Pareciera que el ser humano es un animal de corta memoria en lo que se refiere a los acontecimientos que le produjeron desgracia en el pasado. Por ejemplo, a pesar de haber vivido la atrocidad de innumerables guerras, incluyendo bombas atómicas, todos los días vemos como desquiciados líderes coquetean con la muerte amenazándose los unos a los otros.
Lo mismo puede decirse de las vacunas. Durante siglos, enfermedades como sarampión, paperas, rubeola, varicela, poliomielitis, tos convulsiva, difteria, y tétanos, entre otras; se llevaban la vida de miles de niños dejando padres adoloridos porque esas enfermedades infecciosas no podían prevenirse.
Hasta que durante el siglo pasado empezaron a desarrollarse vacunas contra muchas enfermedades infecciosas, gracias a las cuales, la mortalidad infantil disminuyó progresivamente en el mundo, a tal punto que las vacunas han sido consideradas como uno de los grandes avances de la salud pública del siglo pasado.
Inicialmente, los mas beneficiados fueron los países ricos, capaces de comprar y distribuir adecuadamente las vacunas; posteriormente, países pobres o en desarrollo como el Perú, han logrado enormes avances en sus programas de vacunación en los últimos 20 a 30 años.
Hasta que, coincidiendo con el desarrollo del Internet y las comunicaciones, el movimiento anti vacuna empezó a volverse cada día mas activo en las sociedades mas afluentes de los países desarrollados. Y si usted amable lector piensa que el movimiento anti vacuna es nuevo, esta equivocado. El movimiento anti vacuna nació prácticamente con el nacimiento de las propias vacunas, pero simplemente no tuvo el medio para expresarse masivamente.
Las razones para oponerse a las vacunas han sido siempre las mismas: pseudocientíficas, religiosas, políticas y de rebelión contra mandatos obligatorios de vacunación por parte de la autoridad. Muchos objetaron también el uso de las vacunas por algunos efectos secundarios, que como cualquier otro medicamento, las vacunas pueden causar.
Y aquí es donde entra a tallar, sin duda, el enemigo público mas importante de las vacunas de la historia: Andrew Wakefield, médico británico que en febrero de 1998 publicó un estudio en la revista Lancet, en el cual describía el caso de 12 niños que habían desarrollado aparentes problemas intestinales y de autismo luego de haber sido vacunados con la vacuna triple MMR (sarampión, paperas y rubeola).
La publicación de ese estudio coincidió con dos hechos importantes: el nacimiento del internet y los correos electrónicos como medios masivos de comunicación y una mayor alerta de padres y pediatras con respecto al autismo, hecho que provocó que se diagnostiquen mas casos de esa condición.
El hecho es que apenas publicado, el estudio de Wakefield fue puesto en duda por otros científicos, por lo que luego de una cuidadosa revisión, la revista Lancet retractó el estudio por considerarlo fraudulento y posteriormente el Consejo Médico Británico, le anuló el título de médico. Posteriormente se comprobó que Wakefield había acordado repartir con su abogado las ganancias económicas que produjeron los juicios contra las vacunas. Pero el daño ya estaba hecho, a los desesperados padres de niños con autismo, nadie les quitaba la idea de que la vacunación les había causado la enfermedad.
Atizados por esos hechos, el movimiento anti vacuna creció en los vecindarios mas acomodados de ciudades en Estados Unidos y países europeos, logrando el importante apoyo de estrellas de Hollywood que se prestaron al juego. Uno de los mas recientes blancos de la campaña anti vacuna es la vacuna contra el virus papiloma humano (VPH).
Las consecuencias están empezando a verse. En Estados Unidos por ejemplo, los casos de sarampión alcanzaron un número record en el 2015 y existen ciudades que están por debajo de la cobertura de vacunación necesaria para proteger al resto de la población.
La película Vaxxed
La semana pasada se produjo una noticia muy importante cuando el actor Robert de Niro, creador del festival de cine Tribeca en Nueva York, retiró a ultimo momento la exhibición de la película Vaxxed. La película reiteraba la idea de que el autismo era causado por la vacuna triple y que el CDC había ocultado datos relativos a esa relación. Sorprendentemente, el director de esa película es nada menos que Wakefield, quien había logrado el apoyo inicial del actor para exhibir su película en el festival. De Niro tiene un hijo con autismo.
De Niro ha declarado que después de consultar con científicos y otros padres de familia, reflexionó y decidió retirar la película porque no quiere causar daño a la sociedad dándole plataforma a un hecho ya desacreditado por la ciencia.
Esa decisión coincide con un informe del CDC, que la semana pasada informó que durante los últimos años no han habido cambios en la prevalencia de niños con autismo en Estados Unidos, hecho importante pues si las vacunas causaran esa enfermedad, la prevalencia de autismo estaría en progresivo aumento.
Y ese es el punto amable lector, es triste comprobar como, olvidando las penurias del pasado, los mas privilegiados de la sociedad atentan contra la salud de los mas pobres, oponiéndose a que reciban las mismas vacunas que probablemente salvaron la vida de sus propios padres.