Una colega me dijo el otro día algo que me hizo reír mucho, “Los Ministros de Economía son como los maridos, tú les cambias los muebles, las cortinas, el piso de la casa, dejas todo divino y lo único que te dicen es: ¿cuánto te ha costado esto?”.
Sin embargo, cuando hablamos de políticas públicas, lo realmente importante no es el costo en sí, sino la relación beneficio-costo (BC), esto es: si se invierte 1 dólar hoy, ¿cuántos dólares tendremos de retorno a esta inversión? En general, cuando la relación BC es mayor a 1 se considera que una inversión es costo efectiva. En un libro reciente se resume un taller organizado por el Foro sobre la Inversión en la Infancia en el Mundo durante el cual se presentaron dos ponencias muy interesantes sobre el tema del análisis beneficio-costo.
La mirada de un economista
Jere Behrman de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.) explicó la importancia de tener en cuenta el ciclo de vida del niño y la multidimensionalidad del desarrollo infantil para el cálculo de costos y beneficios. Realizar análisis de BC incluye la idea de que es probable que los beneficios sean variados: puede haber al mismo tiempo, mejoras de la salud o de la educación y/o reducción de la mortalidad. No siempre existen datos de este tipo, y por lo tanto es un reto contabilizar estos beneficios. Asimismo, a pesar de que hay una larga serie de provechos de los programas de desarrollo infantil (reducción de la mortalidad y morbilidad infantil, y de los costos asociados a enfermedades crónicas, etc.), el experto centra su atención en el incremento de la productividad gracias al aumento de la capacidad cognitiva.
Asimismo, Behrman señala la importancia de contar con datos longitudinales en los análisis de beneficio-costo para poder tener en cuenta las asociaciones entre las experiencias e intervenciones en los primeros años de vida y los resultados futuros. De hecho, hasta existen efectos intergeneracionales de programas enfocados en mejorar el desarrollo durante la primera infancia, y estos deberían también contabilizarse. Es importante que los beneficios futuros se descuenten al momento presente porque existe un costo de oportunidad al no poder usarse los recursos financieros para otros propósitos mientras uno espera los beneficios en el futuro.
También es importante tener en cuenta que puede existir heterogeneidad en los beneficios de distintas intervenciones. Por ejemplo, la relación beneficio-costo de invertir en prescolar no será la misma en aquellos países donde hay mayor matriculación preescolar y poca brecha entre ricos y pobres que en aquellos países donde las brechas son aún enormes. De hecho, un estudio muestra que invertir en preescolar tiene una relación costo beneficio bien alta, yendo del 6,4:1 a 17:1 como resultado de elevar las tasas de matriculación para los cuatro quintiles inferiores hasta niveles cercanos a las tasas del quintil superior.
La mirada colombiana
Constanza Alarcón de la Presidencia de la República de Colombia centró su atención en ese país, donde se disfruta de un mayor acceso a la educación inicial. No obstante, Constanza subrayó que sin medidas y acciones de calidad, los servicios proporcionados no beneficiarán a los niños y cualquier inversión realizada se perdería, lo que se traduce en que ¡la relación costo-beneficio sería cero! Para lograr una mayor calidad, Constanza enfatizó que el desarrollo de políticas debe corregirse con mayor evidencia científica.
Una doctrina central para el enfoque actual de Colombia es la atención integral como un marco conceptual para comprender las brechas en el desarrollo a lo largo de la vida, desde antes de la concepción hasta los 6 años de edad. Determinar la calidad de los servicios de salud y centros de desarrollo infantil es vital. Igualmente señaló la prevención como un aspecto fundamental, ya que cierta cantidad de las discapacidades que padecen al nacer algunos niños en Colombia son evitables con las intervenciones apropiadas durante la gestación. También recomendó mejorar la capacitación de los trabajadores del cuidado de la salud para comprender los factores de riesgo asociados con la nutrición y otros.
Las coincidencias
Ambos ponentes coincidieron en la importancia de tres temas:
- Contar con un enfoque multidimensional o integral del desarrollo del niño, y por lo tanto de los beneficios.
- Contabilizar costos y beneficios a largo plazo.
- Para asegurar la sostenibilidad de los programas, se debe contar con análisis BC de los servicios fundamentales (crianza, alimentación, vacunación, acceso a la cultura, actividades físicas y recreativas, aprendizaje, escolaridad, prevención, derechos humanos).Con esta información los gobiernos deben identificar diferentes modalidades de servicios y costos para responder mejor a las necesidades de los diferentes tipos de personas y poblaciones que habitan en su país.
Esta discusión se llevó a cabo en el marco del Foro sobre la Inversión en la Infancia en el Mundo.
Washington D.C., EE.UU. – Taller sobre los costos que tiene la falta de acción para la infancia en el mundo. Descargar resumen del taller / Leer blog post
San Pablo, Brasil – Taller sobre escalabilidad de los programas basado en la evidencia de América Latina y el Caribe. Descargar resumen del taller en inglés, próximamente en español.
(*) Los días 17 y 18 de abril de 2014 se llevó a cabo el primer taller del Foro sobre la Inversión en la Infancia en el Mundo cuyo tema fue: “El costo que tiene la falta de acción para la infancia en el mundo”. Este taller fue organizado en Washington D.C. por La Junta sobre Niños, Jóvenes y Familias del Instituto de Medicina (IOM) y el Consejo de Investigación Nacional (NRC), en colaboración con el Consejo Mundial de Salud del Instituto de Medicina (IOM
No hay comentarios.:
Publicar un comentario