PRIVATIZANDO HOSPITALES A LA MALA

EsSalud está privatizando sus hospitales del Callao y Villa María del Triunfo. Las han disfrazado de “Asociaciones Público-Privadas”, pero se entrega a las empresas privadas los terrenos, los edificios y los equipos, se les encarga a ellas hacer el diseño y construirlo, y ellas deben administrarlos por 30 años, incluyendo los servicios de salud. Hasta la supervisión será privada. Lo único que no es privado es el pago, claro: EsSalud, es decir los asegurados que contribuimos todos los meses, pagamos.

Sobre el tema de las privatizaciones, no tengo una postura ideológica, creo que a veces es mejor que algunas actividades las haga Estado, muchas otras es mejor que las hagan empresas privadas. Pero en la experiencia peruana  las privatizaciones se han prestado a mucha corrupción, así que pensé que valía la pena analizar un poco esta entrega de hospitales a trasnacionales.

COMO NADIE

Poco después de firmar estas privatizaciones, EsSalud hizo un gran evento internacional promocional sobre el tema. Pero quien analiza con cuidado las exposiciones internacionales, se encontrará con más de una sorpresa.

Pedro Francke

El experto del BID mostró que en América Latina NINGUN PAIS, salvo el Perú ahora, ha privatizado servicios médicos bajo este sistema; Costa Rica, México y Chile han concesionado la construcción, el mantenimiento y algunos hasta los servicios básicos de algunos hospitales, pero NINGUNO ha privatizado los servicios médicos. Otro expositor, el Dr Astorga, incluyó las experiencias de Inglaterra y de Francia, y tampoco en ninguna de ellos se ha privatizado los servicios médicos. Un experto empresarial madrileño relató la experiencia de la capital española, y en ella 7 de los 8 hospitales privatizados NO incluyen la privatización de servicios médicos, que siguen bajo control directo del Estado.

Si se resumen las presentaciones de todos los expertos traídos por EsSalud para hablar a favor de sus privatizaciones, resulta que NINGUN PAIS ha privatizado los servicios de salud de los hospitales. ¿Son todos socialistas, estatistas, de mentalidad antigua? ¿Por qué actúan así?

PRIVATIZACIONES BUENAS

Para que las privatizaciones sean buenas, se debe asegurar que al estado no le pasen gato por liebre, que no cobren montos excesivos y que den un buen servicio. Así, las empresas privadas podrán ganar plata si actúan con eficiencia y no si es que le hacen trampa al estado.

Por ejemplo, cuando el estado encarga a una empresa privada que construya una carretera, la empresa privada debe buscar conseguir el financiamiento más barato. Si no logra buen trato con los bancos o el mercado de capitales, pagará más intereses y tendrá menos ganancias. Le conviene   buscar financiamiento barato. Eso no pasa con estas privatizaciones de EsSalud: si la empresa privada consigue préstamos más caros, a lo mejor de alguien vinculado a ellos, EsSalud, es decir los asegurados, usted y  yo, pagamos más.

Para lograr eficiencia, en todas las privatizaciones y concesiones son fundamentales la calidad de los servicios que prestarán y el precio que se les pagará por ellos. Es lógico. Cuando se privatizó el aeropuerto, se establecieron las tarifas a pagar por su uso. Igual con las carreteras y los puertos. En estos casos, los problemas han venido con cambios en los contratos y con servicios en los que se ha dejado que el operador se aproveche y ponga los precios que quiera – caso de Paita.

TIRARON LA TOALLA

Pues aunque parezca increíble, en estas privatizaciones de EsSalud, no se pagará según los servicios que prestarán las empresas privadas. Sólo hay un presupuesto acordado por las partes, y aunque el privado no lo gaste, igual se le paga. No importa que atiendan menos consultas, que hagan menos operaciones, que tomen menos rayos X, se les paga igual. No importa que los pacientes tengan más dolor o estén descontentos, se les paga igual. No importa que se les mueran más pacientes o se les compliquen más casos, se les paga igual. Tampoco importa que tengan más juicios por violación de derechos de los pacientes. No hay ningún incentivo a la eficiencia.

El interés de un hospital privatizado es obtener las mayores ganancias, y para eso busca gastar lo menos posible, aún cuando ello vaya en desmedro de la calidad y las atenciones. Para evitar abusos, se necesita contratos muy bien formulados, un buen sistema de supervisión y un controlador dispuesto a poner en vereda a los faltosos.  Pero ojo: un hospital puede prestar de 2 a 5 mil servicios distintos, entre consultas, exámenes diagnósticos, cuidados hospitalarios, procedimientos y operaciones quirúrgicas, algunas muy complejas. Controlar eso no es nada fácil, y es por esa razón que casi ningún país privatiza servicios médicos.

En las privatizaciones de EsSalud, simplemente se tira la toalla de cualquier búsqueda de la eficiencia, ya que se pagará a los hospitales privatizados una suma fija, independientemente de la cantidad y calidad de servicio que presten. Los asegurados lo pagaremos.

¿TIRARON LA TOALLA?

En suma, estas privatizaciones de hospitales son de esas donde las empresas no tienen que ganarse al cliente, porque los peruanos estamos entregaditos, bien amarrados, sin opción alguna. Son esos ejemplos de “economía de mercado” donde lo que brilla por su ausencia es la capacidad del consumidor de cambiarse donde un competidor, cuando está descontento. Son de esas privatizaciones “ley del embudo”: los pagos corresponden a los peruanos y las ganancias a las empresas privadas, mientras que de la calidad de sus servicios nadie asegura nada.

¿Será pura casualidad que se firmen contratos de privatizaciones por 30 años en el último año de gobierno?  Podemos ser desconfiados, sobre todo si los petroaudios mostraron que ya se nos quiso hacer un faenón con la construcción de hospitales con un arreglo entre Fortunato Canaán, Rómulo León y Hernán Garrido-Lecca. A lo mejor en EsSalud no tiraron la toalla al privatizar en tan malas condiciones, sino que tuvieron razones contantes y sonantes, tal vez algunos millones de esas razones, para hacerlo así.