África subsahariana ostenta el récord mundial de personas con VIH/SIDA, pero las infecciones han disminuido en un 25% en los últimos años. Un ejemplo de éxito es Uganda, donde buena parte de la caída en las tasas de contagio tiene que ver con algunas impactantes lecturas.
El libro "Cómo Kwezi se metió en problemas" tiene una foto que muestra a una niña llorando en un pupitre de escuela.
Cuando lo vi pensé que se había metido en problemas por retrasarse en con su tarea escolar. O tal vez, porque se estaba copiando en los exámenes.
Luego miré el texto de la portada y quedé impactada: "En el funeral de su madre, Kwezi fue violada por el mejor amigo de su finado padre".
"Kwezi no tiene a quien contárselo y su madre está enterrada en su tumba. Aunque fue contagiada y tiene sida, Kwezi está decidida a hablarle a los otros alumnos de lo peligroso que es el VIH/SIDA".
Un guión sorprendente para una publicación destinada a niños de edades entre los ocho los diez años.
Antes eran las tías las que hablaban sobre sexo la misma noche de bodas. Pero ahora, con el VIH/SIDA, esto hay que discutirlo antes
Juliet, 33 años
Pero se trata de un libro sobre el VIH/SIDA en Uganda, el país que llegó a tener las más altas tasas de infección en el mundo. Es un tema serio y los niños están informados de lo grave que es.
En otro libro de la misma serie, dos chicos de doce años mantienen relaciones sexuales con una compañera, al mismo tiempo.
Ella es seropositivo, los dos niños resultan infectados y después mueren por sida sin llegar a la edad adulta.
Cuando el león entra a la aldea...
Cuando se trata de luchar contra el VIH/SIDA, el gobierno de Uganda nunca ha negado que verdaderamente tiene un problema. El presidente Yoweri Museveni lo explica así: "cuando un león entra en tu pueblo, debes hacer sonar la alarma lo más alto posible".
En Kampala, entré en una librería acompañada de una maestra de escuela de Londres.
"¡Mira esto! Este libro es sobre un padre que tiene una aventura amorosa y se contagia de VIH/SIDA, la mujer lo abandona, no sin antes pelear e intentar estrangularse mutuamente", comenta.
VIH/SIDA EN UGANDA
El libro me pareció sorprendente, no sólo por el argumento sino también por lo explícito de las descripciones.
El pasaje en que un personaje narra como fue violada por un taxista ya resultaría de lo más angustioso en un libro para adultos. Y éste está destinado a los niños.
Pero, hablando con padres en una librería, encontré que su reacción era muy distinta. Por ejemplo, Juliet, que a sus 33 años tiene dos hijos, ya le compró un libro a su hija y volvió para comprar más.
Su hija, de once años, parece mostrar cierto interés en la lectura de novelas, así que Juliet piensa que esas historias son la mejor forma de estimular la discusión sobre asuntos delicados.
Le pregunté en concreto respecto a algunos de los pasajes más fuertes, sobre si los considera adecuados para su hija: "por supuesto", responde.
"De esa manera ella podrá protegerse, pues así lo sabrá todo", argumenta. "Antes eran las tías las que hablaban sobre sexo la misma noche de bodas. Pero ahora, con el VIH/SIDA, esto hay que discutirlo antes".
Sin embargo, los más viejos no parecen totalmente convencidos.
Cuando me aproximé a dos hermanas con apariencia de haber superado los 60 años para preguntarles qué pensaban del libro, me respondieron que no necesitaron algo así durante su juventud.
Primero, dijeron, no existía el VIH/SIDA, y segundo –lo más importante– las personas se comportaban decentemente.
Fue una conversación incómoda, pero después de hablar sobre la decadencia moral de la sociedad, les di las gracias y me marché.
Pragmatismo
No me sorprendió la reacción de las dos mujeres. No era sólo el contenido explícito de los libros lo que era discordante, sino también el contraste con la educación sobre el asunto que hay por acá.
Kampala está cubierto de carteles que promueven la abstinencia. Los carteles con mensajes del tipo "Ella se está reservando para el matrimonio, ¿y tú?" normalmente llevan el logo de alguna organización cristiana extranjera.
Uganda goza de cierto nivel de éxito en la lucha contra el VIH/SIDA. El país pasó de los más altos niveles de infección en el mundo, con más de un 20% de la población, a una tasa de un 6,7%.
La estrategia interna de Uganda parece más bien pragmática. No es sólo que el gobierno haya incrementado la conciencia entre los jóvenes, sino que son ellos mismos los que escriben los libros que luego publican empresas locales.
Su lectura ha sido promovida por las autoridades, pero son las escuelas y los padres los que los están comprando.
Además, creo que informar a los niños es la mejor forma de protegerlos, pero de hecho, me queda difícil imaginarme leyéndole textos tan duros a mis ahijados.
Uganda sí que puede presumir de un cierto nivel de éxito en el asunto de VIH/SIDA. El país pasó de los más altos niveles de infección en el mundo, con más de un 20% de la población, a una tasa de un 6,7%.
Cuando el león entró en el pueblo, hicieron sonar la alarma muy alto. Tal vez otros pueblos deberían tomar nota.