Proeza médica: Médicos salvan vida de mujer loretana con rabia silvestre tras inducirla al coma 17 días
Uno de los contados casos de sobrevivencia en el mundo tras mordedura de murciélago con rabia
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Domingo, 20 de marzo del 2016
Caso llamó atención de especialista estadounidense Rodney E. Willoughby para aplicación de protocolo de Milwaukee que permitió salvarle la vida
Brigadas de la Dirección Regional de Salud (Diresa) Loreto vienen realizando en el Datem una jornada de vacunación con la colocación de 100 mil dosis antirrábicas a la ciudadanía lugareña.
Puanchir notó que a una de sus hijas y a su nieto no les bajaba la fiebre y que además se ponían violentos sin razón aparente. No dudó en salir de su comunidad y viajar varias horas en bote para que recibieran atención médica. Por esos días –a inicios de febrero-, en Iquitos se reportaba fallecidos en Yankuntich y ya se conocía la causa: un brote de rabia silvestre por mordedura de murciélagos.
Ahora, PunchirPauch(42), de Yankuntich, localidad fronteriza ubicada en la provincia loretana de Datem del Marañón, no entiende muy bien por qué ha estado 17 días dormida artificialmente y que, gracias a ese ‘sueño’, sus doctores le han salvado la vida. Tampoco entiende por qué solo le dan tres comidas al día. “En mi comunidad comemos todo el día, carne, maduros (plátanos)”, se queja a través del traductor de idioma achuar.
Es -según los especialistas del hospital regional Felipe Arriola de Loreto-, de las pocas personas en sobrevivir sin secuela a la rabia silvestre por mordedura de un murciélago. No hay registros de un caso similar manifiestan los doctores del hospital regional Felipe Arriola de Loreto.
Pero no solo ha sobrevivido a la rabia silvestre, todo parece indicar que Puanchir no tendrá ningún tipo de secuelas, ni físicas ni neurológicas.
LA PROEZA
Llegaron al hospital regional el 7 de febrero. Su hija y su nieto fueron hospitalizados de inmediato, pero no corrieron la misma suerte. Solo dos días después, Puanchir empezó a manifestar los síntomas de la enfermedad y fue internada como un caso sospechoso de rabia. El 12 de febrero los análisis confirmaron las sospechas. Pero había otra complicación: Puanchir, como la mayoría de miembros de su comunidad, no habla castellano. El doctor Alberto Quino Azcurra, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), tomó el caso de Puanchir y pidió la asistencia de un traductor.
Acudió al llamado el nativo achuar del distrito de Trompeteros, Adolfo Rengifo Hualingas. “El trabajo de Adolfo ha sido fundamental. De otra manera no hubiésemos podido hacer todos los exámenes que el caso ameritaba. Gracias a Adolfo le hemos salvado la vida”, asegura el doctor Quino.
Tanta expectativa habían generado en el mundo médico estos casos de rabia por mordedura de murciélago que llegó hasta el hospital regional el reconocido infectólogo estadounidense Rodney E. Willoughby, quien en 2004 logró que una adolescente sobreviva a la rabia canina, aunque ésta tuvo secuelas neurológicas.
Willoughby se reunió con el cuerpo médico del hospital para compartir su experiencia y ver de cerca estos casos que involucraban murciélagos y clima tropical, algo que él nunca había visto. El especialista contó cómo había logrado que su paciente de 2004 sobreviva: básicamente esperó que se le presenten todos los síntomas de la enfermedad y la puso en coma inducido.
La lógica era la siguiente: el virus de la rabia interrumpe la comunicación eléctrica y química entre las neuronas en el tronco cerebral, y este a su vez pierde su capacidad para regular el latido del corazón y el funcionamiento de los pulmones. Entonces, si se pone a “dormir” a la paciente –ayudada de ventilación mecánica y derivación cardíaca- quizá su sistema inmunológico tenga suficiente tiempo para destruir el virus. El tratamiento, que ahora se conoce como Protocolo de Milwaukee, tuvo éxito.
DE MILWAUKEE A IQUITOS
Luego de analizar por varias horas el caso, la poca literatura que hay al respecto y la exitosa experiencia de Willoughby, el equipo médico liderado por el doctor Quino se reúne con el director del hospital, el doctor Percy Rojas Ferreyra, y deciden implementar el protocolo de Milwaukee pero con una variación que, al parecer, será fundamental para que Paunchir no presente secuelas: inducir al coma a la paciente antes de que se manifiesten más síntomas.
En total, Puanchir estuvo en coma inducido durante 17 días, tiempo durante el cual se le monitorearon todos sus signos vitales las 24 horas. Además, cada 4 días la sacaban del coma por unos minutos para ver cómo respondía su organismo estando despierta. Todo evolucionó bien y su cuerpo ya eliminó el virus.
Entonces, ¿es esta versión loretana del Protocolo del Milwaukee la solución para acabar con los casos de rabia silvestre? Tanto el doctor Quino Azcurra como el doctor Rojas y el subdirector del hospital regional, Yoshuá López López, aseguran que no, pero que se ha encendido una luz de esperanza.
“Este es el primer caso de una persona en el mundo que sobrevive a la rabia por mordedura de murciélago. Si bien es un hito, no tenemos más casos como para validar este procedimiento. Incluso el protocolo de Milwaukee no es cien por ciento efectivo para rabia canina. Pese a ello, ya tenemos este caso y se abren más posibilidades”, señala López.
Mientras tanto Paunchir se queja del aburrimiento en su cama del segundo piso del hospital regional. Ya se siente mejor y quiere ir a su casa, pero los doctores le han dicho que seguirá en evaluación por lo menos dos semanas más. Su hijo, PakunKuñachPauch, de 18 años, la mira condescendiente. De a pocos, lentamente, Paunchir le sonríe al fotógrafo. No entiende muy bien que ha estado 17 días dormida artificialmente y que, gracias a ese ‘sueño’, sus doctores le han salvado la vida.
Ella se viene recuperando y pronto retornará a su natal Yakuntich, donde las brigadas de la Dirección Regional de Salud (Diresa) Loreto ya vienen realizando una jornada de vacunación con la colocación de 100 mil dosis antirrábicas a la ciudadanía lugareña.
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