalado que la mayoría de los ancianos detenidos por este crimen son reincidentes, el incremento en los delitos podría colapsar el sistema de prisiones japones.

Al menos el 35 por ciento de los robos a comercios en Japón son cometidos por personas mayores de 60 años de edad, según las cifras de 2013 el 40 por ciento de los ancianos detenidos cometieron el delito en al menos en seis oportunidades, un 460 por ciento más que en 1991, informó 'The Financial Times'.

>> En Japón aumentan los casos de abuso infantil a 28% 

De acuerdo al investigador Akio Doteuchi, "La situación social en Japón ha empujado a las personas de avanzada edad a la necesidad de cometer crímenes", Para la opinión de los expertos esta podría ser la razón por la cual las personas de la tercera edad cometen los robos buscando terminar en las cárceles y, de esta manera, mejorar sus condiciones de vida.

Expertos han señalado que los robos y hurtos a tiendas por parte de ancianos irá en aumento porque al ser enviados a las cárceles se les provee de comida y asistencia sanitaria gratuitos, situación que amenaza con desatar una crisis presupuestaria en el sistema penitenciario de Japón.

>> Miles aún viven en refugios tras tsunami en 2011 de Japón 

Según la tendencia demográfica del país, para el 2060 el 40 por ciento de la población japonesa tendrá más de 65 años. El gasto promedio de un jubilado japonés es un 25 por ciento mayor que la pensión básica, que es de 780.000 yenes anuales (casi 7.000 dólares). 

 Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección: 
 http://www.telesurtv.net/news/Aumentan-robos-en-Japon-cometidos-por-ancianos-20160328-0015.html. Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. www.teleSURtv.net

sábado, marzo 26, 2016

Por qué la compañía de oro más grande de Sudamérica da pérdidas?

or qué la compañía de oro más grande de Sudamérica da pérdidas?

  • 23 noviembre 2014
Yanacocha
Image captionLa minería causa problemas sociales en Perú, como en Cajamarca.
Una investigación en Perú revela que la principal mina de oro de Sudamérica, Yanacocha, registró pérdidas el año pasado.*
El precio internacional del oro llegó a principios de noviembre al nivel más bajo en los últimos 4 años.
Sin embargo, pese a esta caída, su cotización sigue estando por encima de la media de las últimas dos décadas.
La investigación del periodista Raúl Wiener y el contador Juan Torres Polo se centra en la Memoria Anual 2013 presentada por la compañía peruana Minas Buenaventura, que tiene el 43,7% del paquete accionario de Yanacocha.
Según Wiener, la Memoria está cargada de trucos contables:
"En los costos de Yanacocha 2013 se incluye un rubro que no figuró en los 13 años precedentes y que tiene un nombre más que curioso: 'deterioro de activos de larga duración'. Este 'deterioro de activos de larga duración' se lleva casi la totalidad de los ingresos, con lo que el balance da una pérdida neta para Yanacocha de más de US$562 millones", señaló Wiener a BBC Mundo.
Un vocero de Yanacocha, en cambio, apuntó a BBC Mundo que "esa pérdida financiera fue causada por una caída en la producción de la mina, el descenso de los precios del metal y las provisiones por desvalorización. Esto no implica que no se pagó el impuesto a la renta, ya que este impuesto se calcula sobre los resultados fiscales y no en base a los resultados financieros".

Una compañía de lujo

Yanacocha es la primera compañía de oro de Sudamérica, la tercera del mundo.
El principal socio de Buenaventura es la estadounidense Newmont, que tiene el 51,3% del paquete accionario y es una de las 20 empresas mineras más grandes del mundo.
La International Finance Corporation (IFC), miembro del Banco Mundial, tiene el 5%.
Es la primera vez en 13 años que esta empresa, Yanacocha, arroja pérdidas.
Un año antes, en 2012, las ganancias de la minera habían superado los US$654 millones.

Yanacocha
Image captionLa mina de Yanacocha es la más grande de América Latina.
Pero el precio del oro ha ido variando en los últimos años.
En 1993 el precio de la onza troy (la medida más común del metal, equivalente a unos 31,1 gramos) era de US$376.
En 2006 saltó a 605, seis años más tarde casi se triplicó a US$1670.
Aún con la caída del precio en 2013 (bajó a US$1411 la onza troy), el valor siguió siendo el más alto de las últimas dos décadas con la excepción del período 2011-2012.
Sin embargo, la caída de precios continuó en 2014 y a principios de noviembre, la cotización cayó a US$1.131,85, su valor más bajo en los últimos 4 años.
Hasta 2013 las ganancias de Yanacocha reflejaron esta bonanza de los precios.
En 1994 superaba los US$41 millones. En 2011 alcanzaron su valor máximo: US$705 millones.
Las repentinas pérdidas de 2013 se deben, según Raúl Wiener, a que se le cargan a la empresa los resultados de otro proyecto.
"El 'deterioro de activos de larga duración', que es de más de US$1.000 millones, se lleva el 70% de los ingresos de la empresa. Este deterioro son los activos de Conga. Si se han deteriorado se debe a los problemas que ha habido en la zona con la población", concluye Wienner.
Desde la compañía señalan que "las pérdidas de Yanacocha se debieron a la cantidad destinada a provisión por deterioro de activos, algo que es exigido por las Normas Internacionales de Información Financiera para lidiar con situaciones imprevistas, como la bajada de los precios del metal, donde el valor contable de los activos excede su valor recuperable".

El incierto futuro de Conga

Al igual que Yanacocha, la mina de oro y cobre Conga se encuentra en la provincia de Cajamarca, 800 kilómetros al noreste de Lima.
El proyecto, programado para entrar en explotación el año próximo, significó una inversión de casi US$5000 millones, pero ha quedado virtualmente paralizado por la cerrada oposición de los campesinos de la zona, preocupados por la posible contaminación de las aguas.
Conga
Image captionHay rechazo al proyecto minero de Conga, en la misma provincia que Yanacocha.
Nada dejó más claro este rechazo que la reelección de Gregorio Santos el pasado 5 de octubre como presidente regional de Cajamarca.
Santos, quien lideró la oposición a Conga en la región, se encuentra preso por presunta "asociación ilícita para delinquir, haber recibidos sobornos y colusión agravada contra el estado".
Pero ni estas acusaciones, que él y sus partidarios niegan, ni la cárcel pudieron contrarestar la popularidad que ganó con el rechazo del proyecto minero.
A pesar del revés, la compañía expresó su interés en "continuar invirtiendo en Perú y en especial en la región de Cajamarca".
No sorprende. En los 19 años de explotación que tendría Conga podría reportar ganancias equivalentes a Yanacocha.
Para la compañía, sin embargo, esto es "imposible de predecir con tantos años de antelación, ya que hay factores cambiantes que nadie puede anticipar".

La respuesta de Yanacocha

En un comunicado de prensa la empresa minera Yanacocha SRL (Sociedad de Responsabilidad Limitada) rechazó las conclusiones de la investigación de Raúl Wiener y Juan Torres Polo.
"El señor Wiener señala que Yanacocha reportó pérdidas financieras y, en consecuencia, no pagó impuesto a la renta por el ejercicio 2013. Esta información es absolutamente falsa, ya que la empresa pagó por ese año un impuesto a la renta superior a los US$175 millones", señala el comunciado.
Un conocido principio fiscal es que una empresa que arroja pérdidas no paga impuestos.
Protesta
Image captionEn noviembre de 2011 hubo protestas en la mina de Yanacocha.
Para aclarar este tema, BBC Mundo se comunicó con SUNAT, la autoridad fiscal del Perú, que contestó que "lamentablemente no podemos dar información de ningún contribuyente en particular por estar considerada dentro de la reserva tributaria".
BBC Mundo también intentó comunicarse con Yanacocha, que no respondió a los pedidos de entrevista.
Según Pedro Francke, profesor de economía de la Universidad Católica de Perú, se trata de un juego de palabras.
"En Perú existe la costumbre tributaria de adelantar el pago del impuesto a la renta, pero si al final la compañía da pérdidas, el Estado devuelve lo pagado. La realidad es que una empresa que arroja pérdidas no paga impuestos. Y si lo hace, por esta costumbre tributaria de pagar por adelantado, recupera su valor porque el estado le devolverá lo pagado", señaló Francke a BBC Mundo.
No obstante, la compañía reitera que "Wiener malinterpretó la información contable del grupo".
"La categoría del impuesto a las ganancias incluido en nuestros informes financieros incluye no sólo el impuesto corriente (a pagar a la SUNAT), sino también un impuesto diferido, un concepto financiero contemplado en las normas internacionales de contabilidad. Por lo tanto, es falso que los 137 millones de dólares representen un 'crédito a favor' de nuestra empresa", apunta la empresa a BBC Mundo.

El debate de fondo

La polémica en torno a Yanacocha se inscribe dentro del debate que ha arreciado en Perú y otros países de América Latina en torno al boom de los precios de la minería.
En Perú, tanto el expresidente Alan García como el actual, Ollanta Humala, fueron electos con plataformas que prometían un impuesto extraordinario a las mineras para que los precios internacionales, en niveles récord, pudieran beneficiar al conjunto de la sociedad.
Ambos presidentes olvidaron estas promesas una vez electos, pero la polémica siguió adelante.
Según Raúl Wiener, el mismo hecho de que se siga debatiendo este posible impuesto extraordinario sugiere que ha habido elusión fiscal en las cuentas de Yanacocha.
Agricultor
Image captionMuchos agricultores de la zona de Cajamarca, en el norte del país, protestaron contra el proyecto.
"¿Cómo puede ser que se haya considerado cobrar un impuesto extraordinario a una empresa que puede, de pronto, de la noche a la mañana, arrojar pérdidas a pesar de los precios históricamente altos del oro?", señaló Wiener a BBC Mundo.
A este interrogante se suman dos obstáculos impenetrables: la compleja opacidad contable de las empresas multinacionales no ayuda, y el secreto tributario que rige en Perú.
"Por ley, la SUNAT no puede revelar esta información. La compañía lo podría hacer voluntariamente en aras de la transparencia. Pero no lo hacen. Para saber si una empresa pagó o no impuestos se necesita toda la declaración impositiva de la compañía presentada en 2014, pero esta información es secreta. La hendija que se abrió en este caso es por la Memoria anual de Buenaventura", indicó Francke a BBC Mundo.
Según el vocero de Yanacocha, la acusación de Wiener es "extremadamente seria y falsa".
"Las conclusiones se basan en una lectura incompleta de la información contable de la empresa. A partir de la información contenida en nuestros estados financieros auditados de 2013 era fácil de verificar la situación fiscal y la cantidad de impuesto determinado por nuestra empresa ese año. Si Yanacocha no pagó el impuesto sobre la renta en 2013, ¿cómo se explica que Cajamarca recibiera ese año más de 125 millones de dólares en concepto de derechos de licencia minera (que representan el 50 % del impuesto sobre la renta), de acuerdo a la información oficial del Ministerio de Energía y Minas? Esto toma en cuenta que la producción de nuestra empresa representa más del 70 % de la producción minera total de esa región", indica la compañía a BBC Mundo.

Las fallas de la ley

La incertidumbre que rodea al proyecto Conga también se enmarca en la ausencia de una legislación clara en torno al potencial conflicto entre las poblaciones que habitan el lugar y las mineras.
En 2013, un estudio comisionado por la organización global Derechos y Recursos, encontró que una de cada tres hectáreas que gobiernos de América Latina, África y Asia conceden a la explotación minera, agrícola-industrial o forestal se superpone con tierras comunales.
Según la organización, el conflicto de Conga en Perú – y el impacto que ha tenido sobre Yanacocha – hay que analizarlo en este contexto de superposición de derechos.
"Conga es un ejemplo de lo que pasa cuando no se toman en cuenta los derechos de las comunidades autóctonas y la poblaciones indígenas. Las compañías deberían considerar a estas comunidades como una parte integral de cualquier proyecto para asegurar la viabilidad de su inversión a largo plazo", indicó a BBC Mundo Andy White, coordinador de la organización Derechos y Recursos.
Desde Yanacocha, en cambio, señalan que "no hay población indígena reconocida como tal en Cajamarca".
Según una estimación citada por esta organización, el costo de la suspensión de actividades en grandes proyectos mineros en todo el mundo puede rondar los US$20 millones semanales.
*Esta nota fue modificada luego que un vocero de Yanacocha contactara a BBC Mundo para hacer algunas precisiones, las cuales fueron incluidas en el presente texto

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